Todos los caminos conducen a un nuevo ERE en Ford Almussafes. Nuevos despidos a pesar de que la firma ya ha aplicado dos expedientes desde que estalló la pandemia, que suman juntos un millar de salidas. Nuevas marchas que se producirán aunque la fábrica logre la adjudicación de los dos coches eléctricos por los que compite con la planta de Saarlouis. ¿Las razones? Que los modelos enchufables tardarían mucho en venir y requerirían menos mano de obra.
Esta es la lectura que realizan fuentes de la factoría consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia tras el rotundo comunicado emitido este martes por el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley. "Es previsible que tanto Saarlouis como Valencia deban someterse a un redimensionamiento de su estructura actual. Los detalles exactos no estarán disponibles hasta que hayamos seleccionado una planta preferida", aseveró textualmente el directivo en un escrito remitido a ambas plantillas.
En el mismo, advirtió de que el recorte afectará al empleo. "Será un proceso difícil para muchos de nuestros empleados involucrados", dijo. El escrito también reveló que la elección entre Almussafes o Saarlouis se producirá a finales del próximo mes de junio, y que la planta que no resulte escogida no cerrará -al menos a corto plazo-.
Las fuentes consultadas por este periódico subrayan que se trataba de "una decisión inevitable". Según exponen, el recorte de personal era "imprescindible a medio plazo", porque Ford Almussafes acaba de perder la producción del Ford Mondeo y se dispone a perder también buena parte de la furgoneta Connect. "El incremento de la actividad del Kuga y de las plantas de baterías y motores no será suficiente para absorber el excedente de personal", anticipan.
El propio Rowley advirtió de que se producirá un largo valle productivo. "Independientemente de la planta que se seleccione en última instancia, es importante recordar que aún no se trata de una decisión de inversión en producto. Después de la selección de la planta, tendremos mucho trabajo por hacer para asegurar el producto para Europa", afirmó textualmente.
Producción menos compleja
Por otro lado, las fuentes consultadas subrayan a este medio que "la producción de vehículos eléctricos es menos compleja". "En consecuencia, también requiere menos mano de obra", agregan. Ford Almussafes llegó a la pandemia con una plantilla de alrededor de 7.000 trabajadores que en la actualidad ronda los 6.000. La Covid-19 aceleró los problemas preexistentes de la industria del automóvil y, en el caso de la firma valenciana, se cobró mil empleos en dos ERE, aprobados, respectivamente, en 2020 y 2021.
En caso de aprobarse uno nuevo en 2022, se trataría del tercero en tres años. Por ello la dirección parece inclinarse por no realizar el ajuste hasta 2023. Salvo que la situación se agrave, los ajustes ya realizados permitirían a la factoría retrasar el nuevo ERE hasta el año que viene, cuando ya se conozca si fabricará los dos coches eléctricos y el excedente de personal que genere la Connect.
En cualquier caso, todo apunta a que serán tantas las salidas que requerirán un nuevo Expediente de Regulación de Empleo. Los últimos aprobados en la factoría se han cubierto con salidas voluntarias en condiciones ventajosas, hasta el punto que contaron con más demandantes que despidos.
Rowley, en su comunicado, subrayó que el mencionado "redimensionamiento de su estructura actual" deberá acometerse consiga o no Almussafes adjudicarse "la plataforma de la nueva generación de vehículos eléctricos de Ford en Europa".
Finales de junio
"En enero comenzamos un proceso de consultas con los equipos de las plantas y los sindicatos en Saarlouis y Valencia para evaluar si alguna de estas dos plantas son ubicaciones potenciales para la producción de vehículos de esta plataforma", recordó el dirigente.
Como parte de este proceso, agregó, "recopilamos, compartimos y evaluamos información exhaustiva que nos ayudará a tomar una decisión, y esperamos que las consultas con los equipos de las plantas y los sindicatos continúen hasta junio". "Estamos apuntando a finales de junio para seleccionar una planta preferida", precisó.
"Tampoco es una decisión de cierre de una planta", enfatizó Ford Europa. "De hecho, estamos buscando activamente futuras oportunidades para la planta que no sea seleccionada. Este tendrá que ser un esfuerzo que incluya múltiples partes, incluidos gobiernos locales y nacionales", destacó en una llamativa alusión a las Administraciones Públicas.
En el caso de España, tanto la Generalitat Valenciana como el Gobierno de España colaboran económicamente con importantes ayudas para que Ford siga produciendo en Valencia. Los Ejecutivos temen, pese a la promesa de Ford de que no habrá cierres inmediatos, que, en caso de no ser la agraciada, Almussafes languidezca hasta un cierre a medio o largo plazo.
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