La cúpula directiva de BBVA se aprieta el cinturón para ajustar su remuneración variable a los nuevos tiempos. Tal y como se anunció el pasado mes de marzo, la entidad ha confirmado que 330 empleados de BBVA, incluyendo al presidente, Carlos Torres, al consejero delegado, Onur Genç, y al resto de los directivos a nivel global del banco, han renunciado de forma voluntaria, total o parcialmente, a la retribución variable de 2020.
Una vez confirmada la decisión, y con los datos sobre la mesa, en el caso del presidente, esta medida implica una reducción del 44% en su remuneración generada en 2020; y para el consejero delegado representa un 45% menos.
Carlos Torres Vila ha percibido la misma remuneración fija en 2020 (2,453 millones de euros) que el año anterior, mientras que ha renunciado a la totalidad de la retribución variable correspondiente al 2020.
La aportación anual al sistema de previsión para la jubilación del presidente de la entidad ha sido de 1,642 millones de euros (esta aportación fue fijada en 2017). La remuneración correspondiente a 2020, incluyendo todos estos conceptos, es de 4,095 millones de euros, un 44% menos que la del año anterior. Adicionalmente, se han satisfecho 377 miles de euros en primas anuales de seguro por fallecimiento e incapacidad, así como 228.o00 euros en remuneración en especie.
Por su parte, Onur Genç también ha recibido la misma remuneración fija que el año anterior (2,179 millones de euros) y también ha renunciado a su bonus correspondiente a 2020.
El consejero delegado cuenta con un complemento a su retribución fija, en lugar de la pensión de jubilación (‘cash in lieu of pension’), y un complemento de movilidad, en atención a su condición de alto ejecutivo internacional, dos conceptos por los que ha percibido 1,254 millones de euros.
En total, su remuneración correspondiente a 2020 es de 3,433 millones de euros, un 45% menos que en 2019. Adicionalmente, el banco ha satisfecho 253.000 euros en primas anuales de seguro por fallecimiento e incapacidad y 132.000 euros en retribución en especie.
Cambios en el sistema
BBVA ha aprovechado el entorno para remodelar su política de remuneración y ajustarla a las novedades regulatorias que entrarán en vigor este año. Unos cambios que afectarán a los consejeros del banco y que la entidad someterá a su próxima Junta General de Accionistas, para poder aplicar las novedades en los ejercicios 2021, 2022 y 2023.
Las principales novedades incluyen la incorporación expresa del principio de igualdad retributiva entre hombres y mujeres, además de la inclusión de métricas relacionadas con la sostenibilidad en el esquema de retribución variable de los consejeros ejecutivos.
Del mismo modo, se modifica el calendario de pago de la parte diferida de la retribución variable anual y se transforma el sistema de previsión social del presidente, que modifica los importes de su remuneración y reduce su retribución total. Además, habrá cambios a la cláusula ‘malus’ (reducción) y ‘clawback’ (recuperación de cantidades abonadas) de la retribución variable anual de los consejeros ejecutivos.
La pensión de Torres
La política incluye un cambio en el sistema de previsión del presidente que propone reducir de forma significativa las aportaciones anuales a su pensión, que pasarán de 1,642 millones de euros (aproximadamente un 67% de su retribución fija anual) a 439.000 euros (el 15% de su retribución fija anual, en línea con las aportaciones a los planes de pensiones del resto de la alta dirección).
La diferencia entre ambas cifras se repartirá entre su retribución fija y su retribución variable objetivo, respetando el actual equilibrio entre estos componentes (45%-55%, respectivamente), salvo 157.000 euros anuales a los que ha renunciado el presidente, lo que supone un recorte del 25% de la cantidad que se integra en la retribución fija. Por ello, su retribución total (fija, variable y pensión) se reduce con esta medida un 2%. Además, se reducen significativamente los niveles de las coberturas por fallecimiento e invalidez del presidente.
La retribución fija del presidente será de 2,924 millones de euros y la del consejero delegado se mantiene constante en 2,179 millones de euros. La retribución variable anual objetivo (que representa el importe del bono en el caso de cumplirse el 100% de los objetivos preestablecidos) se ha determinado en 3,572 millones de euros para el presidente, y se mantiene en 2,672 millones de euros para el consejero delegado.
El pago del bono seguirá dependiendo del cumplimiento de unos objetivos preestablecidos en cada ejercicio para una serie de indicadores financieros y no financieros. Como novedad, entre estos últimos, se establece para 2021 un indicador de movilización de financiación sostenible, que pesará un 10% en la remuneración variable de los consejeros ejecutivos.
Por último, se introducen cambios en el calendario de pago de la parte diferida de la retribución variable anual de los consejeros ejecutivos (un máximo del 60% de dicha retribución), en línea con la práctica generalizada del mercado, que pasa a distribuirse proporcionalmente en cinco años (un 20% cada año); así como en las cláusulas de ‘malus’ y ‘clawback’, para reflejar un nuevo supuesto para la aplicación de los mecanismos de reducción y recuperación de la retribución variable en caso de daño reputacional relevante al banco.
Adicionalmente, la política aclara y sistematiza determinados conceptos para lograr una mayor claridad expositiva y precisión técnica.