El cántabro Clemente Fernández (San Vicente de la Barquera, 1964) está convencido de que el Gobierno de España aprobará el ansiado préstamo de 249 millones y de que a Abengoa el mercado "le viene de cara" con la economía circular y la energía renovable. Crítico con el fondo Terramar, el presidente de Abengoa prefiere la oferta de un socio español y cree que la SEPI no se ha pronunciado porque el estadounidense no es de su agrado: "No tiene la entidad suficiente".
Abengoa cumple un año en concurso de acreedores este sábado con 11.379 empleados y necesita, como agua de mayo, que la SEPI se pronuncie sobre el préstamo pedido para sus filiales. En la víspera de este aniversario, el presidente de esta compañía concede una entrevista a EL ESPAÑOL-Invertia.
Fernández reconoce cierto placer por sortear situaciones empresariales difíciles y, después, como si de la niñera mágica se tratase, marcharse. Antes de hacerse con la presidencia de la sevillana, dirigió Amper en sus momentos de mayor estrechez económica. "Si Abengoa estuviese bien, yo no estaría aquí", asegura.
Accionista de la multinacional andaluza desde hace solo dos años, cuando entró con una inversión de 400.000 euros, fue aupado por la sindicatura de accionistas minoritarios AbengoaShares llegando a la presidencia el pasado 1 de octubre. En 2002, poco después de haber contraído matrimonio, se arruinó al no poder cerrar unas operaciones de venta por ser festivo en España y esta fue "la única pérdida que no he podido pelear".
¿Está Abengoa peor de lo que usted pensaba desde fuera antes de llegar a ser presidente?
Realmente está peor porque el negocio se ha deteriorado, pero de lo que sí me he dado cuenta es del alto potencial que tiene Abengoa. Es una empresa que en estos momentos tiene más de 20.000 millones de pipeline. Al menos se puede decir que, aunque la situación actual esté un poco deteriorada, futuro hay de sobra.
Usted prefiere un socio español para Abengoa en lugar del fondo estadounidense Terramar, lo dijo públicamente en la última Junta de accionistas. ¿Llegará ese socio español antes de que sea demasiado tarde?
La opción de Terramar es llevarse Abengoa con financiación del Gobierno español. Lógicamente, el consejo actual está optando por una opción española. Estamos buscando un socio industrial y aparte estamos también intentando volver a cotizar la matriz. Aquí la clave es llegar cuanto antes a un convenio acelerado o anticipado y, a partir de ahí, recapitalizar la matriz y recuperarla.
¿Pero llegará la oferta de un socio español?
Estamos en ello. Se han barajado muchas empresas. Hemos tocado realmente a todo el sector. Con más o menos aceptación, la verdad es que Abengoa está en el radar de mucha gente. Se tiene un cierto miedo a lo que pueda hacer el pool bancario o incluso a si el Gobierno puede ver mejor o peor una acción de este tipo.
Si no llegase esa oferta española antes de junio, ¿prosperaría la de Terramar? ¿Se aceptaría?
Llegue o no llegue una oferta industrial española, sí que hay fondos que van a apoyar la operación. La vía de reabrir la cotización, hacer una ampliación de capital en la matriz, no deja de ser una opción española, vamos a seguir siendo españoles y cotizados.
Estoy plenamente convencido de que el Gobierno va a aprobar la ayuda a Abengoa y la va a aprobar, además, como debería ser, con una opción española
¿Cree que la SEPI mira con cariño a Abengoa? ¿La cree estratégica?
Por supuesto. La SEPI está rescatando a diversas compañías. Si algo hay que rescatar en España es precisamente a Abengoa. Es una empresa muy exportadora: aproximadamente más del 80% del negocio debe estar fuera de España. De su de 20.000 millones, al menos unos 16.000 son de fuera de España. Es una empresa muy exportadora con un negocio que en estos momentos es foco del mercado como puedan ser las energías renovables y la economía circular. Estoy plenamente convencido de que el Gobierno va a aprobar la ayuda a Abengoa y la va a aprobar, además, como debería ser, con una opción española.
Una vez que ha llegado usted a la presidencia, ¿cómo explica la situación en la que acaba Abengoa: de cotizar en el Nasdaq a tener dificultades en estos momentos para que llegue un socio español?
Abengoa estaba excesivamente apalancada, tenía una deuda muy alta. Encima le pilló el ajuste de las primas a las renovables y eso hizo que su plan de negocio desencajara y entrase en una deriva. Además, en esa deriva no ha primado el negocio, sino la recuperación de deuda para algunos financieros. No deja de ser una empresa muy mediática y el exceso de protagonismo hace que, con sus líos correspondientes, determinadas empresas la vean con recelo. Sale en los periódicos y en los telediarios, generalmente con malas noticias y a nivel de reputación nadie quiere verse inmerso en participar en una empresa que todavía va a tener pleitos judiciales por delante.
