Algunos ejemplos de productos con la imagen de Curro.

Algunos ejemplos de productos con la imagen de Curro. Cedida.

Empresas

Facturando con Curro: la mascota de la Expo92 se dispara como reclamo entre las jóvenes empresas de Sevilla

13 octubre, 2024 02:31

Sergio Ramos entrena en su casa. El vídeo del ejercicio, que llega a redes sociales, le muestra corriendo sobre la cinta, aunque detrás se le cuela otro protagonista: un balancín fabricado en los años 90 de Curro, la célebre mascota de la Expo de Sevilla. La escena no es en absoluto vintage, sino un reflejo perfecto de la moda imperante: el pájaro con cresta y pico arcoiris y patas de elefante vive una época de esplendor comercial.

Treinta y dos años después del evento, se revalorizan las piezas originales de la mascota, como los balancines, que se venden a las afueras de la ciudad por 450 euros -hay tantos que se le conoce como el 'Cementerio de los Curros'-, y brota el furor por cualquier cosa que lo incluya: de camisetas a calcetines o pósters; un deseo que cada vez más empresas jóvenes atienden.

Ya sea incluyendo a la exmascota en sus catálogos, o bien emprendiendo a partir de ella, los empresarios sevillanos han vuelto a Curro, que a tenor de sus ventas cuenta con una renovada demanda.

Porque no sólo lo buscan quienes vivieron la Expo. "Ha sido magníficamente aceptado por una nueva generación que lo ve como un símbolo de Sevilla", reflexiona Juan Carlos Picchi, fundador de Pepe Pinreles, una empresa creada hace cinco años y famosa por sus calcetines customizados con todo tipo de referencias a Sevilla, aunque no sólo, que vende cerca de 200.000 pares al año.

Tienen cientos de calcetines diferentes, pero los de Curro, lanzados tras ver una referencia a él en la Portada de la Feria de Sevilla en 2017, son especiales. "Fue un exitazo. Están entre los tres más vendidos en su primera semana", destaca a EL ESPAÑOL-Invertia Picchi.

Jóvenes y no tan jóvenes

El de los calcetines, dice, es un boom a destacar, porque siguen entre los diez más vendidos de la firma, que después sacó un bañador de Curro que es hoy su best seller en prendas de baño.

Bañador de Pepe Pinreles.

Bañador de Pepe Pinreles. Cedida.

Ahora trabajan para desarrollar más productos con esta imagen, para lo que están "en conversaciones" con el Ayuntamiento de Sevilla, dueño de la marca 'Curro, Mascota Oficial de la Exposición Universal Sevilla 1992 20 abril-12 octubre 1992' y que también impulsa su renacer.

Este año han recuperado la mascota como "embajadora" de la ciudad, que pasaría a estar presente en la promoción de eventos culturales y deportivos, para acercarla a los jóvenes.

Pero el mensaje, en realidad, ya había calado entre ellos. Los clientes de Pepe Pinreles que lo buscan tienen entre los 20 y los 45 años. "Es algo que trasciende a que hayas estado o no la Expo", sostiene este empresario, que fue siendo un niño al evento que marcó Sevilla.

Curro 'crossfitero'

Con Picchi está de acuerdo Ángel Botubol Segura, que nació en 1995. "Creo que el primer recuerdo que tengo de Curro es por un peluche de él que estaba en casa, que era de mi hermano mayor y que seguramente le compró mi madre en la Expo", recuerda.

Primer modelo de la camiseta de crossfit que lanzarán Botubol y García.

Primer modelo de la camiseta de crossfit que lanzarán Botubol y García. Cedida.

Botubol y su pareja, Dámaris García, están estos días perfilando el proyecto para lanzarse a emprender con camisetas especiales para crossfit con la imagen de Curro. Pero no el Curro clásico, sino uno que levanta pesas, sube la cuerda y realiza movimientos propios de esta actividad.

"Curro es lo que quieras que sea, y ahora es crossfitero", afirma. Ambos han testado el interés por sus diseños en Instagram, y dada la respuesta recibida, de potenciales clientes en su mayoría menores de 30 años, han decidido dar el paso adelante.

