Pagar por depositar el dinero en el banco y cobrar de la entidad el interés de las hipotecas ligadas al euríbor. El largo peso de los tipos de interés negativos ha reactivado el debate sobre las políticas comerciales de la banca y su impacto en el bolsillo del consumidor.
Los expertos consultados coinciden en que el sector ya está trasladando al cliente de una manera u otra (con nuevas comisiones o cobros en ventanilla) el coste que para su margen de intereses supone este problema estructural, pero… ¿se atreverán los bancos a dar el paso de cobrar por los depósitos de minoristas?
Fue en junio de 2014 cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a penalizar el exceso de liquidez de la banca para que ese ‘excedente’ se trasladase a la economía real en forma de crédito.
En marzo de 2016, Mario Draghi daba un paso más allá y establecía ese tipo de facilidad de depósito en el -0,40%. Ahora, la cifra se sitúa en el -0,50%. Y las previsiones que manejan los bancos apuntan a que los tipos negativos estarán presentes en el mercado hasta mediados de 2031.
Este escenario ha dejado situaciones inimaginables hace solo unos años, como la posibilidad de que países y empresas se financien en el mercado a tipos negativos o la nula remuneración de los depósitos bancarios.
Depositarios de liquidez
La situación ha presionado aún más el grave problema de rentabilidad de la banca española, y la posibilidad de cobrar por los depósitos de los clientes particulares vuelve a estar en los corrillos financieros. Los bancos rechazan de frente esta posibilidad, pero varias fuentes consultadas de firmas internacionales que ya realizan esta práctica en otros países tienen claro que esto acabará pasando.
Al fin y al cabo, y según datos del Banco de España, las familias españolas mantienen 964.945 millones de euros en efectivo y depósitos a cierre de junio. Una cifra que ha crecido notablemente en la crisis ante la contracción del consumo y que cada vez supone un coste mayor para los bancos.
Las entidades llevan tiempo 'buscándose las castañas' en este sentido. Desde hace años, los bancos ya cobran como depositarios la liquidez que los fondos de inversión, planes de pensiones o seguros que gestionan. Y la mayoría cobra un interés desde hace tiempo por los depósitos de grandes empresas e institucionales.
Incluso algunos han dado el salto al particular, aunque en este caso solo para elevados patrimonios. Es el caso de Credit Suisse, que desde hace unas semanas ha empezado a cobrar con los depósitos que superen el millón de euros. En Europa, ya hay bancos que han traspasado la barrera, con varias entidades que cobran desde el primer euro a sus depositantes.
“Con la perspectiva de tipos de interés bajos durante tanto tiempo, todos los bancos acabarán haciéndolo”, explican a Invertia desde una gestora internacional con sede en España. La pregunta es si el sector se atreverá a cruzar la delgada línea de empezar a cobrar por los depósitos por debajo de los 100.000 euros que actualmente protege el Fondo de Garantía de Depósitos.
El sector en bloque lo tiene claro y, al menos en público, rechaza de forma tajante esta posibilidad. Pero fuentes consultadas atribuyen esta reacción a una cuestión “reputacional”.
Cuestión de reputación
No es para menos. La banca ha logrado durante la crisis del coronavirus dar un buen lavado de cara a su maltrecha imagen por los errores del pasado. Se han esforzado a fondo para ello, acompañando a los clientes en los momentos más duros de la pandemia, adelantando pagos de pensiones, nóminas y ayudas, otorgando crédito más barato y moratorias a los afectados por la crisis. Y una decisión como esta puede echar por tierra todo lo conseguido estos meses.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, lo dejó claro el pasado jueves durante la presentación de resultados de la entidad que, en el tercer trimestre, se ha encontrado con una situación inédita en la que la cifra de depósitos es más elevada que la de los créditos otorgados en la entidad. “Estamos dando a las empresas una liquidez importante y estaría mal otorgarles esas líneas de crédito y luego cobrarles por ellas”, explica la directiva.
Sin embargo, fuentes jurídicas consultadas por Invertia insisten en que si los bancos quisieran dar este paso podrían hacerlo al no existir un límite legal para ello. “Dependería de la política comercial de cada entidad, pero lo tendrían fácil, pues no existe ningún apartado en la regulación bancaria que les impida hacerlo y, en cuanto uno abra fuego, el resto le seguirá”, indican.
"De hacerlo, tendría que ser un movimiento conjunto, todos los bancos a la vez. Si no, corren el riesgo de que los clientes salgan de una entidad a otra, como ya está ocurriendo en algunos casos de entidades digitales, que están captando nuevos clientes como consecuencia de la reciente subida de comisiones en el sector tradicional", explican los expertos.
Las fuentes consultadas indican que el vacío legal que permitiría el cobro de depósitos no se da en el lado de las hipotecas. La nueva Ley Hipotecaria que se aprobó en junio de 2019 establece, en su artículo 21.4 que “el interés remuneratorio no podrá ser negativo”. Es decir, el hipotecado nunca cobrará intereses ‘por ley’.
Así, el consumidor aparece 'desprotegido' por la regulación en el caso de los depósitos y no puede aprovechar el euríbor negativo en las hipotecas, al menos no en los préstamos firmados tras la nueva regulación.
La EBA reaviva el debate
Otra cosa son los anteriores. Hace apenas unos días, el propio José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), abría de nuevo este ‘melón’ al asegurar que los préstamos firmados antes de la nueva norma generarán intereses con la caída del euríbor a negativo. El indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España ronda actualmente mínimos del -0,5% en su media mensual de octubre.
"Que una persona que pide una hipoteca, reciba además un interés por el préstamo, no tiene ni pies ni cabeza", respondía Dancausa esta semana ante la polémica.
“Ni vamos a cobrar por los depósitos a los minoristas ni vamos a pagar por las hipotecas que contratan”, insisten a Invertia desde otra entidad financiera nacional, que en los últimos meses de crisis también ha visto crecer con fuerza los depósitos en balance.
Desde las asociaciones de consumidores recelan de esta posición pública del sector bancario y recuerdan que las entidades ya llevan tiempo aplicando nuevas políticas comerciales en las que aumentan las comisiones a los clientes que tienen ‘parado’ su dinero en la entidad.
“Ya se cobra por los ingresos en ventanilla, y las comisiones de las cuentas son más elevadas si al contratarlas no ‘compras’ los requisitos de vinculación. Estos normalmente van ligados a la contratación de otro tipo de productos que generan más ingresos al banco, como fondos de inversión o seguros”, insisten.