No han tenido opción. El recrudecimiento de la crisis del coronavirus durante las últimas semanas de marzo y las primeras de abril han obligado al sector bancario a ajustar sus planes de presentación de resultados, adoptando mayores provisiones que, en un principio, habían reservado para trimestres posteriores.
El pasado jueves, Bankinter dio el pistoletazo de salida a una nueva ronda de resultados para la que el consenso recopilado por Renta 4 Banco estima una caída de unos 900 millones de euros en las ganancias respecto al primer trimestre de 2019, en buena parte por el mordisco que las provisiones darán al beneficio de las entidades.
En total, los expertos anticipan que los seis bancos del Ibex (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter, que ya anunció un beneficio de 130 millones de euros) presentarán un beneficio conjunto de unos 3.250 millones de euros hasta marzo, un 21% inferior a los 4.145 millones registrados en el mismo periodo del año anterior. 890 millones de euros menos.
Efecto dividendo
Las cifras del consenso se asemejan a las establecidas por Barclays, la única firma que hasta hace unos días se había atrevido a poner datos sobre la mesa, ante la incertidumbre sobre si los bancos aplicarían o no provisiones a sus cuentas del primer trimestre.
Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco, indica que “la decisión de la mayoría de las entidades de posponer o cancelar el dividendo con cargo a 2020, y en otros casos el complementario con cargo a 2019 permitirá registrar un impacto positivo en capital”.
Sin embargo, considera que este efecto “se verá mermado por las mayores provisiones", sin olvidar el consumo de capital derivado de impacto regulatorio, operaciones corporativas y la actualización de las valoraciones de las carteras de bonos y participaciones afectadas por la caída del mercado.
Banco Santander será el siguiente en pasar por el ‘test de los mercados’. La entidad presenta este martes sus cuentas trimestrales y los expertos creen que lo más importante vendrá de lo que el consejero delegado, José Antonio Álvarez, mencione sobre el capital “que a lo largo del año no solo asumirá las provisiones por el coronavirus, sino también el impacto pendiente de consumo por regulación y evolución de los mercados”.
Mayores dotaciones
El consenso recopilado por Renta 4 Banco anticipa abultadas dotaciones por provisiones, que alcanzarían los 110 millones de euros solo para las destinadas a la lucha del coronavirus. El impacto sería un beneficio neto total de 1.623 millones de euros, por debajo de los 1.948 millones ganados de enero a marzo del pasado año.
El consenso es más pesimista con BBVA, al esperar una peor evolución de los básicos junto con mayores provisiones que llevarían a un beneficio neto de tan solo 929 millones de euros, un 21% menos que el año anterior. Renta 4 es algo más optimista con las cifras al anticipar un beneficio de 1.050 millones de euros para la entidad, frente a los 1.182 del primer trimestre de 2019.
Solo para el negocio en España, se prevé un beneficio de 284 millones, un 18% menos. EEUU sería la región más impactada en estas cuentas con una caída del beneficio del 48% hasta los 66 millones de euros, según datos del mercado.
Por su parte, el consenso estima un beneficio neto de 368 millones de euros para CaixaBank, lo que supone un descenso del 31%. Sin embargo, los analistas de Renta 4 Banco anticipan mayores provisiones y menores ingresos, con un desplome muy superior en las ganancias previstas, del 60% hasta los 215 millones de euros.
La banca mediana, en el foco
Dentro de la banca mediana, Bankia sale mejor en la foto final que Sabadell. Los expertos anticipan para la entidad comandada por José Ignacio Goirigolzarri un beneficio neto de 142 millones de euros, un 31% menos que los 205 millones ganados de enero a marzo de 2019.
El desplome se agrava al 76% en el caso del Sabadell. Los analistas de Renta 4 manejan una de las peores previsiones para la entidad, estimando que cerrará el trimestre con un beneficio de 63 millones de euros, frente a los 258 del año anterior, con todo el mercado pendiente del futuro de su filial británica TSB, después de que la bajada de tipos del Banco de Inglaterra haya puesto en jaque el plan estratégico para la entidad.