El consejo de administración de Unicredit busca sustituto para Jean Pierre Mustier, que en abril abandonará de forma oficial su cargo como consejero delegado tras dimitir por desavenencias con la estrategia del banco. Entre los candidatos para ocupar el puesto destaca el nombre de Andrea Orcel, el banquero italiano que salió de UBS para trabajar en Santander y que finalmente se quedó 'compuesto y sin novio’ tras la marcha atrás del banco cántabro en su fichaje.
Según publica el diario Financial Times, el consejo de administración de Unicredit tiene previsto decidir en las próximas cuatro semanas quién será el sustituto de Jean Pierre Mustier, después de haber sondeado ya a todos los candidatos, entre los que Orcel destaca como favorito.
Pero la decisión no será fácil. Sobre todo porque según fuentes judiciales consultadas por Invertia, para llevar a buen puerto su fichaje, el banquero italiano tendría que superar primero el litigio que mantiene con Banco Santander.
Tal y como explica el medio británico y confirman las fuentes consultadas, el Banco Central Europeo (BCE) no vería con buenos ojos, ni mucho menos, el fichaje de un directivo involucrado en un proceso judicial. "Mucho menos teniendo en cuenta que, sea quién sea el que asuma el cargo, tendrá un duro trabajo por delante para gestionar las intenciones del Gobierno italiano para fusionar la entidad con Monte dei Paschi", explican los expertos.
El problema es que está previsto que el juicio se celebre en una sola sesión el próximo 10 de marzo, por lo que Unicredit tendría que esperar más allá para la sentencia definitiva y posibles movimientos posteriores.
Orcel irá a por todas para reclamar al Santander una indemnización de 112 millones de euros, tal y como dejaron claro sus abogados en la vista previa celebrada el pasado mes de septiembre. En el juicio, no habrá cara a cara entre Orcel y la presidenta del banco, Ana Botín, que sí tendrá que declarar como testigo a petición del demandante, tal y como estaba previsto por el propio banco.
En ese momento, Santander defenderá que Orcel solo recibió del banco una "carta-oferta" para que el directivo fuese el nuevo CEO de la entidad, mientras que la otra parte aludirá que ese documento era un contrato formal con todas sus consecuencias. "No lo era porque la retribución no estaba pactada; si haces un contrato de prestación de servicios y no llegas a un acuerdo con la retribución, no hay contrato", explican fuentes jurídicas.
Según la versión del banco, la carta solo mencionaba un precio máximo a pagar de 35 millones de euros en el caso de que UBS no pagara nada a Orcel tras su salida de la entidad suiza. Pero UBS indicó finalmente una indemnización de entre 12 y 14 millones de euros, que Orcel no iba a restar del tope propuesto por Santander.
Las diferencias entre ambas partes e iniciaron a principios de 2019, cuando el grupo financiero español decidió no fichar al que fuera consejero delegado de UBS. Orcel optó entonces por demandar a Santander, al que reclamaba inicialmente su incorporación al cargo para el que fue solicitado su fichaje, consejero delegado, o una indemnización de 112 millones de euros, que sigue solicitando. Santander, por su parte, mantiene que trató de llegar a un acuerdo con él tras renunciar a su fichaje como número dos de Botín en la entidad.
El banquero italiano, no obstante, no es la única opción que baraja Unicredit para conseguir un nuevo CEO. Según la información publicada por el Financial Times, también ha sondeado al ex consejero delegado de Credit Suisse, Tidjane Thiam, y a Martin Blessing, exdirector ejecutivo de Commerzbank y responsable de la unidad de gestión de patrimonio de UBS hasta 2019.