La Comisión Europea ha propuesto este miércoles una reforma en profundidad de las reglas de la UE sobre seguros (conocidas como Solvencia II) cuyo objetivo central es facilitar que las aseguradoras incrementen sus inversiones a largo plazo en la recuperación económica de Europa tras la pandemia de la Covid-19. El paquete incluye además una norma para facilitar la liquidación ordenada de la compañías inviables inspirada en la que ya existe para el sector de la banca.
Las aseguradoras europeas recaudan alrededor un billón de euros al año en primas y gestionan activos valorados en 10 billones de euros, es decir, cerca de tres cuartos del PIB de la UE, según los datos de Bruselas. Por eso juegan un "doble papel" en la economía: de protección de hogares y empresas frente a todo tipo de riesgos, pero también como inversoras a largo plazo. Esta es precisamente la funcion que el Ejecutivo comunitario quiere reforzar con la reforma de Solvencia II.
"Europa necesita un sector asegurador fuerte y dinámico para invertir en nuestra economía y ayudarnos a gestionar los riesgos a los que nos enfrentamos", ha dicho el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis. En general, las compañías han superado sin problemas graves la crisis del coronavirus. El sector se ha mantenido bien capitalizado, con una ratio media de solvencia del 235% a finales de 2020. Aunque esta ratio es 7 puntos inferior a la de 2019, se sitúa muy por encima del mínimo regulatorio del 100%.
Por eso, Bruselas ve innecesario endurecer los requisitos de capital con carácter general, ya que las compañías se encuentran en una posición suficientemente sólida. De hecho, la reforma propuesta permitirá a las aseguradoras liberar hasta 90.000 millones de euros de capital a nivel de la UE en el primer año, que podrán invertir en la recuperación económica.
La reforma pretende además reducir el exceso de volatilidad a corto plazo, reforzar la supervisión transfronteriza de los grandes grupos (aunque la competencia siga siendo nacional) y crear una nueva categoría de aseguradoras con bajo perfil de riesgo que se beneficiarán de requistos simplificados. Las nuevas normas obligarán también a las compañías a tener más en cuenta los riesgos climáticos y de sostenibilidad en su gestión de riesgos.
Finalmente, el nuevo marco de liquidación ordenada para aseguradoras en quiebra pretende que las autoridades compententes de la UE estén mejor preparadas para hacer frente a grandes dificultades financieras. Se trata de mejorar la protección no sólo de los asegurados, sino también de la economía real, el sistema financiero y los contribuyentes.
A diferencia del régimen de resolución para los bancos, Bruselas no propone una autoridad central ni tampoco un fondo europeo para financiar las liquidaciones. Pero sí que se se crearán colegios de autoridades de resolución con el fin de facilitar la cooperación transfronteriza, así como instrumentos y poderes armonizados para poder intervenir en una fase temprana y contar con herramientas de resolución comunes.
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