Los fondos internacionales y otros grandes inversores han aprovechado estos meses de volatilidad para reajustar su exposición a la banca española, siendo especialmente significativos los movimientos en el capital de la banca de menor tamaño, siempre en las quinielas para participar en las fusiones a futuro.
Los desplomes acumulados este año son, sin duda, históricos en el sector. Ni una sola entidad cotiza con pérdidas inferiores al 30% en el acumulado de 2020. CaixaBank y Bankinter son las que mejor comportamiento registran con pérdidas del 33% y del 36%, respectivamente, mientras que BBVA cae un 39% en el periodo. A partir de ahí, los desplomes se disparan. Banco Santander se deja un 42%, Bankia, Unicaja y Liberbank más de un 50% y, como punta del iceberg del ’crash’, Banco Sabadell, con caídas que superan el 70%.
En medio de bruscos movimientos tanto al alza como a la baja, los institucionales buscan bien una oportunidad, bien finiquitar una posición en pérdidas que ya no pueden aguantar más. La operación más reciente ha sido la llevada a cabo por BlackRock en Bankinter.
El gigante de la inversión, convertido ya en casi un histórico del Ibex, ha incrementado esta semana su exposición a la entidad desde el 3,64% al 5,61%, pasando a ser su segundo máximo accionista por encima de la familia Masaveu y solo por detrás de Jaime Botín que, a través de Cartival, ostenta cerca de un 23% del capital.
Entre acciones directas e instrumentos financieros, BlackRock tiene ya 50,43 millones de títulos de Bankinter que, a precio del cierre de jueves, estaría valorado en unos 209 millones de euros.
Sabadell, en el punto de mira
El gigante de la inversión estadounidense ha llevado justo el movimiento contrario en Sabadell, la entidad con peor comportamiento en bolsa este año. Su nombre ya no aparece en el listado de accionistas significativos del banco en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tras sucesivas ventas de paquetes desde finales de junio que han reducido su participación por debajo del 3%.
En concreto, BlackRock ostentaba a principios de año más de un 5,2% de la entidad, cuando sus títulos aún superaban el euro por acción. Es decir, las sucesivas ventas de las últimas semanas han sido a pérdidas, pues la gráfica del banco se mueve ahora en el entorno de los 0,3 euros por título.
Lo mismo le ha ocurrido al Sanders con su irrupción en febrero en Banco Sabadell con una participación del 3,473%. Por aquel entonces, este porcentaje estaba valorada en unos 168 millones de euros a precio de mercado. Hoy, el valor cae hasta los 60 millones de euros. Por su parte, el magnate mexicano y consejero del banco David Martínez Guzman sigue siendo el principal accionista con un 3,49% del capital, sin movimientos destacados estos meses.
Otro de las grandes operaciones en la banca cotizada durante estos meses fue la irrupción de BlackRock en Bankia hace algo más de un mes, coincidiendo con el levantamiento del veto a los cortos sobre la bolsa española, aflorando un 4,31% del capital en plena debacle bursátil de la entidad. Una operación que se desarrolló a través del fondo BlackRock European Master Hedge Fund Limited. Precisamente, esta operación dio mucho juego a los bajistas, después de que la firma 'prestase' un 0,3% de su inversión.
Unicaja y Liberbank
Entre las entidades de menor tamaño, Unicaja también ha experimentado importantes movimientos en su capital en las últimas semanas. Esta vez, las compras imperan demostrando que los inversores confían en la recuperación de la entidad… o en una futura fusión que pueda hacer repuntar su valor en bolsa. El 18 de mayo, el empresario Tomás Olivo se convertía en accionista significativo de la entidad con una participación del 3,064%, cifra que en junio ha vuelto a elevar hasta superar el 5,02%.
En total, cuenta con 80,9 millones de títulos que a precio de mercado (0,47 euros por acción) estarían valorados en unos 38 millones de euros. De momento, la operación no ha sido del todo redonda para el magnate de los centros comerciales, pues en el momento de la operación, y con Unicaja cotizando a 0,52 euros, el valor de mercado de la participación alcanzaba los 42 millones de euros.
Los desplomes del valor a principios de año también hicieron que Santalucía AM se lanzase a comprar títulos de la entidad, aflorando a finales de marzo un 3,2% de su capital. Aunque la aseguradora también está sufriendo los 'achaques' del mercado, se trata más bien de un movimiento estratégico, al ser la firma socio de Unicaja en el negocio de seguros de vida y planes de pensiones.
En el Mercado Continuo, los inversores institucionales también han aprovechado para moverse en Liberbank. DWS, que se convirtió en accionista significativo del banco en enero al superar el 3% de su capital, elevó esta participación en abril al 4,74% y, después, al 5,067%. Según consta en la CNMV, su actual participación (con registro el 19 de mayo), es del 3,827%.
El fondo Oceanwood también ha realizado movimientos de pequeños paquetes en las últimas semanas, pero su participación aún se mantiene en torno al 17% del capital del banco.
Otros grandes inversores como las Fundaciones de Cajastur, Caja Cantabria y Caja de Extremadura (24,31%), el empresario Fernando Masaveu (5,763%) o el mexicano Ernesto Luis Tinajero Flores (7,147%) han aguantado el tirón sin vender (ni tampoco comprar en las caídas), manteniendo sus participaciones invariables durante estos meses.
Calma en los grandes
Entre las grandes entidades, Banco Santander es la única en la que no se han registrado movimientos de los grandes fondos durante los desplomes bursátiles de estos últimos meses. En CaixaBank, BlackRock ha mantenido su operativa con movimientos de pequeños paquetes durante la pandemia, hasta dejar su participación en la entidad en el 3,06% a 9 de marzo, según los registros de la CNMV.
Por su parte, Norges Bank sí ha aprovechado las caídas para comprar y volver a situar su participación sobre la entidad de origen catalán por encima del 3% (3,01%) a 4 de junio, nivel que había abandonado el pasado año.
El fondo soberano de noruega también se movió en BBVA, reduciendo su participación en el banco del 3,6% en abril al 3,36% en mayo. Aún así, se mantiene por encima del 3,051% con el que se convirtió en accionista significativo de la entidad en febrero, sólo superado por la gestora estadounidense BlackRock, que controla el 5,917% del capital, sin ningún movimiento destacado aprovechando las caídas del valor.