Llega una de las citas más esperadas por el mercado dentro de la temporada de resultados de la banca cotizada. Banco Sabadell presenta este viernes sus cuentas trimestrales desde Barcelona y con muchas dudas sobre su capacidad para cumplir con los objetivos fijados en su plan estratégico.
Los problemas tecnológicos en su filial británica TSB, el miedo por el impacto del Brexit en su negocio y su exposición a bonos italianos azotaron los resultados del banco presidido por Josep Oliú en 2018. En concreto, la entidad despidió el año con un beneficio de 328 millones de euros, un 54% menos que la cifra lograda en 2017.
“Esperábamos la brusca caída del beneficio, pero las principales partidas de la cuenta de pérdidas y ganancias muestran más signos de debilidad debido a la fuerte caída de los ingresos por trading (-63%), la presión en los márgenes de explotación (-33,5%) y los gastos extraordinarios”, advertían entonces los expertos.
Por eso, las cifras de ingresos del primer trimestre serán fundamentales para comprobar si la crisis de TSB ha pasado ya a un segundo plano que permita iniciar la remontada bursátil para consolidar, al menos, el euro por acción. El consenso del mercado espera que el banco presente este viernes un beneficio trimestral de 216 millones de euros, frente a los 259,3 millones de euros registrados en el mismo periodo del pasado año. Las estimaciones apuntan a que el margen de intereses se sitúe en 900 millones de enero a marzo, lo que implica una caída del 1% respecto al mismo periodo de 2018 y del 3,5% frente al trimestre anterior, por la incorporación del impacto de la norma IFRS 16.
Los analistas de Renta 4 Banco sí consideran que la entidad incrementará sus ingresos por comisiones un 8%, y esperan un descenso en los gastos una vez asumidos los extraordinarios por TSB.
IMPULSO EN BOLSA POR UNA POSIBLE FUSIÓN
Sabadell cerró 2018 con pérdidas acumuladas en bolsa de casi el 40% y, desde entonces, ha intentado reconquistar ese nivel de un euro por acción. Pero ni el rebote experimentado durante el mes de abril ha sido suficiente. Los títulos del banco despidieron la sesión del miércoles en 0,97 euros, lo que implica volver a caídas del 3% en el año.
Este descenso ha provocado que algunos gestores empiecen a tomar posiciones en el banco, al considerar que cotiza a precios muy atractivos. Es el caso de Bestinver. La gestora comandada por Beltrán de la Lastra confía en el valor, incluso anticipando una posible ampliación de capital en el corto plazo, ante la perspectiva de que Sabadell sea protagonista en el proceso de fusiones que se avecina, con Bankia y BBVA como posibles candidatos a una operación de este tipo.
La perspectiva de una posible fusión ha sido el principal motivo de una mejora en el precio objetivo de la entidad en las últimas semanas. Aunque según datos de Thomson Reuters solo dos analistas de los 23 que siguen al valor recomiendan ‘comprar’ sus acciones, los consejos de venta también se han reducido. El precio objetivo del banco está ahora en 1,27 euros por acción, lo que implica un potencial alcista del 30% respecto al cierre del miércoles.
OBJETIVO, MEJORAR EL BALANCE
Todos los costes que la entidad debió asumir para hacer frente a su ‘dolor de cabeza’ británico supusieron el hundimiento de la ratio de rentabilidad sobre capital (ROE) del banco, que pasó del 6,1% al 2,6%, mientras que la eficiencia (coste sobre ingresos) aumentó del 50,1% al 58,3% a cierre del pasado año.
Los niveles de solvencia también se vieron afectados, por lo que la entidad ha puesto en marcha diversas iniciativas para mejorar todas estas ratios de cara a los inversores… y a su propia supervivencia. Además de entrar en las quinielas de las fusiones, Sabadell busca comprador para su gestora de fondos, la quinta del mercado español con un patrimonio de más de 16.000 millones de euros solo en fondos de inversión.
De momento, Sabadell ha cerrado ya la venta de Solvia en una operación valorada en 300 millones de euros que ha permitido al banco fortalecer su ratio de capital de máxima calidad en 15 puntos básicos.
Sus previsiones apuntan a cerrar el año con un 11,7% de CET 1 fully loaded, desde el 11,3% de cierre de 2018. Y los directivos han descartado en diversas ocasiones la posible necesidad de llevar a cabo una ampliación de capital para fortalecer balance.