La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha pedido reconsiderar la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de que la banca no pague dividendos hasta enero de 2021 para facilitar la captación de capital e inversión.
Así lo ha señalado en la 12º conferencia European SSM Round Table, que se ha celebrado bajo el título 'Covid-19 and its impact on the financial sector', en la que ha participado junto al presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria.
La directiva ha reconocido que, pese a que la banca europea cuenta con un fuerte stock de capital y liquidez, su capacidad para atraer inversiones es "bastante débil", para lo que ha realizado una serie de propuestas dirigidas a facilitar que el sector capte capital e inversión.
Por un lado, Botín ha puesto de manifiesto la necesidad de reconsiderar el veto a los dividendos, una medida que eleva el coste del capital. "Somos un tipo especial de empresa, pero no se pagan dividendos a nuestros accionistas, aunque apoyamos a otras empresas que sí pueden pagar dividendos", ha señalado.
Asimismo, ha reclamado que no se discrimine a los bancos, que pagan impuestos más elevados que otros sectores, teniendo en cuenta la contribución al fondo de resolución y el esquema de garantía de depósitos.
Sus palabras llegan el mismo día en el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) volvía a advertir al sector sobre la necesidad de ser prudentes a la hora de abonar dividendos.
Costes "innecesarios"
Durante su intervención, Botín ha defendido que la unión bancaria permitiría reducir costes y ayudar a la banca europea a "llegar al lugar donde debería estar", evitando costes innecesarios. "Escuchamos muchas recomendaciones, deberíamos ser más eficientes y más digitales. Desde 2008 los bancos europeos han reducido los costes un 20% y el número de sucursales en un 30%, nos volvemos más digitales, estamos reduciendo costes y entendemos que debemos hacer más de esto, pero creo que necesitamos un mercado único europeo", ha explicado.
En este línea, ha recordado que una de las ventajas que tienen Estados Unidos y China es precisamente que cuentan con un mercado único, a diferencia de Europa.
"Necesitamos una unión bancaria, un sistema de depósitos europeo, reglas iguales ante insolvencias, aspectos legales y revisar las barreras de la integración transfronteriza. Todo esto ayudará a lo digital, a los consumidores y a los bancos europeos a llegar al lugar donde deberían estar", ha afirmado.