La sede de Abengoa en Palmas Altas.

La sede de Abengoa en Palmas Altas. Joaquín Corchero/ EP

Empresas

Abengoa, 40 días a la espera de cerrar la adjudicación a Cox: expectativa en Sevilla y un último giro de guión de Urbas

En la empresa crece la curiosidad por saber cuándo podrá abrirse formalmente la nueva etapa.

10 julio, 2023 02:24

Abengoa ha superado una nueva cuarentena sin terminar de abrir su nueva etapa. Más de un mes después de que el juez que adjudicó sus unidades productivas a Cox desestimara los recursos a esta decisión, el proceso sigue sin finalizar y multiplica la expectación en Sevilla. Nadie sabe cuándo podrá cerrarse la ansiada compraventa, que ahora además debe resolver primero un nuevo giro de guión protagonizado por Urbas.

La compañía, que aspiraba también a quedarse con el negocio, ha registrado un incidente de excepcionalidad sobre la base de que Cox presentó su última oferta fuera de plazo. Es un argumento que ya motivó un recurso anterior que presentó en primavera, y que quedó desestimado hace cuarenta días.

Y sin embargo, insiste. El objetivo es que se rehaga el proceso de adjudicación, sostienen fuentes de Urbas a este periódico. Su posición, partiendo de la base de que se presentó fuera de plazo, es que fue "vulnerada una norma fundamental de cualquier proceso y las garantías que asisten en cualquier proceso para cualquiera".

[Cox asegura la adjudicación de Abengoa: el juez desestima los recursos de Urbas, HSBC y los fondos AIM y Signature]

Queda por ver si se admite a trámite este nuevo movimiento, aunque teniendo en cuenta lo sucedido hace poco más de un mes, el giro de Urbas, más que sorpresa, ha sido recibido con incredulidad por otras fuentes cercanas a la compañía.

Expectación

En Sevilla no se entiende esta estrategia. Menos aún en un momento en el que se consideraba inminente que culminaran todos los trámites del proceso de adjudicación a Cox, que venció con una oferta valorada en 564 millones de euros para adquirir todas las áreas de negocio y en la que se garantizaba el mantenimiento de más de 9.000 empleos de la empresa.

En aquel veredicto pesó especialmente la solvencia demostrada por Cox, que quedó probada con la inyección de 8 millones que realizó antes de que se adjudicaran las filiales, para los primeros pagos de los créditos concursales. También había transferido 2,5 millones para el pago de nóminas atrasadas de los trabajadores de Abengoa.

La propuesta de Cox trae consigo una hoja de ruta en la que figura, entre otros, un plan industrial con el que aporta a la empresa 3.200 millones de euros de carga de trabajo en los próximos tres años, con rentabilidad garantizada.

[Riquelme desembarca en la sede de Abengoa: "Venimos con la actitud de lograr que sea un referente mundial"]

"Es una compañía a la que venimos no solo para mantenerla, sino con actitud de hacerla crecer hasta ser un referente mundial", sostuvo el presidente de Cox, Enrique Riquelme, en su desembarco en la sede de Abengoa justo 24 horas después de que el juez decidiese la adjudicación. Fue el 19 de abril.

Vinieron luego los recursos, y su posterior desestimación. Entrados en verano, en Abengoa no hay nervios porque las nóminas siguen pagándose puntualmente, pero sí que crece la curiosidad por saber cuándo podrá abrirse formalmente la nueva etapa y que se desplieguen todos esos planes.

Es una pregunta por ahora sin respuesta. El propio Riquelme evitaba la semana pasada, en la que Cox se estrenaba en el BME Growth español -con una subida del 57% en su primera semana en Bolsa- pronunciarse sobre los detalles a futuro. Esperará a que se materialice la compra de la andaluza.

Interés en 'subproductos verdes'

Mientras la cuestión se zanja, Riquelme está centrado en Cox. En su estreno en el parqué madrileño, apuntó su interés en los 'subproductos verdes'.

[Riquelme (Cox Energy): “El sur de Europa debería desarrollar más renovables para exportar 'subproductos' verdes a la UE”]

"El valor de esta compañía es, sin lugar a dudas, integrar toda la cadena de valor", explicó entonces a EL ESPAÑOL-Invertia Riquelme. Es decir, "con tecnología propia, y con la posibilidad de que la energía renovable se pueda transformar en 'subproductos verdes' exportables a Europa".

"En el mercado español, el chip que pega es gestionar la energía que se va a exportar al resto de Europa y crear otro tipo de 'subproductos'", señaló.

Es una apuesta que coincide en tiempo con la compra de Abengoa, el emblema de las renovables andaluzas. Cox cuenta con el apoyo de la Junta de Andalucía y del Gobierno para rescatarla. Una decisión que podría favorecer nuevos parques fotovoltaicos para el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, que lidera Cepsa.