Indra convertirá Feindef, la feria internacional de defensa que abre sus puertas este miércoles en Madrid, en una ventana al futuro de la Defensa. La compañía presentará los sistemas tecnológicos más vanguardistas que permitirán a los ejércitos más avanzados del mundo operar en escenarios altamente digitalizados, en los que el dominio de la información resultará determinante para imponerse al adversario.
Inda es un líder de la industria española de Defensa y la única empresa de nuestro país que aparece entre las cien mayores compañías de Defensa del mundo. Goza de un alto nivel de reconocimiento internacional por su capacidad para llevar adelante proyectos críticos para la defensa nacional de los países para los que trabaja. Forma parte de los programas europeos y OTAN más ambiciosos y cuenta con una demostrada capacidad exportadora y uno de los equipos profesionales de mayor valor añadido.
La compañía lidera el desarrollo de los sistemas tecnológicos más vanguardistas para la industria de la defensa, así como la digitalización del sector. En Feindef adelantará muchas de las soluciones que transformarán los ejércitos en los próximos años. El programa más representativo de este proceso es sin duda el NGWS/FCAS, el futuro sistema de combate aéreo de siguiente generación que Alemania, España y Francia están impulsado. El Ministerio de Defensa Español ha nominado a Indra como coordinador nacional de este programa, el más ambicioso que se haya puesto marcha en Europa hasta la fecha.
Se trata de un sistema que entrará en servicio en 2040 y que estará basado en un caza de siguiente generación que volará acompañado por varias aeronaves no tripuladas o carriers y que operará en una nube de combate que le permitirá intercambiar información en tiempo real con múltiples plataformas para coordinar sus acciones y tener una visión mejorada de la situación.
“Desarrollamos un sistema de sistemas, no solo una aeronave, y esto exige un cambio de mentalidad”, subrayan desde Indra. Desde la compañía explican que “el combate aéreo del futuro, en espacios en los que un adversario tecnológicamente bien equipado puede negar el acceso a un caza, por avanzado que sea, requiere del desarrollo de capacidades colaborativas, en las que distintas plataformas conectadas trabajen de forma conjunta para imponerse”.
La industria española encabezada por Indra contará en Feindef con un stand propio para presentar el proyecto FCAS y dar a conocer las múltiples tecnologías en las que están trabajando. Se trata de una puesta de largo del proyecto en la feria que, con el respaldo del Ministerio de Defensa, se ha convertido en una de las más importantes para el sector de la defensa en Europa y atrae a las empresas tecnológicas más importantes del mundo.
Pero el esfuerzo para digitalizar la defensa, incorporando nuevas tecnologías de inteligencia artificial, computación en la nube, hiperconectividad o realidad virtual se extiende a todos los ámbitos de la defensa, no solo el aéreo.
La Unión Europea ha apostado en los últimos años por impulsar una Política Común de Seguridad y Defensa y ha articulado para ello un Fondo Europeo de Defensa que respalda el desarrollo de nuevas capacidades estratégicas.
Indra es una de las empresas del continente con más peso en la iniciativa y está liderando la participación española en la misma. Ya forma parte de 19 grandes programas y coordina tres de los cinco que lidera nuestro país.
Fondo de la UE
Entre otros, dirige el desarrollo del sistema de Mando y Control Estratégico (ESC2), que dotará a la UE de una capacidad imprescindible para que los países socios puedan actuar de forma conjunta y coordinarse con sus aliados en misiones internacionales de sostenimiento de la paz.
Respaldado por este nuevo fondo mil millonario de la UE, Indra también trabaja en las tecnologías de siguiente generación de defensa electrónica, defensa aérea, ciberdefensa, sistemas de vigilancia espacial, comunicaciones, sistemas de posicionamiento global y soluciones avanzadas para contrarrestar drones, entre otras muchas.
