La decisión se tomó en la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex), órgano interministerial colegiado encargado de analizar estas operaciones, basándose en la información aportada por los ministerios y organismos relevantes. Se trata de una reunión, según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas, que se convocó por sorpresa el mismo lunes y se celebró de forma telemática. 

Las razones por la que el Gobierno ha vetado la opa húngara han sido que "conllevaría riesgos para garantizar la seguridad nacional y el orden público", según el Ministerio de Economía, Comercio y Empresas, que alude también a la "protección de los intereses estratégicos de España".  

Sin embargo, no hay más detalles. El Consejo de Ministros ha declarado esta información como "clasificada". Con todo, antes de incluso del dictamen de la Jinvex, el Gobierno había expresado sus recelos de boca del ministro Óscar Puente.

Entre otras cosas, no gustaban nada los lazos de Magyar Vagon con el Ejecutivo de Hungría, encabezado por Viktor Orbán, y su cercana relación con la Rusia de Vladímir Putin, hoy enemiga de la Unión Europea. 

Lo que parece claro es que la decisión fue precipitada, dado cómo transcurrieron los acontecimientos este martes. La decisión de Jivex se filtró al público por la mañana, lo cual obligó a la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) a suspender su cotización. 

En paralelo, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, admitía que el asunto de la opa de Magyar Vagon sobre Talgo se había tratado en el cónclave ministerial, pero rechazó hablar al respecto. 

Sin embargo, sólo unos minutos después de terminar la intervención de Alegría, el Ministerio de Economía emitió un comunicado (que también acabó en manos de la CNMV) para, oficialmente, confirmar el bloqueo de la opa por parte del Gobierno. 

Esto permitió que Talgo volviera a cotizar, lo cual se tradujo en una caída de sus acciones del 8,26%. Así, todo parece indicar que el capítulo de la opa de Magyar Vagon se cierra... aunque puede que los tribunales lo vuelvan a abrir.  

Tren de Talgo. Europa Press

Magyr Vagon, tras serle notificada la decisión del Gobierno, afirma que tomará "todas las acciones legales a su alcance", tanto en España como la Unión Europea, para defender su opa sobre Talgo. Una operación que el consorcio afirma que es legítima, en tanto que cumple "con todos los requisitos legales vigentes".

La Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) también ha anunciado su intención de interponer medidas judiciales ante la situación. 

¿Y qué piensan desde Talgo? El fabricante ferroviario asegura que "tomará sus propias decisiones", entre las que no se descarta, tampoco, la vía judicial. 

Más allá de si se puede retomar o no la opa (por la vía judicial), Talgo todavía tiene una papeleta importante que solucionar. Tras la frustración de la compra por parte de Magyar Vagon, necesita un socio industrial que le permita incrementar su capacidad de producción y poder concluir los pedidos de trenes de sus clientes, entre ellos Renfe o el operador público alemán Deutsche Bahn.

Skoda, que había hecho una oferta de fusión, sigue ahí. Cubriría ese rol y es la opción favorita del Gobierno. Sin embargo, su propuesta ha sido rechazada por el consejo de Talgo y le faltan socios inversores.

Moncloa ha intentado movilizar a Criteria Caixa para ello, pero por ahora el holding inversor descarta participar si no cuenta con el acompañamiento financiero del Gobierno a la hora de entrar en Talgo.

Todo ello en un momento crítico en la relación comercial entre el fabricante ferroviario y Renfe por el mal funcionamiento de los trenes Avril recién entregados, que están provocando numerosos problemas en la red ferroviaria.

Una situación que ha llevado a que el operador público exige la destitución de Javier Fernández Sánchez del Peral, director general de Tarvia, empresa de la que es accionista mayoritario Talgo y que se encarga del mantenimiento de los nuevos Avril. 

Visión de los mercados 

La negativa del Gobierno no ha sido una sorpresa para los inversores. Tal y como señala Joaquín Robles, analista de XTB, "la decisión de rechazar la opa del grupo húngaro Magyar Vagon era algo que se esperaba, ya que el Ejecutivo había expresado su intención de hacerlo en el pasado". Y ello "a pesar de que esta operación podría haber sido la más beneficiosa para la compañía española".

El mismo experto recuerda que "en los últimos meses, el Gobierno ha estado buscando compradores o inversores que pudieran entrar en Talgo, especulando con la posibilidad de un entrada de Criteria o la Sociedad Estatal Pública de Inversiones (SEPI)".

Con el no de la Junta de Inversiones Extranjeras a la opa del grupo húngaro, las acciones de Talgo cerraron la sesión del martes en los 3,945 euros, un 8,26% menos.

En el corto plazo, los analistas de XTB no esperan "grandes movimientos de precios, ya que por el momento no se contempla una opa de una compañía más grande que pueda ayudar a Talgo a subsanar sus problemas de capacidad".

"La entrada de un nuevo inversor, podría acabar con las especulaciones sobre su accionariado, pero no con los problemas estructurales de la empresa", añaden.