La incertidumbre y la cautela que han imperado en la industria de las fusiones y adquisiciones (M&A, en inglés) de empresas desde comienzos de 2022, cuando se inició la guerra rusa en Ucrania y luego subieron los tipos de interés, podrían disiparse en 2024. Las expectativas del sector apuntan a que el próximo año será el de la recuperación.
Así se recoge en el informe ‘Del stand by al infinito’, elaborado por LLYC en colaboración con iDeals y M&A Community, en base a una encuesta en la que han participado 110 profesionales del sector procedentes de España, Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Panamá, México y Estados Unidos, y de entrevistas en profundidad con una quincena de expertos, entre ellos, gestores de capital riesgo, banqueros de inversión y abogados.
Más de la mitad de los encuestados son optimistas: la recuperación podría venir en 2024 e, incluso, “tan pronto como en el tercer y cuarto trimestre de este año”. El parón de la actividad ha sido notorio y se debe a la mayor dificultad para acceder a la financiación y su impacto en los precios. El desajuste en las valoraciones es el principal motivo de parón para un 40% de los preguntados.
Con todo, en casi todos los mercados, el segmento donde la actividad ha resistido mejor es el mid market. Por tipo de inversor, de acuerdo con un 42% de los encuestados, las gestoras de capital privado seguirán teniendo un papel muy relevante, y un 39% de los preguntados cree que su peso aumentará todavía más.
De cara a una pronta recuperación del sector, más de la mitad de los encuestados (52%) afirma que, en un escenario de incertidumbre, ganar tamaño para reforzar la competitividad y afrontar los nuevos desafíos es la principal causa para completar una operación, seguida por la necesidad de responder a los retos de la transformación tecnológica y sostenible (un 16%), reestructurar el balance (14%) o responder a la presión accionarial (9%).