Las industrias auxiliares del metal de Cádiz, que prestan servicios a grandes factorías como Airbus, Navantia o Acerinox, iniciarán este martes, 16 de noviembre, una huelga indefinida ante la falta de acuerdo sobre el convenio colectivo. Este venció el 31 de diciembre de 2020.
Los empresarios y los sindicatos han mantenido varias jornadas de negociaciones infructuosas, la última en la tarde del viernes. Los principales escollos son la subida de los salarios acorde al Índice de Precios al Consumo (IPC) y el plus penoso, tóxico y peligroso.
La Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (Femca) insiste en que está "abierta al diálogo" y advierte que, de aceptarse las condiciones exigidas por los sindicatos, ello conllevaría a "la desaparición de la industria gaditana, que tendría que competir con la de otras provincias que parten de una situación más ventajosa".
De su lado, los sindicatos justifican que los trabajadores "no pueden perder poder adquisitivo" y recuerdan la subida de la electricidad, el carburante, el gas y, en definitiva, de todos los insumos.
"La patronal no tiene ninguna intención de buscar salida al conflicto", ha lamentado el secretario provincial de la Federación de Industrias de UGT, Antonio Montoro. Los empleados de estas industrias, que en total son unos 20.000, ya se manifestaron el martes y miércoles provocando barricadas y cortes de vías.
¿Qué piden los sindicatos?
Los sindicatos reclaman que los salarios se incrementen un 2% en 2021, un 2,5% en 2022 y un 3% en 2023 y que, además, se revisen al IPC todos los años y en caso de ser superior se acepte esa subida.
En definitiva, "una revisión económica del IPC, lo que tienen todos los convenios". "Queremos garantizar el poder adquisitivo de los trabajadores y si no hay revisión salarial a final de año no vamos a firmar el convenio", asegura el líder sindical.
Desde UGT entienden que las empresas puedan tener falta de liquidez y proponen "comodidades de pago" a lo largo de 2022 para que la patronal acepte esa revisión de salarios según el IPC. Sin embargo, consideran que Femca "no tiene intención de negociar ningún tipo de mejora".
Además, los sindicatos lamentan que las empresas propusieran en un principio eliminar dos pagas extraordinarias, una en este 2021 y otra el año próximo. "Querían crear un nuevo contrato para las nuevas incorporaciones rozando el Salario Mínimo Interprofesional y reducir los delegados sindicales", ha criticado Montoro.
"Un 138% más en pluses"
Para los empresarios el principal obstáculo de la negociación se encuentra en el plus penoso, tóxico y peligroso. Esto es un extra que cobran los trabajadores en función del trabajo que desempeñan, pero que, pese a lo que los sindicatos mantienen, "es el mismo para todos, sin ninguna discriminación".
Así, desde la patronal explican que algunos trabajadores perciben "pluses personales" que, en opinión de los sindicatos, originan remuneraciones distintas por el mismo trabajo, cuando en realidad son las circunstancias personales de cada trabajador (ser indefinido, tener hijos o tener antigüedad consolidada, por ejemplo) la razón por la que disfrutan del cobro de cantidades distintas y no por el trabajo en sí.
De adoptarse las exigencias de los sindicatos en esta materia, "se incrementaría un 138% sobre el valor actual", algo que para los empresarios es "injustificado, desproporcionado y anacrónico".
"Hay determinados apartados referentes a los pluses que las empresas no nos permiten abordar, no se pueden incrementar de forma desproporcionada", ha justificado a este medio José Muñoz, el secretario general de la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz.
Las empresas consideran que el anterior convenio colectivo ya incluía una subida del IPC y un porcentaje añadido: "Ya obtuvieron más poder adquisitivo". Además, reclaman que el nuevo convenio sea "atractivo" para los inversores de estas industrias y para "seguir creando empleo en la provincia".
Los trabajadores tienen reconocidas cuatro pagas extraordinarias, tal y como se recoge en el convenio colectivo consultado por este medio. "Son los únicos del sector en la Península que las tienen", apostillan desde la Femca. En Tenerife también cuentan con estas cuatro pagas.
Las empresas argumentan que, por un lado, hacen frente a costes derivados del Covid-19 y que, por otro, hay menor carga de trabajo por esta misma causa.
Airbus, Navantia, Acerinox
Las compañías grandes tienen sus propios convenios colectivos para sus empleados. El que se está negociando ahora es para las industrias auxiliares que prestan servicios a todo tipo de empresas, incluyendo grandes factorías como Airbus, Navantia, Acerinox y Dragados Offshore, entre otras.
Por lo tanto, esta huelga indefinida puede afectar a varios sectores: industrial, siderúrgico, naval, metalúrgico, aeroespacial, portuario y químico tanto en la Bahía de Cádiz como en el Campo de Gibraltar.
Los empresarios ya notan "el desgaste" que suponen las dos jornadas de huelga de la semana pasada para unas cuentas que "ya estaban en muchos casos en pérdidas".
Tras los dos primeros días de huelga de la semana pasada, algunas empresas como Navantia criticaron que los piquetes informativos vulnerasen el derecho de la plantilla a acceder a su puesto de trabajo.
En accesos a los astilleros se llegaron a producir momentos de tensión, impidiéndose la entrada a los trabajadores, tanto de la industria auxiliar como la plantilla propia de Navantia. Ante esta situación, la compañía lamenta que la falta de acuerdo dañe a una actividad económica esencial para la Bahía de Cádiz e instó a todas las partes a llegar a un acuerdo.
Sea como fuere, empresarios y patronal consideran que es perentorio un nuevo convenio para una industria determinante en el empleo de Cádiz, la segunda provincia con mayor desempleo de España.