Es un secreto a voces. Los bancos han puesto sobre la mesa la posibilidad de cobrar a los clientes por sus depósitos ante la negativa del Banco Central Europeo (BCE) de reducir o eliminar el tipo de facilidad de depósito que las entidades pagan al organismo monetario, que actualmente se sitúa en el -0,4% y, sobre todo, ante la posibilidad de que la institución baje aún más los tipos de interés. Sin embargo, las entidades saben que es prácticamente imposible dar el paso ante el riesgo reputacional y la salida de dinero a la que se enfrentarían. 

Ante esta difícil coyuntura, los analistas de Bankinter constatan que, como viene ocurriendo desde 2016, las entidades ya cobran a grandes empresas y determinados clientes institucionales por sus depósitos. Pero lo que posiblemente desconocen algunos minoristas es que ellos también están sufriendo los tipos negativos a través del dinero que destinan a sus fondos de inversión y otros productos de inversión colectiva. 

Fuentes del sector indican que los bancos llevan igualmente años cobrando a las gestoras por la liquidez que sus fondos, sicavs y planes de pensiones tienen aparcado en las entidades. “Llevan años cobrándonos en un rango similar, del 0,40% o próximo, al que el BCE les aplica a ellos”, explican fuentes consultadas. 

Desde una gestora independiente nacional indican que cada entidad suele aplicar su propio criterio, y que incluso pueden cobrar distintos porcentajes según el volumen de liquidez depositado. “A nosotros nos plantearon cobrarnos por la tesorería que teníamos a través de una de nuestras sicavs. Nosotros nos negamos y cuando planteamos cambiar de depositario, decidieron eliminarnos ese gasto”, explican desde otra gestora que no pertenece a ningún grupo bancario. 

EL ESCENARIO EN CIFRAS

Según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los fondos de inversión españoles tenían 16.897 millones de euros en tesorería a cierre de 2018. Una cifra que redujo notablemente desde los 22.265 millones que alcanzaron en el segundo trimestre de 2018. 

En aquel momento, comenzaba a cobrar fuerza la posibilidad de que el BCE retrasase la esperada subida en los tipos de interés, cuando en la reunión de junio el organismo monetario aseguró que el precio del dinero se mantendría sin cambios “al menos hasta verano de 2019”. Plazo que ahora se ha prolongado hasta mediados de 2020. Es decir, tener el dinero sin moverse en el banco depositario no parece la mejor opción desde hace tiempo. 

INVERSIÓN EN DEPÓSITOS

Según indican desde Morningstar, los bancos también cobran a los fondos por su inversión en depósitos. En concreto, los datos del Banco de España –a cierre de abril- reflejan que los fondos mantienen en torno a 30.000 millones de euros en depósitos bancarios, mientras que los planes de pensiones y seguros otros 31.500 millones de euros. 

Es decir, entre tesorería y depósitos, los fondos, seguros y planes de pensiones mantienen unos 78.000 millones de euros expuestos a los tipos negativos, aunque hay que tener en cuenta que, según matizan desde Morningstar, en el caso de los depósitos los bancos no cobran lo mismo por los depósitos a tres o seis meses, más similares a la liquidez, que por los productos con plazos más largos. 

FONDO POR FONDO

Solo hace falta echar un vistazo a los informes trimestrales que los fondos envían al regulador para comprobar cuánto cobra el banco depositario por la liquidez en cartera. O lo que es lo mismo, cómo se trasladan ya los tipos negativos al bolsillo de los particulares que invierten en estos productos.

Por ejemplo, Bestinfond, uno de los fondos más populares del mercado español, contaba a cierre del primer trimestre con un 10,2% de liquidez en cartera, según la última carta a los inversores de Bestinver. En este caso, y según los datos que se desprenden de la rentabilidad media de su liquidez, Banco Santander, a través de su servicio de depositaría Santander Securities Services, cobra un 0,30% a la firma comandada por Beltrán de la Lastra por ese dinero ‘parado’.

Otro de los fondos más populares del mercado, esta vez de renta variable española, es el fondo Santander Acciones Españolas. Este producto invierte, como mínimo, el 75% de su patrimonio en valores del parqué nacional. Pero el resto lo puede destinar a activos de renta fija, incluyendo depósitos a la vista o con vencimiento inferior a un año en entidades de crédito.

A cierre del primer trimestre, este fondo mantenía 113,85 millones de euros en liquidez, un 8,14% del total del patrimonio, según su informe del primer trimestre. En este caso, el fondo paga un 0,3% al año por su liquidez depositada en el banco

Otro de los fondos que en los últimos años se ha consolidado entre los mejores en términos de rentabilidad dentro de la categoría de renta variable española es el Santalucía Espabolsa, que también invierte parte de su cartera en depósitos. La rentabilidad media de su liquidez, depositada en BNP Paribas es del -0,42% este año. 

El fondo más vendido de este año, el CaixaBank Monetario Rendimiento, paga un 0,36% a su depositario Cekabank por su liquidez que, según los registros de la CNMV, rozaba a cierre de marzo los 529 millones de euros, un 10,7% del total del patrimonio. 

EL COSTE PARA LAS SICAVS

En el caso de las sicavs, el signo negativo de la rentabilidad media de la liquidez evidencian que los bancos también cobran entre un 0,3% y un 0,4% a estos vehículos por ese dinero. Por ejemplo, el porcentaje en Morinvest, el brazo inversor de Alicia Koplowitz, asciende al -0,32% este año. 

Allocation, una de las sicav que gestiona el patrimonio de la familia del Pino, también estaría pagando un 0,3% al servicio de depositaría de BNP Paribas, mientras que la rentabilidad media de la liquidez de Torrenova se acerca al -0,4% en 2019. 

Ante este panorama, y recordando que, al final, son los partícipes quienes hacen frente a ese coste, los expertos apuntan a que “de no ser por el riesgo reputacional, la banca habría empezado a cobrar ya por sus depósitos a los clientes”. “Acabará pasando, porque que la materia prima de la banca (el dinero) valga ‘cero’ no es un escenario razonable”, indican desde el departamento de análisis de Bankinter.

Sobre todo, porque los bancos sí están pagando una sanción considerable por el dinero que les sobra y que llevan de vuelta al BCE. Ese exceso de liquidez debe pagar ese interés de penalización del -0,40% en el que se ha convertido el nivel actual de los tipos de depósito. Como a los bancos de la Euroona les sobran cada día unos 1,9 billones de euros, esa 'multa' se traduce en estos momentos en un coste diario total de unos 21 millones de euros, con lo que la 'factura' anual se mueve en torno a los 7.600 millones de euros, de ahí que busquen minimizarla trasladando ese coste, o al menos parte de él, a los clientes que pueden. 

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