Los gestores de las grandes empresas del país miran hacia el futuro con optimismo. De hecho, casi nueve de cada diez (86%) de los primeros ejecutivos de este tipo de compañías españolas prevén aumentar su plantilla en los próximos tres años y el optimismo se eleva un poco más tomando como referencia a los consejeros delegados de todo el mundo (88%).
Así se desprende del informe CEO Outlook 2021 que ha publicado KPMG este domingo, que tiene en consideración las opiniones de 1.325 consejeros delegados de once países del mundo (medio centenar de ellos españoles) pertenecientes a empresas con una facturación anual superior a 500 millones de dólares.
Los ejecutivos españoles, por otra parte, son más optimistas que los del resto del mundo en relación con la expansión de la economía global en los próximos tres años. Mientras que en ello confía el 62% de los consejeros delegados del país, la cifra es un poco más baja en el cómputo global (60%). El año pasado, este optimismo equivalía a la mitad (32%).
Optimismo sobre la economía
Esta confianza es la que lleva al 69% de los consejeros delegados del mundo consultados a apostar por una estrategia de crecimiento no orgánico, ya sea a través de joint ventures, de fusiones y adquisiciones o de alianzas.
En España, esa cifra es ligeramente inferior, pues son un 62% de los primeros ejecutivos encuestados los que prevén recurrir a este tipo de operaciones como parte de sus estrategias de crecimiento.
"Ni siquiera el impacto que ha tenido la variante delta de la Covid en verano ha conseguido mermar la confianza en la recuperación de los primeros ejecutivos españoles. Un 90% de ellos cree que sus organizaciones van a crecer en los próximos tres años. Y un 80% cuenta además con que ese crecimiento se haga extensible también a toda la economía nacional", apunta Juan José Cano, consejero delegado de KPMG en España (y presidente de la firma desde el 1 de octubre).
En este contexto, en el que los máximos ejecutivos de las grandes empresas españolas se muestran confiados, muchos quieren aprovechar los beneficios de la digitalización para construir un entorno laboral más flexible.
Es así que casi cuatro de cada diez (38%) cree que en el futuro sus empleados trabajarán de manera remota al menos dos días a la semana, un porcentaje muy similar al registrado en el conjunto de los países en los que se realizado la encuesta (37%).
Sin embargo, en lo relativo al espacio físico de trabajo, solo el 18% de los consejeros delegados españoles cree que será necesario reducir sus oficinas y, a escala global, ese porcentaje se mantiene en un nivel muy similar, el 21%.
Sostenibilidad
De esta encuesta mundial se desprende también, como explica Cano, "la preocupación generalizada por las cuestiones ESG y la apuesta por la sostenibilidad".
"Casi nueve de cada diez consejeros delegados de nuestro país prevén mantener los avances en este sentido que sus empresas han logrado durante la pandemia. Y uno de cada cuatro (26%) asegura que a partir de ahora su organización invertirá al menos un 10% de sus ingresos en medidas y programas de sostenibilidad durante los próximos años", explica el directivo.
En este sentido, un 88% de los consejeros delegados españoles (casi lo mismo que a nivel global, un 87%) reconoce que el propósito de su organización es fundamental para construir tanto su marca como su reputación. Y, lo que es más, un 68% (64% a nivel global) considera que el propósito es el objetivo definitorio de su negocio.
Los riesgos tecnológicos (disrupción tecnológica y ciberseguridad) son, junto con los ambientales, las mayores amenazas para el crecimiento de las empresas, según revelan las opiniones de sus primeros ejecutivos.
En el ámbito global, la mayor preocupación es la cadena de suministro. Un 56% de los consejeros delegados mundiales (y un 64% de los españoles) reconoce que su cadena de suministro ha estado sometida a un mayor estrés durante la pandemia y la automoción y el consumo han sido los sectores más afectados.
El estudio también saca a relucir una mayor preocupación por las cuestiones fiscales. En este sentido, el 78% de los primeros ejecutivos de este país cree que la pandemia ha incrementado la necesidad de fomentar la cooperación multilateral en materia fiscal.
En España, el 82% de los consultados (77% de media en el mundo) asegura estar preocupado por el impacto que el impuesto mínimo global para multinacionales pactado en el seno de la OCDE pueda tener en los objetivos de crecimiento de su organización.