Quedan muchos detalles por conocer sobre cómo se implementarán las líneas de crédito con los avales que el Gobierno español ha aprobado este martes en consejo de ministros. Pero de momento, la banca en bloque apoya la medida, que incluye una cobertura estatal del riesgo de estos préstamos del 80% en el caso de las pymes.
En un comunicado, la Asociación de Banca Española (AEB), ha indicado que "damos la bienvenida a la instrumentación de los primeros 20.000 millones de financiación avalada, de una línea total de 100.000 millones, que recoge el compromiso de los bancos de garantizar la liquidez y el crédito necesarios a las empresas y a los autónomos para que puedan superar las dificultades derivadas de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19".
Según indican, “este primer tramo de avales nos permite poner rápidamente el programa en marcha, comprobar que el mecanismo funciona y conocer la dimensión real de las necesidades de liquidez y financiación de nuestros clientes”, ha indicado el presidente de la institución, José María Roldán.
Hasta el momento, y según datos de la AEB, el sector ya ha puesto a disposición de autónomos, pymes y empresas más de 60.000 millones de euros. Habrá qué ver ahora qué cantidad de esa partida podrá gozar del aval estatal, cuya retroactividad se limita al 18 de marzo.
Algunas entidades que ya habían empezado a ofrecer préstamos a pymes y autónomos por su cuenta, tienen operaciones cerradas desde antes de esa fecha. Por ejemplo, Banco Santander comenzó a distribuir su línea especial de financiación para estos casos el 11 de marzo, aunque aún no la ha distribuido por completo.
“Ninguna empresa española solvente debe tener problemas de liquidez ni de financiación. Los bancos, con la ayuda del programa de avales públicos, están aquí para garantizar la supervivencia de las empresas y autónomos afectados por esta crisis sanitaria. Queremos y podemos hacerlo”, indican desde la AEB.
La asociación considera que las medidas del Gobierno anunciadas "aumentan el margen de maniobra de los bancos para acompañar a los ciudadanos y empresas en estos momentos tan difíciles y evitar que la situación actual de parálisis se convierta en un problema estructural".
El siguiente paso a delimitar será el tipo de interés aplicado a las operaciones. Según indican los distintos bancos consultados, todo apunta a que, como la decisión la tienen que tomar los bancos, "lo más lógico es que el interés empuje hacia abajo, pues la banca quiere producir crédito y habrá competencia en este sentido".
Desde una entidad financiera nacional añaden que el tipo de interés no es lo que más preocupa al sector, consciente de que en un entorno de tipos en mínimos implica también un precio bajo para estos préstamos, sino más bien la capacidad de pago posterior de las empresas, especialmente las más pequeñas.