Grupo Segura es uno de los grandes proveedores de Ford Almussafes, y el pasado mes de septiembre ligó su futuro a su línea de negocio más esperanzadora de la factoría: la de sus coches eléctricos y enchufables. En concreto, la firma valenciana produce desde entonces el denominado battery tray del Ford Kuga PHEV -la bandeja en la que se acopla la batería de este modelo híbrido-.
Asumir este encargo supuso una inversión de 10 millones de euros para Grupo Segura, una apuesta que ya fue interpretada como un rayo de esperanza sobre el incierto futuro de la planta. Siempre es buena señal que un gran proveedor invierta a medio-largo plazo junto a un fabricante del automóvil, y más cuando la marca atraviesa por un momento delicado, como en el caso de Ford.
Pero se da además la circunstancia de que Grupo Segura redobla ahora su apuesta por Ford Almussafes con la adquisición de una gran parcela de 20.000 metros cuadrados junto a la fábrica valenciana. Se trata de las antiguas instalaciones de Atersa, según precisa a El Español-Invertia el propio Francisco Segura, presidente del proveedor valenciano de Ford. La nave construida actualmente cuenta con 8.000 metros cuadrados, aunque podría ser ampliada gracias a la amplia parcela existente.
Ambas inversiones se producen mientras la enseña del óvalo empuja a la planta española y a la alemana de Saarlouis a una suerte de carrera de recortes. La multinacional alimenta el rumor de que podría llegar a cerrar alguna de las dos factorías, la menos competitiva. Grupo Segura, sin embargo, parece confiar en que, pese al oscuro escenario provocado por la pandemia y el desabastecimiento de chips, Ford Almussafes tiene futuro por delante.
"La crisis en el suministro de chips semiconductores está adulterando el mercado, pero confiamos en que la situación global mejorará en alrededor de seis meses y en que el mercado repuntará", explica. ¿No corre peligro entonces la planta? "Ford Almussafes siempre ha demostrado una gran competitividad, y confiamos en que así seguirá siendo", agrega Segura.
"Recuperar plantilla"
El empresario explica que las nuevas instalaciones asumirán tanto el nuevo negocio de las bandejas de las baterías del Kuga como la fabricación de otros de los productos de Grupo Segura, que sirve tanto a Ford como a los principales grupos del automóvil del globo.
La mercantil, que fue la primera empresa valenciana en responder a la crisis de la Covid-19 con la aplicación de un ERE de más de 90 trabajadores, se muestra relativamente optimista de cara a los próximos meses. "Pese a la adjudicación del battery tray, todavía no necesitamos ampliar nuestra plantilla tras el expediente, como sería nuestro deseo. Pero confiamos en que la situación mejorará y sí podamos recuperar plantilla", expone el empresario.
El denominado battery tray es un conjunto estampado, ensamblado y pintado de las bandejas en las que se colocan las baterías de los vehículos eléctricos, según precisó la empresa, que se ocupará de este componente durante al menos cuatro años.
Este encargo representará en las cuentas de 2021 un incremento en la facturación de Grupo Segura de alrededor de 40 millones de euros. "Este proyecto nos ha permitido introducirnos en el vehículo eléctrico a través de un trabajo transversal que hemos conseguido gracias a la cercanía de Ford Almussafes, pero cuya decisión final se ha tomado en Estados Unidos", expusieron.
El proyecto coloca a la firma "en una posición estratégica para abordar proyectos similares para otros fabricantes". "Supone un fuerte aliciente a seguir impulsando nuestra área de I+D+i para poder seguir aportando valor en este sector tan vanguardista y competitivo", celebraron.
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