Ya son referentes del crédito empresarial en España, pero quieren seguir arañando cuota a sus competidores aprovechando las fusiones bancarias. Las entidades de menor tamaño saben que este tipo de operaciones implican, tradicionalmente, la pérdida de clientes en las entidades protagonistas, y ya se han puesto manos a la obra para atraer esos contratos.
Así ocurrió durante la integración del Popular en Banco Santander con muchas pequeñas y medianas empresas y así prevén que suceda con las fusiones de CaixaBank y Bankia y de Unicaja y Liberbank. De hecho, los primeros movimientos ya se están produciendo, con clientes de las entidades que próximamente unirán sus fuerzas buscando alternativas en otros bancos, según coinciden desde varias entidades consultadas.
Eso sí. Este movimiento no tiene por qué responder al hecho de que los clientes no quieran pertenecer a un grupo más grande, o que no estén de acuerdo con la fusión. Más bien, y especialmente entre el colectivo de pymes y autónomos, el cambio de entidad se debe a que, por norma general, suelen trabajar, como poco, con tres bancos distintos con el objetivo de diversificar sus fuentes de financiación. Así que, por ejemplo, si un cliente tenía cuenta en CaixaBank y también en Bankia, ahora buscará una alternativa cuando las dos entidades se conviertan en una. Y los competidores permanecen al 'acecho'.
Desde varias entidades consultadas confirman que en las últimas semanas están poniendo especial atención en este segmento del mercado, que ya representa buena parte de su cartera de crédito, pero con la idea de ganar más peso sobre la cuota total del sector. Eso sí, en el entorno de crisis sanitaria y económica, esta vez serán más ‘escrupulosos’ a la hora de conceder financiación, fuera de los préstamos con garantía pública.
Las empresas saneadas y con un carácter exportador son las más atractivas en este sentido. Pero los bancos también abren la puerta a aquellas con problemas de liquidez por el impacto de la pandemia, pero capaces de sobrevivir sin que eso se transforme en un problema de solvencia.
Sabadell y Bankinter, beneficiados
Desde una consultora nacional apuntan a Banco Sabadell y a Bankinter como principales receptores de los clientes que ahora buscan otros bancos. La primera, porque tiene una estrategia clara enfocada en este segmento, sobre el que ha apoyado su estrategia para seguir su camino en solitario. Al menos hasta que, tal y como indicó recientemente el consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, encuentren una alternativa capaz de generar valor y, sobre todo, mejore la rentabilidad.
Según sus últimas cuentas trimestrales, un 20% de sus clientes son pymes y otro 19% empresas. El de las pymes es el segmento que más preocupa al mercado en el caso de la entidad de origen catalán, por su elevada exposición, especialmente después de conceder un total de 10.500 millones en préstamos avalados por el ICO.
Riesgo cubierto
Sin embargo, defienden la cobertura del total del crédito concedido, recordando que ser “el referente como banco de empresas en España” es más una fortaleza que una debilidad. Desde la entidad indican que esa experiencia en gestión puede ayudar a las empresas a salir de la crisis, y a la entidad a detectar a la perfección quién sobrevivirá y quién no, manteniendo a raya el control de la morosidad.
De hecho, la mora que el banco registraba a cierre de septiembre en pymes y autónomos se sitúa en el 6,77%. Un dato elevado pero inferior al 6,79% de junio y en línea con el 6,73% de hace un año.
Los expertos apuntan también a Bankinter como otro evidente ‘vencedor’ en la captación de nuevos clientes de empresa en los próximos meses de fusiones, aunque en este caso se centrarían en empresas de mediano tamaño más que pymes, por el propio perfil de la entidad. Lo cierto es que el negocio de empresas ha sido siempre primordial en la estrategia del banco, que ahora también buscaría ganar peso no solo en su balance, sino en el mercado nacional frente a los competidores.
La cartera de inversión crediticia del banco alcanzó los 27.900 millones de euros, un 12% más que hace un año. De ese total, un 38% corresponde a grandes empresas con una facturación superior a 50 millones de euros, un 24,4% a empresas medianas, que facturan entre 5 y 50 millones y un 18,3% a pequeñas empresas, con facturaciones por debajo de los 5 millones.
Cartera crediticia
En todos estos segmentos Bankinter también conserva una morosidad controlada, clave para gestionar la crisis. En concreto, la de pymes asciende al 7,1% y al 3,8% en las medianas.
Atendiendo solo al negocio en España, la cartera crediticia a empresas creció un 14,5%, frente a un 7,6% del sector con datos a agosto del Banco de España. Un crecimiento que ha venido dado, sobre todo por la financiación con préstamos avalados por el ICO. A cierre de septiembre, la entidad había formalizado unos 7.200 millones de euros, de los que 5.000 millones han sido ya dispuestos.
Nuevos jugadores
Otras entidades de menor tamaño que operan en España también están optando por hacerse un hueco en el segmento empresarial, con nuevos 'ganchos' por el lado de los autónomos con productos específicos. Por ejemplo, según confirman desde Nationale Nederlanden (del Grupo NN), acaban de actualizar su solución con coberturas unificadas para centralizar todas las necesidades de este segmento de mercado.
En concreto, Contigo Autónomo permite pagar solamente por las coberturas que los autónomos necesiten tanto para su vida profesional como personal. Para conseguirlo, el producto se construye a la medida del autónomo quien puede añadir o quitar coberturas en función de las circunstancias que tenga en cada momento, cotizando en base a sus necesidades reales y contratando lo que de verdad se ajusta a cada caso particular.
Además, las coberturas son acumulativas, lo que significa que, en caso de siniestro de alguna de ellas, el autónomo puede continuar protegido por el resto de las coberturas que estén en vigor. Es decir, solo las coberturas de fallecimiento cancelan la póliza.