Cree Botubol que hay un movimiento a favor de reivindicar la identidad sevillana que está en auge y que ha encontrado en la mascota de Expo su máximo emblema.

"¿Qué imagen puede haber más sevillana?", se pregunta este futuro emprendedor, que también trabaja en otros diseños del que denomina "Andalusian Crossfit Style", como una mochila de crossfit sobre una silla de enea decorada como en las casetas de la Feria.

Líder frente a Cobi y Naranjito

Picchi y Botubol son los dos extremos de un espectro. El empresario que se subió al inicio de la ola de la demanda y logra con ella best sellers, y el que va a adentrarse en el desafío animado por el furor por Curro. Entre medias, confluyen decenas de artistas y emprendedores que promocionan y venden sus trabajos en las redes sociales.

Diseño de Curro crossfitero.

Diseño de Curro crossfitero. Cedida.

Camijetas, Superbritánico, Pampling... todos se suben una corriente de exploración que convive con la revalorización de los objetos del 92. "En el mercadillo hace tres años una pegatina de Curro, silueteado solo, valía un euro. Ahora te piden 10, y por un peluche pulgoso te pueden pedir ahora perfectamente 50 euros. Eso es el termómetro social de estas tendencias", remarca Ricardo Barquín, diseñador gráfico.

Barquín sólo ha trabajado una vez con la imagen de Curro. Fue para un collage que muestra a un Godzilla con la cabeza de Curro pisoteando Sevilla. Era un gesto reivindicativo: recordaba un oscuro episodio en vísperas del arranque de la fiesta, cuando una manifestación contra el Quinto Centenario del descubrimiento de América fue reprimida por la Policía Nacional de Sevilla, dejando tres heridos y un elevado número de detenidos.

El collage está expuesto en el Reina Sofía. "Lo que me da coraje ahora es que la gente lo está usando sin pensar en todo lo que suponía la Expo", lamenta. Nota que ahora las nuevas generaciones le dan otra asociación; justo una que le convierte en un símbolo especialmente atractivo para las empresas.

Un valor incalculable

¿Por qué? "Curro es un estado de ánimo. Está siempre relacionado con el ocio, nos lleva a una época súper simpática. Todos éramos más jóvenes, más felices, más guapos", advierte a este periódico Ricardo Pérez, responsable de Brand Guidance en Kantar.

Curro-Godzilla.

Curro-Godzilla. Ricardo Barquín. Cedida.

Curro, sostiene este especialista, es una marca valiosa por el vínculo emocional que genera, muy superior al de otras mascotas como Cobi o Naranjito. "El consumidor busca disfrute, y la Expo la disfrutó todo el mundo. Todo el que quería, podía ir. Todo el mundo te puede contar una anécdota de la Expo. Los Juegos de Barcelona, en cambio, eran más restrictivos", explica.

Esa asociación le favorece. También su naturaleza "muy kitsch". "Tiene algo... a Curro le puedes poner en cualquier situación", asegura. Esa circunstancia, sumada al boom de la nostalgia, le hace especialmente apto como reclamo comercial, especialmente en el sector de los treintañeros.

"Hay otras marcas en ese imaginario de los 90, como Nocilla, Cola-Cao o Donuts, que en sus últimas comunicaciones se dirigen a treintañeros", subraya.

Javier Navarro y Agustín Israel

Hay más artistas que usan a Curro de inispiración. Es el caso de Javier Navarro, profesor universitario y columnista de El Español de Sevilla. Sus ilustraciones con un Curro naif sobrevolando Sevilla se agotan en cuando salen a la venta en su web, Sevilladibujada.

También Agustín Israel tiene a Curro entre sus musas. Lo pinta al estilo de Keith Haring, junto con otros símbolos de la España de hace 30 años. También lo dibuja en piezas de loza, como su nazareno. 

¿Cuánto vale la marca Curro? Es imposible de definir, sostiene. Para medir el valor de la marca se toma la parte financiera, sus activos tangibles, y se multiplica por el valor que le da el consumidor. La mascota de la Expo no tiene tangible, por lo que no puede completarse esa ecuación, que concluye que en el caso de España, por ejemplo, la marca más valiosa es Zara: vale 24.000 millones de dólares.