La Covid-19 y la inestabilidad política parecen traer buenas noticias para la industria aeronáutica andaluza. El Gobierno de Reino Unido pretende aumentar sus reservas del A400M, las aeronaves ensambladas por Airbus en Sevilla.
Así se recoge en el Plan de Defensa del gobierno inglés hasta 2031, donde especifica que tiene previsto encargar más aeronaves del A400M Atlas en los últimos años del citado plan, es decir, alrededor del año 2028.
Unos aviones que se sumarían a los 22 de este modelo que ya encargó Reino Unido a Airbus y de los que ha recibido 20. Los dos restantes está previsto que se les entregue entre este año y 2023, según han confirmado fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia.
Las buenas campañas del A400M con motivo de la pandemia parecen animar a sus compradores. Durante la Covid, el avión andaluz protagonizó numerosas misiones de traslado de enfermos de Francia a Alemania y de búsqueda de material sanitario en China. Además, transportó respiradores a Hamburgo.
Más allá de sus hazañas durante la epidemia, el A400M también saltó a los titulares el pasado verano. Fue el encargado de transportar a los españoles que quedaron en Afganistán tras la toma de control de Kabul por parte de los Talibanes.
Otros gobiernos como el alemán, el francés, el turco y el propio inglés también lo eligieron para rescatar a sus compatriotas y colaboradores. En total, sacó de Kabul a más de 10.000 personas.
Airbus cuenta con 176 pedidos en firme de esta familia, los dos últimos encargados por Kazajistán. Estas cifras están lejos de los volúmenes que llevaría al programa a la rentabilidad, ya que para ello se necesitarían unos 50 más, según fuentes del sector. Más de 100 aeronaves del A400M se han entregado ya a sus dueños.
Industria de defensa
De formalizarse las intenciones de compra del gobierno inglés, sería una gran noticia para la industria de defensa aérea de Sevilla. Recientemente, Santa Bárbara Sistemas (SBS), empresa tractora en la provincia dedicada a la defensa terrestre, ha anunciado su intención de centralizar su producción en Asturias y abandonar las tareas de ensamblaje que hasta la fecha realizaba en su planta de Alcalá de Guadaíra.
Volviendo a Airbus. En las últimas semanas, el fabricante aeronáutico europeo ha elegido a Sevilla como escenario para los nueve vuelos de prueba de su demostrador tecnológico 'C295 FTB2' que permitirá que los aviones de defensa puedan reducir sus emisiones de CO2 y sean menos ruidosos. En esa misma planta, en San Pablo, Airbus cuenta con el centro de ensayos en vuelo, el centro de entregas y el centro de entrenamiento de tripulaciones y personal de tierra.
¿Dónde se fabrica el A400M?
Sevilla cuenta con la línea de montaje final del A400M en su factoría de San Pablo. Desde Tablada se ocupan de los flap support faring, la construcción y ensamblaje del estabilizador horizontal y la powerplant. Desde la provincia vecina, el Centro Bahía de Cádiz se encarga de los materiales compuestos y desarrolla revestimientos, largueros y piezas metálicas, entre otros. Desde Madrid, el centro de Getafe se centra en el diseño del programa, los trabajos de mantenimiento y retrofit de los aviones.
Los grandes componentes de la aeronave se trasladan a San Pablo en un avión Beluga. Esta aeronave con nombre de cetáceo está especialmente diseñada para entregar piezas y elementos de gran tamaño entre las diferentes factorías de Airbus en Europa.
Desde Filton (Reino Unido), el Beluga transporta las alas de los A400M hasta la factoría sevillana. El fuselaje o cuerpo estructural procede de Bremen (Alemania), mientras que la cabina la transportan desde Saint Nazaire (Francia) y el estabilizador vertical viaja desde Stade (Alemania).
No todas las piezas llegan por aire. El cajón central se fabrica en Nantes (Francia) y viene por carretera, al igual que el estabilizador horizontal que se confecciona en la también factoría sevillana de Tablada.
El A400M tiene un espacio interior útil de cuatro metros de ancho y cuatro de alto, con una longitud útil de casi 18 metros. Esta amplitud le permite transportar numerosos tipos de carga de gran tamaño.
Esta aeronave puede volar a distancias de hasta 8.700 kilómetros, a una altitud de crucero de 37.000 pies y una velocidad de hasta 0,72 Mach, cercana a la de un avión con motor a reacción. Su precio oscila entre los 125 y los 150 millones de euros, dependiendo de las equipaciones que soliciten los países que los encargan.