A solo unos días de que los consejos de Bankia y CaixaBank aprueben su fusión, una decisión que se retrasará más allá del domingo, como estaba previsto inicialmente, los inversores en bolsa ya han puesto en valor el posible canje de la operación. Al menos, en lo que a capitalización bursátil se refiere.
Una semana después de que ambas entidades comunicasen a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que estaban inmersas en negociaciones para su fusión, el mercado da por hecho que Bankia tendrá un peso del 26% en el grupo resultante.
Desde el viernes 4 de septiembre, día en el que estos valores empezaron a cotizar el anuncio, los títulos de Bankia se han revalorizado un 32,8% hasta los 1,37 euros, dejando su capitalización bursátil en 4.211 millones de euros y con una cotización prácticamente estable después del ‘subidón’ posterior al anuncio.
Por su parte, las acciones de CaixaBank han subido un 11% hasta los 2,01 euros, situando su valor de mercado de 12.022 millones de euros. Así, en la última sesión bursátil previa a los consejos (si finalmente se celebran el domingo, como está inicialmente previsto), la capitalización conjunta ascendería a 16.230 millones de euros, con ese peso del 26% de Bankia.
Es cierto que este es un cálculo bruto, pues hay que tener en cuenta otros factores en la ecuación, como las sinergias y los gastos de reestructuración iniciales. Sin embargo, sí sirve para hacerse una idea de qué entidad ha pesado más en las negociaciones y en el diseño del que será el primer banco de España por activos.
El interés del FROB
Teniendo en cuenta esta premisa, la participación del Estado en la nueva entidad, que actualmente controla el 61,8% de Bankia a través del FROB, rondaría el 16% a precios de mercado.
“Al Estado le beneficia más que el cálculo se haga por valor neto contable, porque este es muy superior a la capitalización bursátil y habrá estado luchando por eso en las negociaciones”, explican fuentes consultadas. “Si el canje que calcula el mercado ronda el 25-75, la entidad va a querer el 30-70 o más y, para conseguirlo, necesita inflar el valor del banco y la única forma de hacerlo es mediante el valor neto contable”, insisten.
Los expertos recuerdan que así se hicieron las fusiones de las cajas. “Es una fórmula que se queda obsoleta por la volatilidad de valoración que presenta el sector bancario respecto a otro tipo de empresas, pues depende de muchos más factores que varían cada día”, indican los expertos, que auguran cierto peligro en este sentido.
“Bankia entrará en la ecuación muy sobrevalorada. Y si partes de una valoración realizada a partir del valor en libros, pero que no tiene en cuenta el descuento al que cotizas, cuando la entidad fusionada salga a bolsa, caerá, porque el mercado lo pondrá en precio”, auguran.
Cálculos en la banca de inversión
La banca de inversión lleva días haciendo cábalas sobre el posible canje final de la operación. Barclays fue uno de los primeros indicando que los accionistas de Bankia no podrán aspirar a una prima superior al 20%, basando sus cálculos en el precio medio de cotización de la entidad desde el 31 de julio al 4 de septiembre (1,11 euros).
Ese 20% de prima sería el límite que los analistas de la firma británica han establecido para que la fusión resulte atractiva a los accionistas de CaixaBank. Un porcentaje que el valor ya habría absorbido tras las subidas de estas sesiones, y también por encima de ese precio medio empleado por Barclays para sus cálculos.
Algo más optimistas se muestran los analistas de Santander Corporate Investment Banking que, en un informe elaborado esta semana, teniendo en cuenta las sinergias y ajustes iniciales, calculan una subida del 34% en bolsa para la entidad fusionada respecto a la valoración que los bancos tenían antes del comunicado a la CNMV. En concreto, cifran en 4.742 millones de euros la creación adicional de valor para los accionistas.
De momento, tanto Bankia como CaixaBank se han beneficiado estos días de nuevas recomendaciones por parte de los analistas que han elevado sus precios objetivos respecto a hace unas semanas. En concreto, el consenso recogido por Refinitiv otorga un precio objetivo a Bankia de 1,24 euros por acción, aún por debajo de los 1,37 en los que cerró el viernes. En el caso de CaixaBank, su valoración media se sitúa en 2,19 euros, siendo el único banco del mercado español, junto con Unicaja, que mantiene su recomendación de compra.