La banca española afronta la nueva ronda de resultados como una oportunidad para recuperar la confianza de los inversores perdidos en los últimos meses. No se trata tanto de las cifras que presenten a cierre de septiembre, que se esperan más bien flojas con débiles ingresos y, quizá, nuevas provisiones. La clave estará en el mensaje que los principales directivos del sector lancen sobre su capacidad para resistir al impacto de la crisis en los próximos meses.
De momento, las previsiones no son excesivamente optimistas. El propio Banco de España ya ha dejado claro que la morosidad repuntará significativamente en 2021 incluso en el mejor de los escenarios. Y el veto a los dividendos pesa como una losa para que los bancos vuelvan a ser valores “invertibles”.
Por eso, los expertos coinciden en que un mensaje de fortaleza frente a la crisis puede ser aprovechado por algunos inversores que busquen valores baratos para recuperar posiciones en bolsa. Y si hay un sector barato sobre su valor en libros ahora mismo en el mercado, ese es el bancario, con un descuento medio del 65%.
Precios en caída libre
Es un hecho. La banca cotiza a precio de saldo en el parqué nacional, con caídas que superan el 50% este año en Santander y BBVA, que rondan el 40% en CaixaBank y Bankia, el 46% en Bankinter y el 72% en Banco Sabadell.
Estos retrocesos han ampliado aún más la brecha con la que el sector cotiza respecto a su valor contable, una de las métricas más seguidas por el mercado en los últimos tiempos.
En concreto, los seis bancos del Ibex 35 cotizan a una media de 0,35 veces sobre su valor en libros. Precios que, aunque han sido la tónica dominante del sector en los últimos meses, se sitúan un 60% por debajo de la media de los cinco últimos años, que ronda las 0,8 veces.
Sabadell y Bankia presentan los peores múltiplos al cotizar a 0,128 y 0,27 veces su valor contable. Pero los grandes también sufren. Según datos de Bloomberg, Santander y BBVA cotizan con un descuento de más del 70% (a 0,35 y 0,33 veces, respectivamente). CaixaBank se acerca a las 0,41 veces y Bankinter a las 0,6 veces.
El castigo viene de lejos
Analistas y bancos de inversión coinciden en que este deterioro responde a la incertidumbre por la evolución del negocio bancario, en un entorno de tipos negativos y nuevos competidores al que ahora se suma la crisis económica y el esperado incremento de la morosidad.
Un torbellino de malas circunstancias que han provocado que la rentabilidad sobre el capital (RoE) de la banca se desplome alejándose del coste de capital (CoE), con signo negativo en algunas entidades tras las enormes provisiones frente a la pandemia.
Es decir, los bancos están destruyendo valor a juicio del mercado, que busca alternativas de inversión en otras industrias con mayor visibilidad y menor presión regulatoria. “Estamos conduciendo por un camino de montaña que no conocemos y en la que hay niebla”, reconocía este lunes el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán.
“Si a todo eso le quitas los dividendos, el coste de capital para el sector es muy elevado y el sector no resulta ‘invertible’”, añadía Jaume Guardiola, consejero delegado de Banco Sabadell, en el mismo encuentro financiero organizado por Accenture y El Economista.
Los expertos coinciden en que, ante este escenario, los principales banqueros del país se esforzarán en la nueva ronda de resultados por poner en valor su fuerte posición de capital y de solvencia. Y ese es, sin duda, su gran punto a favor para intentar recuperar inversores.
Del mismo modo, rechazan la posibilidad de que la crisis sanitaria, ahora económica, acabe por transformarse en una crisis financiera. Un riesgo que desde el Banco de España han empezado a señalar en las últimas semanas y que, de darse el caso, sería el golpe de gracia para las maltrechas cotizaciones del sector.
Falta de visibilidad
Pese a defender capital y liquidez, desde las propias entidades reconocen que es difícil ver la luz al final del túnel. José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander, reconocía ayer que “el riesgo de incertidumbre” sigue siendo elevado y dejaba la puerta abierta a cambiar sus previsiones si el escenario macro que maneja la entidad, similar al del Fondo Monetario Internacional (FMI), empeora. “¿Nos vamos a ver obligados a cambiar el escenario en los próximos meses? Espero que no. ¿Es esto seguro? No”, sentenciaba el directivo.
Este escenario hace que, pese a cotizar a precio de saldo, los bancos sean considerados “poco invertibles” por el mercado. “Habrá inversores que piensen que el sector bancario ahora es atractivo, otros lo contrario, pero la realidad es que el atractivo cae con la limitación de dividendos”, añaden desde Banco Santander, indicando que el sector debe estar preparado para que el escenario empeore.
“Los resultados deberían ayudar a despejar dudas sobre un sector que sigue muy penalizado en bolsa recogiendo ese entorno de tipos bajos con el que vamos a estar mucho tiempo, y en consecuencia la dificultad para mejorar la rentabilidad del negocio”, indica Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco.
Desde la firma consideran que, pese al difícil entorno, “todo tiene un precio”. En este sentido, entre los principales catalizadores que identifican para la recuperación de las cotizaciones están “las operaciones corporativas que permitan aflorar múltiplos superiores a los actuales y la vuelta al pago del dividendo a partir de enero”.