"No sabía qué estaba contratando... pedí 5.000 euros, llevo seis años pagando y aún debo otros 5.000". María Núñez es uno de los miles de afectados por la 'trampa' de las tarjetas 'revolving', un producto de crédito con el que, en vez de pagar a mes vencido como se hace con las tarjetas tradicionales, las entidades permiten al cliente pagar a plazos aplicando determinados intereses.
Hasta ahí, todo correcto. ¿El problema? La interminable bola de nieve que se genera si no se sabe gestionar correctamente los pagos. La deuda del crédito 'revolving' se renueva mensualmente y, como el cliente elige las cuotas, si se pagan cantidades bajas mes a mes se puede llegar a no cubrir el principal, generando nuevos intereses que se van acumulando.
"Yo solo quería algo de dinero para montar el aire acondicionado en mi casa, contraté una tarjeta de 2.000 euros con Cetelem y otra con Evo Banco y, al cabo de un tiempo, me encontré con 15.000 euros de deuda con la primera y de otros 5.000 con la segunda", explica José Tejero, otro de los afectados por el producto.
Una historia real
Tejero es el quinto de una saga de siete hermanos que, con 57 años, se vio obligado a vender su coche para pagar su deuda. "Vendí mi coche, pagué mi deuda y me llamaron para ver si quería más dinero… contraté otra tarjeta y la bola de nieve se ha hecho enorme", relata. En concreto, la deuda de este afectado asciende a 15.000 euros con una de las entidades y a 5.000 con otra.
Su historia se remonta a hace más de una década, cuando su mujer falleció y se quedó a cargo de sus tres hijas, con un salario de unos 1.200 euros mensuales como celador en un hospital madrileño. La deuda que acumuló llegó a tal punto que a principios del pasado año decidió dejar de pagar. "Las entidades me llamaban diariamente, es un acoso y derribo", asegura, insistiendo en que "no te llama el banco dueño de la tarjeta, sino empresas de recobro de deudas".
La misma sensación de 'amenaza' ha sufrido J.L.V, que con 69 años acumula deudas con cinco tarjetas 'revolving'. "Una chica me vendió una tarjeta de 2.000 euros –que posteriormente la entidad amplió a 5.000- en el aeropuerto de Las Palmas, con un contrato imposible de descifrar", explica. "Al principio pagaba todo mes a mes pero después, sin yo solicitarlo, me aplicaron el cobro aplazado con cuotas mensuales que se convirtieron en intereses cada vez mayores", recuerda.
"Es verdad que, en ocasiones, la entidad activa al cliente la modalidad 'revolving' por defecto", reconocen fuentes del departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España.
Advertencia del BdE
El organismo lleva tiempo advirtiendo a las entidades del riesgo de litigiosidad por estas tarjetas. De hecho, el pasado año se duplicaron las reclamaciones por este concepto hasta las 241, según consta en la última Memoria de Reclamaciones del organismo, que atribuye este incremento de las quejas al boom del crédito al consumo, más que a un aumento de la conflictividad del producto en sí.
"El problema está en la publicidad y en la información precontractual que se ofrece al potencial cliente", indican desde la institución. Es lo que le ocurrió a J.L.V. "A mí nadie me explicó nada, no hay transparencia a la hora de calcular y recalcular esos intereses", asegura.
El afectado explica que llegó a pagar 600 euros mensuales solo de intereses. "Para pagar a unos, tuve que pedir dinero a otros", asegura. Al final, optó por acudir a los tribunales a través de la asociación de consumidores Asufin. "Yo vivía en Málaga y de la presión que recibía desde las entidades de recobro no me atrevía ni a salir a la calle, tuve que malvenderla y venir a vivir a Benidorm", explica, recordando que otras entidades han llegado a aplicarle intereses de entre el 24% y el 27%.
Estas cifras superan la media del 19,6% que cobran las tarjetas 'revolving', según datos del Banco de España. El interés medio más elevado se registró en 2014, con un 21,17%. Por su parte, el tipo medio del crédito al consumo se sitúa en el 6,66%, mientras que a más cinco años ronda el 7,2%. "No soy ninguna tonta, sé perfectamente qué es la TAE de un préstamo pero a mí no me informaron ni me explicaron el contrato", insiste la afectada María Núñez.
Visto para sentencia
Todos los perjudicados esperan ahora la sentencia que el Tribunal Supremo hará pública este miércoles 26 de febrero. Es evidente que, en general, la gran banca no se juega ni su futuro ni sus provisiones en esta decisión de la justicia. Pero sí que se ponga fin a un producto más que rentable para el sector.
Según cálculos de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (ASNEF), el volumen del crédito 'revolving' de sus asociadas rondaba los 15.000 millones de euros a cierre de 2018, últimos datos disponibles. WiZink es la más activa en este sentido y también la entidad que mayores reclamaciones judiciales acumula.
De hecho, fue la propia entidad quién recurrió al Alto Tribunal para modificar los fallos desfavorables de anteriores procesos judiciales que, entre otras cosas, han provocado la paralización de venta por parte de Värde Partners.
Hasta ahora, la mayoría de los juzgados y audiencias provinciales han considerado como usura los intereses de este tipo de préstamos, dando la razón a los clientes no solo de WiZink, sino de otros muchos como Cofidis, Creditea, Santander Consumer, Carrefour, Cetelem, Bankinter o Caixabank. Hace apenas unos días, el juzgado de primera instancia de Benavente declaró la "nulidad por usura" de una tarjeta del BBVA con intereses de entre el 27,47% y el 41,71%.
La sentencia que se conocerá el miércoles marcará jurisprudencia y las reclamaciones podrían dispararse en los juzgados provinciales a partir de ese momento. En caso de una decisión favorable al cliente, en la que el Supremo considere los intereses de las 'revolving' usurarios, WiZink y el resto de entidades tendrían que eliminar los intereses en las líneas concedidas e incluso devolverlos, aunque habría que analizar caso por caso.
Desde ASNEF creen que no se llegará a tal punto. "Esperamos que el Supremo se fije en las tablas oficiales del Banco de España", en las que son públicos los intereses medios mes a mes en el sector. "El consumidor español está acostumbrado a financiar sus compras y servicios y el 'revolving' es un método muy utilizado para ello", indican. "Si se restringe, también lo hará el crédito al consumo y, por lo tanto, impactará en la economía", advierten.
El Banco de España recuerda, en este sentido, que "los tipos de interés son libres, sin perjuicio de los límites que establezcan los tribunales en relación con su eventual abusividad". Así, la sentencia del Supremo podría ser un primer paso para la nueva norma con la que el Gobierno pretende establecer límites legales para que la deuda no supere nunca el principal en este tipo de préstamos de una forma abusiva.