Reválida: examen al que se sometían los alumnos al final de cada ciclo formativo para certificar sus aptitudes y conocimientos. De aprobarla, promocionaban a otros cursos superiores, formaciones profesionales, bachillerato e, incluso, la universidad.

A algo similar se enfrentan este año los presidentes y consejeros delegados del Ibex antes citados y algunos más. Y todos esperan sacar buena nota ante el especial tribunal que les examinará: los millones de accionistas que colocarán su pulgar arriba o abajo evaluando su gestión.

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Un claro ejemplo de la labor de este ‘tribunal’ lo tenemos hace tres años. En 2020, Ana Botín obtuvo el respaldo del 98,3% de los accionistas para seguir siendo presidenta del Santander. Habrá que esperar al año que viene (el examen es cada cuatro años en la entidad financiera) para ver si mantiene la nota, la supera, o la baja.

Quienes sí tendrán que pulsar este año en junta de accionistas el apoyo a su gestión de quienes son considerados los verdaderos dueños de las empresas serán, además de los ya citados, los siguientes presidentes: Florentino Pérez (ACS), William Connelly (Amadeus), Juan Sánchez-Calero (Endesa) y Enrique Díaz-Tejeiro (Solaria). Entre los CEO, Héctor Grisi (Santander), María Dolores Dancausa (Bankinter), Rafael Mateo (Acciona Energía)…

Cuatro años más

A finales de abril, Iberdrola celebrará su junta de accionistas. Y éstos deberán votar la continuidad por cuatro años más de su presidente: Ignacio Galán. Con un bagaje de 22 años como primer ejecutivo, las quinielas apuntan a que seguirá durante otros cuatro años más. A su favor cuenta con que las acciones han triplicado su valor desde 2001.

Recientemente, acaba de reordenar la cúpula directiva de la eléctrica, con varios consejeros delegados repartidos en mercados estratégicos, que se suman al de Armando Martínez, como CEO de la firma, llevado a cabo el pasado mes de octubre. Un organigrama diseñado por y para Galán.

Quien lleva más años como presidente es Florentino Pérez: tres décadas al frente de ACS Un periodo en el que la compañía se ha coronado al frente del ranking mundial de los gigantes de la construcción. Durante los últimos 11 años es la empresa con el mayor volumen de contratación internacional. Además, lidera el ranking tanto en EEUU como en Australia.

Otro veterano de estas lides es Josep Oliu. El presidente de Banco Sabadell desde 1999 es de los que los medios de comunicación han querido jubilar desde hace años (cuenta con 73 primaveras a sus espaldas). De ahí que, cuando se le ha preguntado al respecto, siempre ha contestado: “Ya veremos, cuando toque”. De momento, parece que no.

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A su favor cuenta con haber tomado una de las decisiones que posibilitaron seguir en solitario a la entidad financiera. Su negativa a la fusión con BBVA, en noviembre de 2020, además de mantener la marca fundada en 1881, le ha permitido multiplicar por 3,6 la cotización de la entidad. Y su meta es llegar a los 1.000 millones de euros de beneficios (cerró 2022 en 859 millones).

También en esa franja de edad de los setenta años está Antonio Brufau (74 años). En su caso, ha hecho la táctica del ‘donde dije digo, digo Diego’. Porque hace cuatro años anunció que abandonaría el cargo en 2023. Pero poderoso caballero ha sido no don dinero, sino que se haya cerrado su imputación por el caso Villarejo. De ahí que pedirá la reelección como presidente de Repsol.

Aguas calmas ¿o turbulentas?

Donde las aguas parecen bajar un poco revueltas es en Unicaja. El consejo de administración decidió en 2022 mantener el actual reparto de poder entre el presidente, Manuel Azuaga, y el consejero delegado, Manuel Menéndez, hasta julio de 2023.

Será este verano cuando el CEO deberá pasar la ‘evaluación’ para asumir todas las facultades ejecutivas, y quien asuma la presidencia (Azuaga u otra persona) no tendrá un carácter gestor, sino representativo. Así quedó acordado en los acuerdos de fusión. Ambas sillas, viendo la lucha existente en el consejo de administración, podrían convertirse en ‘eléctricas’.

Más tranquilas están las aguas en Sacyr. Manuel Manrique optará a la renovación. A su favor cuenta con su particular cruzada para reducir la deuda a cero, su vuelta al Ibex 35, y su apuesta por las concesiones.

Otros presidentes, como Juan Sánchez-Calero (Endesa), José Manuel Entrecanales (Acciona Energía) y Enrique Díaz-Tejero (Solaria) también navegarán por mares en calma en sus respectivas juntas. Mientras que Francisco Reynés (Naturgy), que esquivó el examen el pasado año pese a ser su cuarto ejercicio (la junta fue en marzo y su cargo finalizaba en junio), deberá pasar por esta particular aula.

El Plan Géminis, su gran apuesta, buscaba separar el negocio en dos: por un lado, los negocios regulados; por otro, los liberalizados. Con el estallido de la guerra en Ucrania, y la posterior crisis energética, está varado en puerto. Y entre sus accionistas (fondos), hay quienes quieren vender, y otros lo contrario, aunque es cierto que en los últimos meses y ante la incertidumbre que reina en el sector se ha firmado un armisticio para dar estabilidad a la compañía. 

Para concluir, los consejeros delegados que deberán pasar por este examen: Armando Martínez (Iberdrola) y Héctor Grisi (Santander), deberán ser ratificados por primera vez en una junta. Rafael Mateo (Acciona Energía), Ignacio Madridejos (Ferrovial), Josu Jon Imaz (Repsol), Raimon Grifols (Grifols) y Luis Maroto (Amadeus) también deberán pasar el filtro. Como Gonzalo Gortázar (CaixaBank) y María Dolores Dancausa (Bankinter). ¿Lo harán con nota?