José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar serán, respectivamente, presidente y consejero delegado de la nueva CaixaBank. Una doble G que tendrá que capitanear el que se convertirá en el primer banco de español por gestión de activos (650.000 millones), con más de 6.700 oficinas y 51.534 empleados.
Ambos tendrán que liderar la nave para que llegue a buen puerto en un contexto nada favorable para el sistema financiero, con unos tipos bajo mínimos, y en plena crisis económica. Sin embargo, los ‘elegidos’ por sus accionistas mayoritarios (Criteria y el FROB) son dos pesos pesados en el sector que cuentan con una amplia trayectoria nacional e internacional.
El ‘recién llegado’ Goirigolzarri, por aquello de que se incorpora desde la entidad absorbida, inicia la nueva aventura con 66 años. Lo hace después de haber logrado enderezar el rumbo de una Bankia a la que llegaba en 2012 tras sustituir a Rodrigo Rato y cuando la imagen de la entidad estaba por los suelos tras ser rescatada con más de 22.400 millones de euros.
Goirigolzarri
Un trabajo para el que comprometió su prestigio, su palabra y su credibilidad. No hay que olvidar que ‘Goiri’, como le llaman quienes más le conocen, asumió la presidencia de Bankia “por responsabilidad social”. Fue todo un reto para un técnico de la banca que puede presumir de haber creado un producto tan conocido por todos (los más mayores) como el ‘Libretón del BBVA’ con el que la entidad consiguió captar más de 750.000 clientes.
Nadie duda de que su compromiso en Bankia era con Bankia. Él estaba convencido de que podían llegar a ser la “mejor banca comercial” de España. Ahora podrá seguir avanzando en sus planes, pero desde una entidad reforzada, con mayores ratios de capital y con una capacidad comercial infinitamente superior.
Gortázar
Tendrá que trabajar codo con codo con otro roquero de la banca. Gonzalo Gortázar, que lleva como principal ejecutivo de CaixaBank desde 2014. Cinco años en los que ha revolucionado la entidad, para convertirla en uno de los líderes de la digitalización del sector.
No sólo eso. Gortázar ha reconvertido por completo la red comercial de CaixaBank con fuerte apuesta por las oficinas Store, más grandes, con más empleados y que permiten una atención más personalizada. Pero también ha sido capaz de ir equilibrando el balance de CaixaBank para que su dependencia del negocio bancario puro y duro sea cada vez menor. De ahí su apuesta, por ejemplo, por potenciar la venta de seguros.
Un hombre que, además, conoce bien CaixaBank, pero también a su principal accionista. No hay que olvidar que tras trabajar en la banca de inversión en Londres, dio el salto en 2009 a Criteria, donde sustituyó a Francisco Reynés como director general, puesto que ocupó hasta 2011 cuando fue elegido como director general de Finanzas de CaixaBank.
Su estilo
Dos banqueros con un estilo de gestión muy parecido, con la prudencia como máxima y poniendo en el centro a las personas. Un estilo muy británico, que les hace ser extremadamente cautos en sus comentarios, fruto también de una personalidad bastante reservada por parte de ambos.
La doble G, de Goirigolzarri y Gortázar debe ocuparse desde ahora de los designios de CaixaBank. Tendrán que hacerlo sin olvidar que su máxima es lograr generar el mayor valor para sus accionistas y, de este modo, lograr mantener la obra social de la Fundación Bancaria ‘la Caixa’, y permitir que el Estado -a través del FROB- logre recuperar las ayudas a Bankia.
La tarea no es fácil, aunque su mayor desencuentro estará en el mundo futbolístico. Goirigolzarri es un apasionado del Athletic de Bilbao mientras Gortázar lo es del Real Madrid. Sin duda, las espadas estarán por todo lo alto, aunque seguro que -como dice el nuevo presidente- prefieren que a CaixaBank le vaya bien aunque sus equipos no ganen LaLiga.