La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado a negativa desde estable la perspectiva para el sistema bancario español ante la previsión de que España será uno de los países más afectados por la pandemia de Covid-19 y entrará en recesión en 2020 como consecuencia de las medidas de contención implementadas, que erosionarán la calidad de los activos y la rentabilidad de los bancos españoles.
Además de la banca española, Moody's ha empeorado a negativa desde estable su perspectiva para los sistemas de otros cinco países europeos (Francia, Italia, Dinamarca, Países Bajos y Bélgica), mientras que ha confirmado su expectativa negativa para la banca de Alemania y Reino Unido y ha mantenido una perspectiva estable para los sistemas bancarios de Suecia y Suiza.
En el caso de España, la calificadora de riesgos advierte del empeoramiento del entorno operativo de las entidades como consecuencia del impacto de la pandemia en la economía de España, uno de los países más afectados por el virus, para el que Moody's anticipa una caída del PIB en 2020, acompañada por un aumento del paro al verse obligadas muchas empresas a suspender su actividad, mientras que, con la excepción del gasto público, todos los componentes de la demanda registrarán importantes caídas, especialmente concentradas en el segundo trimestre de 2020.
Asimismo, la agencia señala el impacto de la parálisis por la epidemia en la calidad de los activos de la banca, que se deteriorará ante el debilitamiento de las cuentas de los hogares y las empresas, aunque confía en que las medidas de apoyo del Gobierno evitarán una deterioro más rápido de la exposición de los bancos.
En este sentido, Moody's subraya que el empeoramiento dependerá de la duración de la parálisis de la economía y recuerda que la exposición de la banca española a activos no productivos se mantiene por encima de la mayoría de sus competidores en Europa, a pesar de la sustancial disminución registrada en los últimos años.
En cuanto a la rentabilidad de los bancos españoles, la calificadora de riesgos anticipa que se verá presionada por el aumento de las provisiones por préstamos fallidos y los meores volúmenes de crédito, además de que los bajos tipos de interés continuarán presionando sobre los márgenes de las entidades.
"El incremento de las provisiones por préstamos fallidos será mayor cuando más dure el brote de coronavirus", advierte la agencia, que estima una limitada capacidad de los bancos de contrarrestar el impacto mediante recortes de costes y aprecia cierto margen de maniobra para reducir inversiones no esenciales.
Por otro lado, Moody's prevé que los niveles de capital se mantendrán estables en niveles bajos, con una menor capacidad de las entidades españolas de generar capital internamente a medida que baje la rentabilidad, mientras que el debilitamiento del crédito limitará el aumento de los activos ponderados de riesgo del sector, lo que contribuirá a apuntalar los ratios de capital.
Asimismo, la agencia confía en que la financiación y liquidez del sistema bancario español se mantendrá estable, apoyado por las medidas públicas introducidas para mitigar los riesgos de refinanciación por la volatilidad de los mercados. En este sentido, Moody's mantiene su confianza respecto de la moderada probabilidad de apoyo público a las cinco mayores entidades y una baja probabilidad en el caso de las de menor tamaño.
Además de empeorar su perspectiva para el sistema bancario español, Moody's ha recortado a negativa desde estable su perspectiva para los sistemas de otros cinco países europeos (Francia, Italia, Dinamarca, Países Bajos y Bélgica), mientras que ha confirmado su expectativa negativa para la banca de Alemania y Reino Unido y ha mantenido una perspectiva estable para los sistemas bancarios de Suecia y Suiza.
Los cambios reflejan la expectativa de que la propagación del Covid-19 en Europa afectará a la actividad económica este año, provocando una contraccion en el primer y segundo trimestres de 2020, aunque la agencia espera que las medidas fiscales y monetarias de apoyo contribuirán probablemente a una recuperación por encima de la tendencia en los trimestres posteriores, aunque descarta que la pérdida registra entre abril y junio pueda recuperarse completamente.
En este sentido, Moody's considera que las medidas de apoyo de largo alcance implementadas por los gobiernos "no serán suficientes para comensar totalmente el impacto adverso del cierre autoinducido para frenar la pandemia".