Bankia toma la delantera en el sector financiero español para estrenar sandbox, el 'campo' de pruebas para proyectos financieros con base tecnológica impulsado por el Gobierno. La entidad ha sido la primera en presentar oficialmente un proyecto de pagos digitales en colaboración con la fintech Finweg a la primera convocatoria del espacio.
La plataforma se sustentará en un innovador modelo de tokenización de operaciones con tecnología blockchain. En concreto, se trata de un instrumento electrónico de pagos apto para que se les atribuya la misma condición de título valor que la reconocida actualmente en el tráfico mercantil a los cheques y pagarés.
El objetivo estratégico es ofrecer al mercado de empresas y de sus proveedores financieros una plataforma para que puedan realizar la transformación de sus procesos de pagos, de administración del flujo de caja y de gestión de liquidez.
El director corporativo de Innovación y Ciberseguridad de Bankia, Ignacio Cea, ha destacado que “el sandbox es una muy buena oportunidad para la evolución, mejora e innovación del sector financiero en España y Europa, además de contar con la ventaja de que durante todo el proceso los responsables de los proyectos contarán con la colaboración de los distintos supervisores, que analizarán la viabilidad de los mismos y resolverán dudas sobre la normativa sectorial a través de un canal de comunicación directo”.
En esta primera convocatoria, el período para la presentación de solicitudes comenzó ayer miércoles, el 13 de enero, y finaliza el próximo 23 de febrero.
Bankia tiene previsto presentar más proyectos en las próximas semanas a esta primera convocatoria, para los que ha colaborado con entidades fintech de gran relevancia española y europea.
Además, para la preparación de las solicitudes y memorias explicativas de los mismos se ha contado con el asesoramiento de CMS España y Finnovating.
Como ha explicado el Ministerio de Asuntos Económicos, con la puesta en marcha del sandox financiero, España se suma a los países a la vanguardia tecnológica que cuentan con sistemas similares para acompañar la transformación digital del sector, gracias a un espacio controlado que permitirá llevar a la práctica proyectos tecnológicos de innovación financiera con acomodo en el marco legal y supervisor.
Los proyectos candidatos han de contar con un grado de madurez suficiente como para comenzar a operar de forma inmediata, además de suponer un potencial beneficio para los usuarios de los servicios que abarque, aumentar la eficiencia de las entidades o proporcionar mecanismos para la mejora de la regulación.
Una vez se cierre el plazo de recepción de candidaturas, comenzará un periodo de análisis de un mes ampliable a uno más en función de la complejidad o el volumen de solicitudes. En este sentido, fuentes del Tesoro ya adelantaron en diciembre que al ser la primera convocatoria sería “muy probable que el plazo se extienda a dos meses”.