Lavandeira (Atalaya Mining), en vísperas del traslado de la compañía a Sevilla: "Es difícil que una opa pueda tener éxito"
- El CEO de la minera remarca a EL ESPAÑOL-Invertia que ve complejo que prosperase una compra de control no aceptada por los principales accionistas, "entre ellos Cobas".
- Más información: Paramés vaticina una opa sobre Atalaya “más pronto que tarde” por su baja valoración
Esta semana Atalaya Mining concluye uno de los planes más trascendentales de su historia: formalizará su traslado de su Chipre natal a Sevilla. Si ningún imprevisto de última hora lo impide, este mismo jueves concluirá el proceso, que en la compañía ven como un paso natural dada la cercanía con la mina de Riotinto, la joya de su corona.
"Valoramos muchas otras opciones tanto en España como en Europa. Sin embargo, el corazón de esta empresa está en Andalucía y nos gusta estar muy cerca de Riotinto", apunta a EL ESPAÑOL-Invertia su CEO, Alberto Lavandeira, en vísperas de consumar la mudanza.
Un traslado que aprobó en diciembre de 2023 el 98% de su accionariado, que se ha demorado por trámites administrativos en Chipre, y que implicará que al completarse su nombre pase a ser Atalaya Mining Copper, S.A. La previsión es que con esa nueva denominación pasen a cotizar este mismo viernes en la Bolsa de Londres.
Atalaya Mining será así la primera empresa minera cotizada en bolsa con sede en Andalucía, una comunidad que "se ha convertido en un hub de producción metálica muy interesante y que está llamando la atención mundial como un lugar idóneo para invertir en minería", destaca.
El sur es un punto importante de operaciones para la compañía, que arrancará las obras de la mina de Masa Valverde, en Huelva, en el primer semestre de este año, aunque también despunta Galicia, con el yacimiento de Touro, en La Coruña.
Es "un proyecto excelente que casi va a duplicar nuestro potencial productivo", asegura.
De fondo, sin embargo, les han acompañado también rumores sobre la posibilidad de que se cerniera sobre ellos una opa. Unos comentarios que surgieron precisamente de Francisco García Paramés, el gurú español de la inversión y líder de Cobas AM, segundo mayor accionista de la minera con un 18,6% del capital.
"Carne de opa"
En concreto, Paramés apuntó que el gran potencial de su negocio y su baja valoración en bolsa la hacían ser “carne de opa”. "Creo que lo que García Paramés está queriendo decir es que Atalaya es una buena oportunidad para cualquier inversor", responde Lavandeira al ser preguntado por si comparte la opinión.
El CEO de Atalaya admite que "como toda empresa cotizada, la entrada de nuevos accionistas con mayor o menor control siempre es una posibilidad que está ahí", aunque matiza que debido a la configuración accionarial de la compañía, "sería difícil que prosperase una compra de control no aceptada por los principales accionistas, entre ellos Cobas".
Por delante de la española está apenas el líder global del comercio de materias primas Trafigura, a través de Urion Holdings, que posee el 21,9%.
Detrás de ellos, Atalaya cuenta con accionistas como Ithaki (6,9%), BlackRock (2,7%) o Santander (2,4%).
"Debido a esa infravaloración de la empresa según el 'consensus', es difícil que pueda tener éxito una opa en las actuales condiciones", remata Lavandeira.
Crecimiento en Andalucía
Así las cosas, se centran ahora en sus planes de crecimiento, sin olvidar estar atentos a los que puedan surgir, tanto en Andalucía como en otras localizaciones. Sobre la mesa, lo prioritario ahora es avanzar este año en Masa Valverde.
En el primer semestre arrancarán las obras de construcción de la rampa principal. "Este es el principal hito y está condicionado tanto por cuestiones comerciales como administrativas, aunque esperamos cumplir con lo previsto", señala Lavandeira.
En paralelo, la compañía sigue con una campaña de sondeos para mejorar la definición de los recursos "y sumar otros nuevos que pudieran prolongar su actividad más allá de la previsión actual de 20 años de operación".
También priorizan ampliar Riotinto con la incorporación de las masas de San Dionisio y San Antonio. Todo ello teniendo muy presente la carrera de concursos mineros de exploración abierta en Andalucía, y que interesan a Atalaya sobre todo en la zona de la Faja Pirítica Ibérica, entre las provincias de Sevilla y Huelva, y que se espera se empiecen a resolver en cuestión de semanas.
El único obstáculo serio que ven es el desarrollo de la red eléctrica en ese área, una cuestión pendiente. ¿Frenarían sus inversiones en la zona por ello? "Dependerá de si los implicados se 'ponen las pilas' y dotan a esta zona de la infraestructura acorde con la envergadura y el potencial de su industria más vertebradora", responde.
Es una cuestión que, agrega, va más allá de la electricidad: "Podríamos también incluir aquí el transporte por carretera, el agua, etc".
Extremadura, más lento de lo esperado
Otro proyecto que levanta expectación es el de Ossa Morena, en Zafra (Badajoz), que incluye un yacimiento de cobre y otro de oro. Es una iniciativa "incipiente y de pequeño tamaño, con campañas de sondeo para evaluar su potencial y procesos administrativos a un ritmo mucho más lento de lo que esperábamos", apunta.
Los resultados de los trabajos de investigación geológica irán marcando su futuro. Lavandeira remarca en este apartado que "será importante también tomar la temperatura en cuanto al interés de los gobiernos, administraciones y vecinos".
Mientras tanto, Galicia sube enteros. La comunidad está encaminada a ser su "próximo ámbito de crecimiento, con un proyecto excelente (Touro) que casi va a duplicar nuestro potencial productivo", asegura.
De cumplirse este pronóstico, será "un cambio estructural" en la compañía. "Estamos confiados en que lo vamos a lograr. Hemos puesto toda la carne en el asador", señala.
Los proyectos que mantienen en cartera serán financiados fundamentalmente con capital propio "y, en mucha menor medida, por deuda bancaria". Por ello, aclara, no está dentro de sus previsiones ampliar capital.