Las negociaciones entre sindicatos y banca para cerrar el nuevo convenio colectivo del sector siguen encalladas, a solo tres semanas para que se cumpla el plazo para alcanzar un acuerdo entre ambas partes. La última reunión llevada a cabo esta misma semana no ha servido para avanzar en los principales puntos de fricción que impiden el acuerdo: la congelación de los trienios que pretende la patronal y el ‘tira y afloja’ en la movilidad de los trabajadores.
Este último punto, precisamente, puede encontrar un ejemplo a seguir en el reciente preacuerdo alcanzado entre Banco Santander y los sindicatos para su nuevo ERE, que finalmente se saldará con el recorte de 3.572 empleos. Sin embargo, esa salida no tiene pinta de favorecer a los representantes de los trabajadores.
Según explican fuentes consultadas, la Asociación Bancaria Española (AEB) no ha dado ni un solo paso atrás en todo el proceso negociador en su intención de ampliar el radio de movilidad geográfica de los empleados por convenio hasta los 50 kilómetros.
Algo que desde los sindicatos rechazan frontalmente, especialmente en plena ola de cierre de sucursales que en 2021 se verá incrementada como consecuencia de los ajustes derivados de las fusiones y del proceso de digitalización en el sector.
En este sentido, algunas voces dan por sentado que esta batalla está perdida en la negociación del convenio colectivo. Especialmente después de que Banco Santander haya pactado una movilidad de 100 kilómetros con los sindicatos en el que ya es el tercer ERE consecutivo de la entidad en el país.
Negociación con la entidad
Es cierto que en este tipo de procesos de ajuste, cada entidad pacta con sus empleados las condiciones, fuera de convenio. Pero eso no quita para que la AEB quiera que este punto esté regulado en el sector. Y fuentes consultadas explican que la patronal estaba esperando el acuerdo en Santander para ‘aflojar’ o reforzarse en su posición en las negociaciones con los sindicatos.
Así que, con los datos conocidos, parece evidente que la AEB ‘peleará’ para ampliar la movilidad geográfica establecida actualmente en 25 kilómetros.
Para los representantes de los trabajadores este es un punto clave sobre el que poder agarrarse en los procesos de cierres de sucursales que se incrementarán en el próximo año.
De hecho, desde los sindicatos han explicado en varias ocasiones que no se cierran en banda a que se amplíen los rangos de movilidad, pero no por convenio, sino en negociaciones en cada caso que lleven aparejadas “compensaciones y garantías”. Un punto que sí se ha introducido en el caso del Santander y que, en este sentido, sí podría jugar a favor de los representantes de los trabajadores en el futuro convenio colectivo.
Apuesta por las recolocaciones
Muchos de los procesos de ajuste ya previstos en el sector financiero no conllevarán despidos, sino la recolocación o la transformación del bancario tradicional en otro tipo de perfil que encaje más con las nuevas exigencias laborales de los bancos en su afán por caminar hacia un nuevo modelo de negocio que les permita navegar en un entorno de tipos de interés negativos.
Estos perfiles son, o bien gestores remotos, o bien profesionales más enfocados al asesoramiento financiero para cubrir los puestos en el nuevo concepto de oficinas físicas, más grandes y con atención personalizada, que desde hace tiempo vienen implantando en el sector.
El próximo encuentro entre banca y sindicatos está previsto para el miércoles 16 de diciembre. Pero hay que tener en cuenta que apenas quedan tres semanas para alcanzar un acuerdo y las posturas siguen bastante enfrentadas entre las partes.
Y todo sin contar con los festivos de Navidad, con lo que lo ideal sería que el convenio que regulará al sector hasta 2023 y que incluirá, como en el caso del convenio de las antiguas cajas de ahorro, una regulación para el teletrabajo, se firmase en la próxima semana y media.