El Consejo de Ministros aprueba este martes un nuevo tramo de avales del ICO por valor de otros 20.000 millones de euros. Una partida que, según indican fuentes financieras, ha sido especialmente luchada por el sector bancario, que ha pedido al Gobierno que destine la mayor parte de esta cantidad, si no íntegra, al segmento de pymes y autónomos.
Finalmente el cien por cien de la partida se destinará a las pequeñas empresas, después de que el pasado domingo, la ministra portavoz, María Jesús Montero, asegurase que esta nueva ronda de avales sería al 50% “como mínimo” para este colectivo. Aunque desde Economía explican que la decisión estaba tomada desde hace días, dos entidades financieras consultadas apuntan a que ese "como mínimo" sembró algo de incertidumbre en un sector abrumado por una ola de peticiones de pymes y micropymes que copan la práctica totalidad de las solicitudes.
“De todo lo que nos ha llegado hasta ahora, menos de un 10% corresponde a grandes empresas”, aseguran fuentes de una entidad consultada, que reconoce que esta situación se repite desde que se pusieron en marcha los avales, sin llegar a cubrir los tramos asignados para grandes compañías, que tienen más facilidad para acceder a otras fuentes de financiación.
Ola de solicitudes
Para hacerse una idea de la avalancha de tramitaciones a la que el sector está haciendo frente estas semanas en el segmento de pymes y autónomos, solo hay que echar un vistazo a los datos oficiales. Hasta el 13 de mayo, el ICO había registrado 371.070 operaciones, con avales por importe de 36.291 millones de euros y un flujo de crédito canalizado de 47.751 millones de euros.
De estas cifras, el segmento de pymes y autónomos copa 364.213 operaciones, con avales por 25.277 millones de euros y financiación canalizada por 31.659 millones de euros. Es decir, las pequeñas empresas suponen el 98% de las operaciones, el 67% de los avales liberados y el 66% del flujo de crédito total.
Los bancos están desbordados y llevan tiempo solicitando al Gobierno que amplíe, si llega a ser necesario, el cupo que falta de los 100.000 millones de euros acordado para este tipo de financiación.
Desde el Gobierno insisten en que los tramos deben seguir ‘soltándose’ poco a poco conforme siga la demanda y recuerdan que los avales concedidos por la banca, esos 36.291 millones de euros, suponen solo algo más de la mitad de los 64.500 millones ya disponibles en los tres primeros tramos.
La clave está en las pymes
Precisamente, el Banco de España defendió el lunes la agilidad del sector a la hora de tramitar los préstamos, abogando entre líneas por la necesidad de seguir dotando de 'liquidez avalada por el estado' a las pequeñas empresas.
El gobernador Pablo Hernández de Cos recuerda que "el reducido tamaño medio de las sociedades no financieras sitúa al tejido productivo español en una posición de mayor vulnerabilidad frente a la pérdida de ingresos como consecuencia de la crisis del Covid-19, dado que, con carácter general, las pymes cuentan con un menor acceso a la financiación externa y unos costes fijos más elevados en proporción de la facturación".
Del mismo modo, desde el organismo insisten en que, a diferencia de las moratorias en hipotecas y préstamos al consumo, las entidades financieras sí tienen que valorar los riesgos de estas solicitudes antes de su concesión. Por eso, Hernández de Cos fue tajante al asegurar que “no nos podemos permitir dar crédito a empresas que ya sabemos que no son viables”, defendiendo al sector de las críticas por los rechazos en muchas solicitudes.
Fuentes del sector financiero reconocen que se rechazan muchas solicitudes, pero todas por motivos de riesgos elevados de impagos, más allá del impacto de la crisis del coronavirus en sus cuentas.
Los bancos ofrecen, además, otra serie de alternativas más allá del ICO. Por ejemplo, Bankinter lleva tiempo aplicando carencias en los préstamos a determinados clientes, post financiación confirming o con préstamos preautorizados para poder utilizar con fines diferentes al inicial, que era el pago de impuestos y seguros sociales. Bankia también ha puesto en marcha una serie de créditos puente para ayudar a las empresas que opten por no pasar por las líneas ICO.
Durante la presentación de resultados del primer trimestre, CaixaBank también explicó que durante la pandemia había concedido 14.000 millones de euros al sector empresarial, al margen de las líneas ICO.
Aun así, las solicitudes desbordan al sector. Bankinter, por ejemplo, ya ha consumido más del 65% del importe que se le ha asignado en los tres tramos de avales. Por eso, desde el sector insisten en que lo que falta por liberar “debe ir, sí o sí, destinado a pequeñas empresas y autónomos”.