La SEPI ha resuelto el préstamo de Técnicas Reunidas, que es de 340 millones, y que se presentó después de la petición de Abengoa. ¿Qué hace a la SEPI echar el freno? ¿Cree usted que es Terramar?
Evidentemente. Ya que los has citado, la petición de Técnicas Reunidas entró a finales de julio, unos cuatro meses más tarde que la de Abengoa, por un importe mucho mayor y superando los 250 millones. Sin embargo, Técnicas Reunidas y muchas otras empresas que entraron a posteriori ya están resueltas. El principal obstáculo para que SEPI finalice su proceso es que el fondo ofertante Terramar no es de su agrado, si no la ayuda ya estaría.
El principal obstáculo para que SEPI finalice su proceso es que el fondo ofertante Terramar no es de su agrado
¿Por qué cree que no es de su agrado?
Es un fondo pequeño. Como hemos visto recientemente, no puede operar en su propia sede en el estado de California, está suspendido por el gobierno de allí y, además, su histórico es bastante malo. En cuanto a las compañías que ha tocado en Estados Unidos, no han evolucionado bien. Ha habido muchos líos judiciales con este fondo allí y creemos que no tiene la entidad suficiente para llevarse Abengoa, en este caso Abenewco 1.
Abengoa es muy grande como para dejarla caer, pero sus estrecheces económicas son previas a la Covid y los préstamos de la SEPI son con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas con motivo de la pandemia.
La mayoría de las empresas que están pidiendo ayudas, excepto las turísticas, traen problemas previos. Sobre todo, las empresas cotizadas. Ninguna de ellas puede decir que sus problemas entraron con la pandemia y citaría a todas: Tubos Reunidos, Duro Felguera, Técnicas Reunidas y Airtificial. Son empresas que, al igual que Abengoa, traían ciertos problemas previos y que con la situación de la pandemia se agravaron. No dejan de ser todas ellas empresas estratégicas y que debían ser apoyadas y rescatadas, al menos las que a su vez sean empresas exportadoras.
En el peor de los escenarios si la SEPI decidiera que no es elegible, ¿se guarda algún as bajo la manga?
Si la SEPI decidiera que no es elegible, sin financiación pública Abenewco 1 estaría abocada a un concurso de acreedores. Hay que tener en cuenta que se están renovando una serie de waivers con comerciales y financieros y que mientras la situación de moratoria que vence el 30 de junio esté vigente, no hay necesidad de concursar. Si a posteriori no hay una solución, habría que buscar vías alternativas para salvaguardar los negocios de Abenewco 1.
Sin el préstamo de la SEPI, Abenewco 1 estaría abocada a un concurso de acreedores
¿Qué puede contarnos sobre las cuentas de 2021? ¿Cuándo tienen previsto presentarlas?
Estamos ya en la redacción de las cuentas, ya hay un avance que se va a tratar en el consejo de la semana que viene. Están prácticamente finalizadas. Se va a pedir una extensión porque el auditor Price todavía no ha finalizado su trabajo en las del 2020.
¿Continuarán en la senda de las cuentas de 2020 en las que hubo un beneficio de 15 millones?
Sigue siendo una empresa de más de mil millones y que consigue un Ebitda muy aceptable. Pese a las dificultades, se viene de prácticamente dos años sin avales, sin posibilidad de contratación, con corte de proveedores a causa del concurso de Abengoa S.A.... Hay que decir que el concurso de Abengoa S.A. ha deteriorado mucho adicionalmente a la compañía.
Cuando se declaró no había obligación de presentarlo porque había una moratoria. De hecho, Abengoa S.A. podría seguir hoy en día sin concursar. No deja de ser una caja vacía porque todos sus negocios se han descolgado hacia Abenewco 1. La única causa de pedir el concurso de Abengoa fue parar una junta de accionistas que había a primeros de marzo y que ya los accionistas habíamos votado y la habíamos ganado. Para impedir el acceso de los accionistas, se pidió el concurso.
Abengoa podría seguir hoy en día sin concursar
Eso hizo que, en los días siguientes al concurso, se movilizaran algunos de los principales directivos para organizar una salida. En este caso, hacia Lantania, donde se fue la unidad de agua y desalación. No solamente se deterioró por la salida de trabajadores, sino que hubo un corte de proveedores a Abenewco 1 que hasta ese momento estaban surtiendo material de manera normalizada. Hubo que pasar a hacer unos aprovisionamientos clave, prepagos, para poder tener el material. La verdad es que antes se estaba operando con una normalidad prácticamente absoluta. Una vez que estaban ya firmados los waivers con acreedores comerciales y financieros, el resto de la operativa estaba muy normalizada. Fue el concurso el que lo ha deteriorado todo.
Antes de que la matriz entrara en concurso de acreedores se estuvo a punto de firmar un acuerdo con la banca.
Realmente, el concurso de Abengoa lo han ocasionado solamente dos personas para traicionar a los accionistas y han secuestrado a la compañía.
Desde fuera tenemos la impresión de que en las altas esferas de Abengoa - Abenewco hay ciertas tensiones. ¿Es López Bravo partidario de aceptar la oferta de Terramar?
