La pandemia del coronavirus sigue azotando las cuentas de las entidades financieras españolas. Durante el primer trimestre del año, CaixaBank registró un beneficio de 90 millones de euros, un 83,2% menos que en el mismo periodo de 2019, tras el esfuerzo de cobertura de riesgos que incluye una provisión extraordinaria de 400 millones para protegerse frente al impacto de la crisis.
Además, la entidad comandada por Jordi Gual ha tenido que sumar a esa cifra una provisión de otros 109 millones de euros asociada a las prejubilaciones acordadas a finales de febrero y que, según indican, generará ahorros adicionales a partir del segundo trimestre del año.
El difícil entorno que ha dejado la crisis sanitaria ha obligado a CaixaBank a paralizar por completo y dejar sin efecto los objetivos financieros previstos para 2021.
La visibilidad sobre el futuro en el sector es prácticamente nula, sobre todo por la incertidumbre sobre cuánto durará la crisis y cómo de fuerte será la recuperación. Por eso, las entidades han comenzado a proteger sus balances con fuertes volumenes de provisiones, además de recordar que llegan a la crisis en una situación de solvencia y liquidez mucho más fuerte que la de hace años.
En concreto, los activos líquidos totales de CaixaBank se sitúan en 96.227 millones de euros, con un crecimiento de 6.800 millones de euros en el trimestre. Asimismo, el capital CET 1 se sitúa en el 12%. La cifra está por encima de lo requerido por el regulador, y en línea con el cierre de 2019.
Por otro lado, la ratio de morosidad se mantiene en niveles muy reducidos con un 3,6% y coberturas que se incrementan en 3 puntos porcentuales hasta el 58%.
Préstamos y moratorias
La entidad ha centrado sus esfuerzos en el último mes en las ayudas a empresas y familias, siguiendo las aprobadas por el Gobierno además de las lanzadas por el propio banco. Respecto a las líneas ICO, y hasta el 28 de abril, CaixaBank ha gestionado 128.700 solicitudes de sus clientes por un importe total de 11.140 millones de euros, muy por encima del cupo asignado. CaixaBank ya ha abonado 3.700 millones de euros de estas peticiones.
Del mismo modo, desde el inicio del estado de alarma y hasta el 23 de abril, la entidad ha concedido al tejido empresarial un total de 14.000 millones de euros en créditos, al margen de las líneas ICO, para mitigar el impacto de esta crisis sanitaria.
En cuanto a las moratorias, la entidad ha gestionado un total de 220.000 solicitudes: 95.000 de moratoria hipotecaria y 125.000 de consumo, que afectan a una cartera cuyo importe asciende a 8.500 millones.
CaixaBank está en pleno funcionamiento desde la declaración del estado de alarma, con el 90% de la red abierta y la prioridad de ofrecer servicios financieros esenciales al tiempo que protege la salud de empleados y clientes. Un 50% de los profesionales de la red se encuentran en situación de teletrabajo, así como la práctica totalidad de los empleados de servicios centrales y de las direcciones territoriales.