El Banco Central Europeo (BCE) ha comenzado a comunicar a las entidades europeas los requisitos mínimos prudenciales de capital para este 2019, resultantes del proceso de revisión y evaluación supervisora (SREP). Y Banco Sabadell, muy cuestionado por el mercado tras la publicación de sus últimos resultados anuales, cumple con las exigencias, a pesar de que el organismo regulador las ha elevado respecto a 2018.
En concreto, el requerimiento a nivel consolidado exige al Sabadell una ratio mínima de capital common equity Tier 1 (CET 1 ) del 9,64%, desde el 9% de 2018 y una ratio de capital total phase in mínima del 13,14%. Según ha informado la entidad en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su ratio de capital se sitúa actualmente en el 11,98%, mientras que la ratio de capital total alcanza el 15,49%.
El mercado ha recibido con agrado los datos y Sabadell se sitúa en la parte alta del Ibex 35 con un rebote del 2,5% hasta los 0,88 euros por acción.
En el comunicado remitido a la CNMV, la entidad presidida por Josep Oliú explica que los requerimientos del BCE no recogen la mejora del perfil de riesgo tras la venta de activos problemáticos. En 2018, Banco Sabadell se deshizo de 12.200 millones de euros de ladrillo, “lo que transformó completamente el perfil de riesgo del banco y redujo la ratio de activos problemáticos netos sobre el total del 2,9% al 1,8%”, indican. Del mismo modo, este año se han iniciado los contactos para la venta de Solvia Desarrollos Inmobiliarios, junto con un perímetro de suelos y promociones gestionados por la firma.
Sin embargo, Sabadell reconoce que el impacto de la migración de la plataforma de TSB, filial británica del Grupo, “han repercutido en el incremento de los requerimientos prudenciales”. En concreto, el incremento de la exigencia del Pilar 2 ha sido parcialmente compensado por una mejora del Pilar 2 guidance (la variación conjunta de ambos componentes ha sido +0,25%).
Para 2019, Banco Sabadell estima una generación orgánica de capital de unos 50 puntos básicos, lo que contribuiría a su posición de solvencia y a la mejora del valor contable tangible por acción en más de un 5%, según cálculos de la entidad. “Esta estimación de generación orgánica de capital asume un pago de dividendo del 50% de los beneficios recurrentes”, insiste el banco.
En el comunicado, la entidad explica que la venta de Solvia y otras operaciones para reducir activos problemáticos permitirán absorber los impactos exigidos por la nueva norma IFRS16.
MANTIENE LAS EXIGENCIAS PARA CAIXABANK Y BANKIA
CaixaBank también ha recibido los requisitos mínimos prudenciales de capital, además del colchón exigible por parte del Banco de España como entidad sistémica. Las dos exigencias se mantienen invariables respecto a 2018 en el 1,5% y el 0,25% fully loaded respectivamente, y suponen que el Grupo deberá mantener este año una ratio common equity Tier 1 (CET 1) del 8,75%, frente al 11,5% que la entidad mantenía a cierre de 2018.
Al superar el umbral, y al igual que Sabadell, CaixaBank no necesitará limitar este año la distribución de dividendos ni el pago de intereses de los bonos de capital de nivel 1 adicional.
En el caso de Bankia, el BCE ha solicitado a la entidad mantener una ratio de capital Tier 1 (CET 1) mínima del 9,25% durante el año en curso y una ratio de capital total del 12,75%, ambas medidas sobre el capital regulatorio transicional (Phase-in). Según los últimos datos disponibles a 31 de diciembre de 2018, Bankia tenía un exceso de capital de CET 1 sobre requerimientos mínimos de 455 puntos básicos (phase-in) y de 314 puntos básicos (fully loaded), mientras que sobre el capital total el exceso era de 483 puntos básicos (phase in) y de 342 puntos básicos (fully loaded).