La compañía se ha posicionado entre los grandes líderes de la defensa europea. El puesto se lo ha ganado tras demostrar su capacidad para desarrollar los sistemas que aportan su característica superioridad al Eurofighter, el avión más avanzado que Europa haya desarrollado nunca. Indra es de hecho el segundo suministrador de aviónica de este caza y trabaja en este momento en su evolución. En las últimas décadas ha participado además en los programas de defensa más importantes que se han puesto en marcha en el continente: el A400M, el helicóptero NH90, el Meteor, ESSOR, Galileo o Copernicus tienen el sello de la compañía. Para la OTAN ha trabajado también en proyectos como el ESSM, FLEPS, ACCS, por ejemplo.
Indra ha contado en todo momento con el decidido apoyo del Gobierno Español y de las Fuerzas Armadas. La compañía ha trabajado en las últimas décadas junto a los militares españoles en la modernización de los sistemas de los tres ejércitos.
Uno de los últimos éxitos logrados pasa por la evolución del que es uno los radares de defensa aérea más avanzados del mundo, actualmente empleado por el Ejercito del Aire, el Lanza 3D. Este radar ha sido preparado ahora para detectar cualquier tipo de blanco, incluidos los cazas de quinta generación gracias a la aplicación de las tecnologías más vanguardistas.
El sistema garantiza además la compatibilidad y no interferencia con las frecuencias de funcionamiento de 5G, lo que hace posible el despliegue de las comunicaciones móviles ultrarrápidas en España. Los radares Lanza 3D son un elemento central de la red de defensa aérea de la OTAN que protege el espacio aéreo de toda Europa frente a todo tipo de amenazas. Responden a los requisitos más exigentes de la Alianza y han prestado servicio en los entornos más complejos y exigentes.
Además de la evolución de este radar, Indra aborda con las Fuerzas Armadas proyectos punteros, como la fabricación del vehículo de combate 8x8 Dragón, el desarrollo de la base aérea y base logística del futuro o el desarrollo de los simuladores de entrenamiento más avanzados que incorporan ya el uso de la realidad virtual.
Tecnología puntera de uso dual
La participación de Indra en todas estas iniciativas resulta crítica para España. Se trata de programas que empujan los límites tecnológicos y del conocimiento. En ellos se desarrollan soluciones de uso dual, que encuentran una aplicación inmediata en todos los sectores de la economía, desde el transporte y la industria hasta la sanidad o la educación.
Los radares y sensores desarrollados originariamente para uso en la defensa facilitan hoy millones de aterrizajes y despegues seguros cada año en todo el mundo. La telemedicina, la industria 4.0, el uso de drones en emergencias, la robótica o la propia internet aprovechan muchos de estos avances o surgen de ellos. Los simuladores son ampliamente utilizados para preparar a pilotos civiles y su uso se ha extendido a conductores profesionales de camiones, autobuses y fuerzas y cuerpos de seguridad.
Indra es Premio Nacional de Innovación en la categoría de Gran Empresa. Sólo en 2020 ha dedicado 265 millones de euros al I+D+i, lo que supone un esfuerzo innovador sobre ventas del 7,8%, el mayor de la compañía en la última década, pese a la crisis del Covid-19. Si tenemos en cuenta los últimos seis años, la cifra de inversión en I+D+i supera los 1.200 millones de euros y desde el año 2000 alcanza una inversión acumulada de 3.157 millones de euros.
Esta apuesta por la innovación se traduce a su vez en oportunidades para los jóvenes y capacidad para retener a los profesionales con mayor talento. En Indra encuentran la oportunidad de desarrollar sus carreras al máximo nivel en una empresa española que toma sus decisiones clave desde aquí.
Desde Indra subrayan que para llevar a cabo los proyectos de vanguardia en los que están inmersos necesitan movilizar todo el talento del que se pueda disponer. Uno de sus principales objetivos es activar a toda la industria, centros de investigación y universidades españolas al completo para que tomen parte en estos programas, creando así una gran red de innovación. Se requiere para ello atraer e implicar a toda una nueva generación de jóvenes y convencerles para que desarrollen su carrera en un proyecto puntero como este.