El Gobierno ha habilitado un primer tramo de 20.000 millones de euros de los hasta 100.000 millones de euros que la semana pasada anunció que movilizaría para dotar de toda la liquidez necesaria a los autónomos y a las pymes.
El Ejecutivo ha aceptado la petición de los bancos de garantizar el 80% de los créditos para pymes y autónomos que necesiten acceder a estas líneas de liquidez para hacer frente a sus pagos. Para las grandes empresas, menos vulnerables por su tamaño, las garantías de los créditos serán del 70%. Se trata de un modelo muy similar al establecido en Alemania para una línea de financiación mucho más ambiciosa en cuantías.
En el caso español, en lugar de activar toda la línea de golpe, se hará por fases. En esta primera, solo se ha puesto a disposición de las empresas y autónomos un 20% de los 100.000 millones de euros anunciados la pasada semana. Según ha explicado la ministra portavoz, María Jesús Montero, de esa primera línea de créditos abierta, solo la mitad, 10.000 millones de euros, serán para pymes y autónomos.
Montero ha explicado que los 20.000 millones de euros habilitados hoy se completarán con recursos privados, es decir, con dinero que aporten los bancos y que el Ejecutivo cifró la pasada semana en hasta 83.000 millones de euros. Según la ministra portavoz, la idea de fraccionar las líneas de crédito por fases responde al deseo del Gobierno de comprobar cómo funciona ese crédito y evaluar la situación.
Pese a que la ministra no lo ha reconocido en público, desde el sector financiero se explicaba en los últimos días que hay temor a que algunas pymes o autónomos no puedan hacer frente a los pagos de esos créditos y los impagos se disparen, lo que activaría esas garantías y obligarían al contribuyente a asumir el coste de esos préstamos morosos.
Pero lo importante ahora es garantizar esa liquidez y si esa línea se agota, se activará otra de forma automática hasta completar esos 100.000 y "si hay que ajustar [las condiciones], estaremos en condiciones de abordarlo", ha explicado Montero.
Créditos para pagos
Los avales habilitados este martes tendrán carácter retroactivo desde el pasado 18 de marzo y se garantizarán tanto los nuevos préstamos, como las renovaciones de otros activos. Solo se podrá acceder a ellos para atender a necesidades de las empresas como el pago de los salarios, facturas, necesidades de circulante o pago de vencimientos.
En el caso de las renovaciones, un crédito para el que las entidades también habían pedido respaldo, el Gobierno ha accedido a cubrir con sus avales el 60% de renovaciones.
Esos avales -que tendrían un impacto negativo en las cuentas públicas si se produce un impago del acreedor-. Según ha avanzado Montero, tendrán un plazo máximo de cinco años.
El Gobierno no ha pactado con los bancos un tipo máximo de interés para estos créditos al entender que los bajos tipos del Banco Central Europeo (BCE) hacen que ahora no haya temor a que esos intereses sean elevados. Además, ha apelado a la responsabilidad de la banca para establecer los costes de esos préstamos.
En ese sentido, Montero ha asegurado que las entidades financieras han estado dispuestas desde el primer momento a financiar a todas las empresas para sostener el tejido empresarial.
Sin aplazamiento de impuestos
Por oro lado, la ministra Montero ha descarado atender a la reclamación de los autónomos de 'perdonar" el pago de sus cuotas mientras dure la crisis sanitaria. En este sentido, ha recordado que hay "otras medidas" ya aprobadas para los trabajadores por cuenta propia afectados por la situación económica.
Asímismo, ha descartado retrasar o dar una moratoria al pago trimestral de impuestos por parte de las grandes empresas. Sin embargo, también ha recordado que “la situación es dinámica, Iremos acompañando estas medidas. Si la situación empuja a aprobar otros paquetes de medidas, lo haremos”.