La rentabilidad de los bancos de la zona euro está completamente congelada. La crisis del coronavirus ha dejado un escenario desolador y, según datos del Banco Central Europeo (BCE), la rentabilidad sobre capital (ROE) media se desplomó al 0,01% en el segundo trimestre. Un dato que viene especialmente lastrado por la presión de países como España, a la cola de la región con un ROE negativo del 9,20%.
Una de las principales causas para este desplome hay que buscarla en el incremento de provisiones acometido durante los seis primeros meses del año para hacer frente al previsible aumento de la morosidad derivada de la pandemia. En concreto, el ROE del sector superaba el 6% en el segundo trimestre del pasado año, mientras que el ROA (rentabilidad sobre activos) ha pasado en el periodo analizado del 0,40% al 0,00%.
Aun así, los datos hechos públicos este martes por el consejo de supervisión del BCE dejan en evidencia que la rentabilidad sigue siendo el talón de aquiles de la banca europea, especialmente de la española.
Desde el sector defienden que estas ratios corresponden a un periodo puntual en el que las dotaciones se han disparado para hacer frente a la crisis, por no hablar de las pérdidas derivadas del deterioro del fondo de comercio a las que han tenido que hacer frente grandes entidades como son Santander y BBVA.
Junto a España, solo otros seis sistemas bancarios analizados presentan rentabilidades negativas (Bélgica, Irlanda, Grecia, Chipre, Malta y Portugal). De ellos, Irlanda es el que más se acerca al caso español con un ROE medio del -7,07%.
Entre los países que mejores ratios presentan destacan Lituania, con un ROE medio para sus bancos superior al 10%, y Estonia (6,68%).
La caída de la rentabilidad, sumado a una mayor flexibilidad del BCE para este tipo de operaciones, es lo que está generando el caldo de cultivo perfecto para una nueva ronda de fusiones. En España, CaixaBank y Bankia han sido las primeras en dar el paso, y Unicaja y Liberbank están en plenas negociaciones.
Desde el Banco de España consideran, además, que aún hay espacio para más movimientos, en un momento en el que la reducción de costes y la búsqueda de sinergias resulta clave para recuperar beneficios en el sector.
A la cola en capital
Como viene siendo habitual en los últimos trimestres, la banca española también en la última posición de la eurozona en cuanto a la ratio de capital CET1, al situarse en un promedio del 12,25%, algo superior al 11,85% de los tres primeros meses de 2020, aunque por debajo de la media del 14,87% en la zona euro.
De hecho, las entidades españolas bajo supervisión directa del BCE son las únicas, junto a las de Grecia (14,79%), Alemania (14,78%), Italia (14,77%), Austria (13,75%) y Portugal (13,28%), que quedaron por debajo del umbral medio de capital básico de la zona euro.