Juan Pablo López Bravo (el presidente de la filial Abenewco 1) y Mario Pestaña Sartorius (director de la asesoría jurídica) están ahí para blindar esa oferta. Los accionistas me han nombrado a mí para echar a los que nos traicionaron y ellos saben que si no entra esa oferta están fuera de la compañía. Es decir, están trabajando por blindar sus puestos de trabajo.
La compañía hace malabares para pagar las nóminas de los casi 12.000 trabajadores. ¿Están garantizadas sus pagas de primavera? ¿Qué activos tienen previsto vender para conseguir liquidez?
En este momento se está mirando alguna desinversión más para intentar llevar las nóminas al día. Está claro que esta situación no puede esperar ya mucho más tiempo. Hay que buscar una solución y lo más rápido posible. Y por supuesto que sea antes del 30 de junio.
Hay que buscar una solución y lo más rápido posible. Y por supuesto que sea antes del 30 de junio
¿Con desinversiones se refiere a la venta de activos?
Recientemente se han vendido dos contratos de operación y mantenimiento en Argelia. Facilitó pagar las nóminas de diciembre, enero y parte de las de febrero. Ahora, en unos servicios no continuados se han vendido también los repuestos. Eso también ayuda a que la nómina de marzo muy probablemente se pueda pagar sin problemas. Se está continuamente viendo fórmulas de buscar liquidez mientras llega la reestructuración.
¿Presidir Abengoa en estos momentos es un privilegio o un marrón?
Para mí es un privilegio porque estoy acostumbrado a entrar en compañías con problemas. Si algo he hecho hasta ahora ha sido sortear situaciones empresariales difíciles y además es lo que me gusta hacer. Es decir, si Abengoa estuviese bien, yo no estaría aquí. Si estoy es porque me encantan estos procesos de dificultades y, sobre todo, porque el objetivo final es reflotar a la compañía, que además como tiene mucho potencial, lo vamos a conseguir. Yo no tengo ninguna duda de que Abengoa va a volver a ser una gran empresa. Todavía lo es, por supuesto, pero va a volver a su podio original.
Es la tercera vez que usted se encuentra en esta situación y siempre por iniciativa propia.
Sería la tercera cotizada en la que actúo. La primera fue la textil Dogi, donde era el presidente de la sindicatura de accionistas minoritarios. Logramos, tras una pelea que duró más de tres años, reestructurarla y sacarla adelante de un concurso de acreedores. En el caso de Amper fue un preconcurso, formé parte del capital que garantizó la primera ampliación. Logramos sacar la compañía, lógicamente también nos hicimos al control porque no estaba siendo bien llevada. Los números daba miedo verlos más que los de Abengoa, que por lo menos está en Ebitdas positivos. Amper estaban en Ebitdas negativos y sin negocio. Hace unos días, ha presentado 308 millones de ventas. Le dimos la vuelta de rojos a negros muy rápidamente.
Se puede decir que Abengoa está en todo lo que en estos momentos está de moda
En el caso de Abengoa hay que tener en cuenta que es una empresa de casi 12.000 trabajadores y más de mil millones. Lógicamente, aquí hacer milagros va a ser difícil, seguramente va a llevar más tiempo el reflotarla. El plan de negocio que hay es hasta conservador. Es decir, se puede ir a un plan de crecimiento más agresivo que el actual. Además, hay mercado para ello, nos viene de cara: economía circular, renovables... Parte de la cartera actual ya es de economía circular, como conseguir hacer fuel para aviones de residuos sólidos urbanos, por ejemplo. También están ahí varias soluciones de hidrógeno, la nueva generación de Submarinos S-80 Plus lleva la pila de combustible de Abengoa... Se puede decir que Abengoa está en todo lo que en estos momentos está de moda.
¿Qué balance haría de este primer año de concurso de acreedores?
El concurso nos impide la operativa normal de la compañía. Estamos supeditados a decisiones de una administración concursal. Generalmente las administraciones concursales no abogan por el negocio, sino por la recuperación de la deuda, que es su función. Y por eso todas las compañías que están en el concurso de acreedores sufren un deterioro adicional. La clave es poder levantar el concurso cuanto antes y lograr la financiación y la normalidad.
Para levantar el concurso, ¿debe llegar antes el préstamo de la SEPI?
Ya estamos trabajando en el convenio. Habría que afinarle y presentarle el convenio al juez, que lo acepte y se lo traslade a los acreedores. En el momento que los acreedores acepten el convenio, pues ya estaría. No tiene por qué estar unido ,pero facilitaría que todo ello fuera a la par: tanto el convenio como la financiación SEPI y la financiación adicional privada.
¡Cuántas metas antes del 30 de junio!
Estoy acostumbrado a trabajar a ritmos muy altos. El tema es que me dejen. En la administración concursal no me está dejando hacer labores ejecutivas como a mí me gustaría y eso impide que se esté trabajando a ritmos más altos.
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