Bruselas reclama nuevos poderes para forzar a las empresas a redirigir su producción en emergencias
La norma prohibirá a los Estados miembros limitar la libre circulación de productos y servicios esenciales para la crisis.
19 septiembre, 2022 12:05Noticias relacionadas
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La pandemia de Covid-19 a punto estuvo de destruir el mercado único, el pilar central de la construcción europea. Las medidas unilaterales adoptadas por los Estados miembros y la falta de transparencia dinamitaron el libre movimiento de productos básicos como las mascarillas, justo cuando más se necesitaba. La Comisión Europea ha propuesto este lunes crear un Instrumento de Emergencia del Mercado Único, cuyo objetivo es evitar que en el futuro se repitan estos problemas.
De aprobarse, la nueva norma otorgaría amplios poderes al Ejecutivo comunitario para forzar a las empresas a redirigir su producción en caso de emergencia, saltándose incluso sus obligaciones contractuales. En concreto, Bruselas podrá formular peticiones de información vinculantes a las compañías. También podrá exigirles que acepten pedidos prioritarios de productos necesarios para la crisis. Las empresas deberán cumplir o explicar las "razones graves" que justifican un rechazo. Habrá multas para los incumplidores.
"No queremos imponer una economía planificada. Esto es para que el mercado funcione, porque lo que vimos durante la pandemia es que los Estados miembros adoptaban medidas que impidieron que el mercado funcionara", ha explicado la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Competencia, Margrethe Vestager. Por su parte, el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, asegura que la nueva normativa es "menos coercitiva" que la que ya existen en otras potencias como Estados Unidos.
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El nuevo Instrumento de Emergencia del Mercado Único establece tres diferentes niveles de riesgo: modo de contingencia, modo de vigilancia y modo de emergencia. En la primera fase, en ausencia de crisis, Bruselas trabajará en protocolos para mejorar la preparación y en simulaciones de gestión de crisis. Además, se establecerá un sistema de alerta rápida para que los Gobiernos puedan avisar de problemas de suministro de productos esenciales.
La Comisión activará el modo de vigilancia cuando exista una amenaza de interrupción significativa en el suministro de productos o servicios de importancia estratégica. Las principales medidas previstas en el modo de vigilancia incluyen el control por parte de los Estados miembros de las cadenas de suministro de bienes y servicios de importancia estratégica. Bruselas podrá exigir a uno o varios Estados miembros que acumulen reservas de los bienes en riesgo.
El modo de emergencia sólo podrá activarse mediante una decisión por mayoría cualificada de los Gobiernos de la UE. En esta fase, los Estados miembros no podrán limitar la libre circulación de productos y servicios esenciales, como sí hicieron con las mascarillas y los equipos de protección al inicio de la pandemia. Es aquí cuando Bruselas podrá exigir a las compañías que redirijan su producción para garantizar el suministro de bienes esenciales. Finalmente, la UE relajará sus normas de certificación y comercialización con el fin de que estos bienes lleguen cuanto antes al mercado.
Las nuevas normas todavía tienen que ser discutidas y aprobadas tanto por la Eurocámara con por los Estados miembros, que en el pasado siempre se han mostrado reticentes a ceder nuevos poderes a Bruselas en este ámbito.
"La crisis de la Covid-19 ha puesto de manifiesto que debemos lograr un mercado único operativo en todo momento, incluso en tiempos de crisis, y que debemos reforzarlo. Necesitamos nuevas herramientas que nos permitan reaccionar con rapidez y de forma colectiva. Así, cada vez que nos enfrentemos a una nueva crisis, podremos garantizar que nuestro mercado único permanece abierto y que los bienes de vital importancia siguen estando disponibles para proteger a los ciudadanos europeos", ha insistido Vestager.