Nunca llueve a gusto de todos. El paquete de medidas urgentes para la eficiencia y el ahorro energético aprobado en Consejo de Ministros el pasado lunes conlleva una serie de obligaciones para el ámbito privado que ha dividido al tejido empresarial, especialmente al sector servicios, que es en el que más impactan las nuevas políticas. 

Para algunos (comercio textil y autónomos) es inviable que sus negocios estén a 27 grados en plena ola de calor, mientras que otros (hoteleros y supermercados) apoyan el ahorro energético aunque son incapaces de cuantificarlo. La polémica está servida

El mayor rechazo viene del sector textil. “Ya hemos hecho pruebas de poner la temperatura de las tiendas a 27 grados y el resultado es que no se puede estar dentro”, señala el presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), Eduardo Zamácola. Destaca que una situación así es “insufrible” tanto para clientes como para empleados.

[El Gobierno bonificará el 50% del precio de algunas rutas de AVE y Avant además del 100% en Cercanías]

De hecho, avanzan que en invierno, cuando la temperatura deba estar a 19 grados, “va a pasar igual y será difícil estar en el interior de las tiendas”.  

Además, la temperatura debería ser diferente según el territorio del que se trate. “En Huesca poner la calefacción a 19 grados es pasar frío” mientras “en Canarias significa enchufar el aire acondicionado”, ha criticado Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Autónomos (ATA), en una entrevista en Europa Press. El colectivo de autónomos es otro de los que ha mostrado su descontento con el plan del Ejecutivo.

Cierres automáticos

Otra de las medidas que más críticas está levantando en el sector es que antes del 30 de septiembre los establecimientos deberán disponer de cierres automáticos en las puertas de acceso para impedir que se queden abiertas permanentemente.

Desde Acotex denuncian el gasto extra que generará esta iniciativa y esperan que el Gobierno recule teniendo en cuenta que esta industria ha vivido un auténtico drama en plena pandemia, con los locales cerrados.

Varias personas caminan frente a un escaparate en Madrid.

Además, para el comercio, apagar las luces de los escaparates cuando las tiendas hayan cerrado también es una medida inasumible. Denuncian que los escaparates son una forma de presentación de la tienda y “dan vida y seguridad a la calle”. 

Un argumento muy en línea con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se ha negado a apagar la luz de los edificios públicos y de los escaparates del comercio exterior porque argumenta que esto generará “inseguridad” y espantará “el turismo y el consumo”.

Hostelería

La hostelería, otro de los sectores más afectados por el paquete de medidas, asegura que sus empresas aplicarán las medidas aunque son “chapuceras e improvisadas”, según explica a EL ESPAÑOL-Invertia, el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel.

Para Yzuel, es la primera vez que el Gobierno aprueba “medidas con las que el sector se ahorrará algo”, aunque el “ahorro es ridículo” y asegura que el hostelero protegerá el confort de su plantilla y sus clientes ya sea con 27 grados o con 25 grados. 

De hecho, ninguna de las empresas o patronales con las que este medio ha contactado han sido capaces de calcular del ahorro que supondrá la aplicación de estas políticas. Tan solo existe el dato de Paradores. La empresa pública es el ejemplo que el Gobierno ha puesto de iniciativas parecidas y cuyo ahorro cifra en un millón de euros

Hoteleros y supermercados, a favor

En definitiva, para los hoteleros la medida es positiva. “El sector ya había venido trabajando en la sostenibilidad y ahorro energético”, explica Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles (Cehat)

La patronal defiende que hay que ser solidario con Europa. “Hay que evidenciar ese mensaje de que el ahorro energético es necesario y tenemos que intentar que esas facturas o dependencia del gas de terceros países se reduzcan lo máximo posible”, señala. 

Iberdrola suministrará energía renovable a los hoteles y la sede central de Riu

Para los supermercados, el paquete de ahorro energético también es muy positivo. De hecho, es “coherente” con lo que vienen demandando desde hace tiempo, señalan fuentes del sector. 

No obstante, según ha podido saber este medio, algunos de los sectores a los que más les afectan estas medidas han pedido al Gobierno otras nuevas que podrían ser aprobadas en septiembre. Para entonces, se prevé que el Ejecutivo ponga sobre la mesa una actualización del paquete de ahorro energético.

Desde la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales (AECC) esta nueva normativa no tiene por qué comprometer el bienestar de los consumidores. “No prevemos que el consumo se vea afectado dado que hablamos de pequeñas variaciones de temperatura respecto a la normativa vigente y el consumidor es consciente de que se trata de medidas que afectan a la sociedad en su conjunto y todos los ciudadanos, sin excepción, debemos ser solidarios en esta nueva situación” , aseguran.

La asociación piden flexibilidad en la aplicación de las mismas dado el escaso plazo de tiempo que se da para implementarlas y la dificultad, en la práctica, de poder llevarlas a cabo.

La que no se ha querido pronunciar sobre las medidas de ahorro energético ha sido la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc). No obstante, sí ha valorado el real decreto ley aprobado para evitar que los transportistas de mercancías por carretera trabajen a pérdidas. Aecoc advierte de que la norma es “compleja” y que presenta “dificultades burocráticas” para su aplicación de forma “inmediata y eficaz”.

Ayudas

No obstante, ante la incertidumbre que supone para muchos negocios el plan, especialmente para los más pequeños, el Gobierno ha puesto en marcha una nueva línea de ayudas de 100 millones de euros al sector servicios para acompañar a las empresas en su esfuerzo por incrementar el ahorro y la eficiencia energética.

Son subvenciones a las empresas para reducir un 10% el consumo de energía, que estarán vigentes hasta diciembre de 2024. Serán coordinadas por el Instituto para Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y las concederán las comunidades autónomas.

Entre las actuaciones subvencionadas se encuentra la implantación de sistemas de automatización y control en los negocios. También se incentivará el uso de renovables en instalaciones de calefacción, refrigeración y ventilación, la sustitución de aparatos de refrigeración por otros de alta eficiencia o de instalaciones frigoríficas más eficientes.

Cae recordar, en cualquier caso, que, desde 2010, la ley obliga a contar con sistemas de automatización para mantener cerradas las puertas en los establecimientos.