La presentación de los resultados del Banco Santander ante los analistas evidencia el impacto que la crisis económica derivada del coronavirus va más allá de unas provisiones disparadas, que en el caso de la entidad comandada por Ana Botín han superado los 1.600 millones de euros en el primer trimestre.
La caída del negocio de hipotecas y de préstamos al consumo ha sido brutal para el sector en plena época de confinamiento, con lo que las entidades están intentando apoyarse en los préstamos a empresas que necesitan liquidez para hacer frente a la crisis y mantener vivo su negocio.
En concreto, Banco Santander ha sufrido una contracción media del 60% en la producción de nuevas hipotecas, mientras que en crédito al consumo el porcentaje se sitúa en el 25%. En el caso español, la solicitud de préstamos para la compra de una vivienda se ha hundido casi un 80%, con datos a mediados de abril comparados con antes de la crisis (febrero).
En total, la entidad ha recibido 253.000 solicitudes de moratorias hipotecarias. En España, la cifra asciende a 45.000, lo que implica que estos aplazamientos ya suponen el 8% de su cartera. En Europa, la entidad estima que la cifra se sitúe en los próximos meses entre el 15% y el 20%.
Durante la presentación de sus resultados ante analistas, la entidad ha especificado que, de media, ha concedido unos 100 millones de euros en hipotecas en abril, desde los 245 millones que anotaron en febrero.
Líneas ICO
Banco Santander también ha destacado que en el segmento de financiación empresarial la entidad ya ha repartido 9.600 millones de euros en líneas ICO para afectados por la crisis. La cifra supone casi un 40% de los 24.452 millones de euros que, según las últimas cifras del Ministerio de Econonía, ya ha llegado a las empresas.
Además de los préstamos avalados, la entidad ha entregado otros 12.000 millones de euros a empresas, pymes y autónomos afectados por al crisis, una cifra muy por encima de los préstamos a través de las líneas del ICO.
Banco Santander ha decidido protegerse frente a la crisis sanitaria con unas provisiones totales de 1.646 millones de euros que han provocado que el beneficio atribuido de la entidad hasta marzo se haya desplomado un 82% de enero a marzo hasta los 331 millones de euros.
El fuerte impacto se debe principalmente a la provisión de 1.600 millones por el deterioro previsto en las condiciones macroeconómicas derivadas de la crisis sanitaria que ha causado la pandemia del Covid-19. Y puede haber más.