Ibercaja ha obtenido 23,6 millones de beneficio neto en 2020, un 71,9% inferior al ejercicio anterior. El resultado del año se ha visto impactado por las provisiones adicionales de 90,1 millones de euros realizadas para hacer frente a los posibles efectos económicos adversos provocados por la pandemia y por los gastos de 151 millones de euros contabilizados por el expediente de regulación de empleo.
El esfuerzo en la contención de los gastos recurrentes (-5,4%) ha supuesto una compensación en los menores ingresos recurrentes (-3,5%), que han acusado de nuevo el escenario de tipos de interés en mínimos históricos, y mantener, así, estable el beneficio recurrente antes de saneamientos (-0,2%).
En este entorno especialmente complicado, en el que los tipos de interés han continuado marcando mínimos históricos, Ibercaja ha incrementando los recursos de clientes en un 7,9% hasta los 65.411 millones de euros y ha mejorado el ratio de capital CET1 Fully Loaded en 124 puntos básicos en el año, hasta el 12,6%. Además, mantiene una elevada posición de liquidez, 14.959 millones de euros, y una cobertura de los activos problemáticos del 62,2%.
Incremento de gastos por ERE
Los gastos totales aumentan un 19,7% debido a la imputación extraordinaria del coste total estimado del expediente de regulación de empleo que asciende a 151 millones de euros.
En diciembre Ibercaja alcanzaba un acuerdo con la mayoría de la representación de los trabajadores, caracterizado por los criterios de voluntariedad y edad como prioritarios en las salidas, la optimización de la estructura para su adaptación al mercado actual y la mejora de los niveles de competitividad, productividad y rentabilidad.
Moratorias y anticipos
En el ámbito de clientes particulares, Ibercaja ha concedido 8.664 moratorias en préstamos por parte de clientes con dificultades para hacer frente a las cuotas de su endeudamiento como consecuencia de la crisis, la mayoría de ellas hipotecarias, ascendiendo el volumen concedido a 741 millones de euros, de los que permanecen vivos 366 millones de euros en la actualidad.
Este importe ha retrocedido un 50,6% a final de año hasta los 366 millones de euros, que representa un 1,2% del total del crédito bruto. Desde la entidad señalan que esta reducción muestra que, una vez superado el primer impacto de incertidumbre, una mayoría de las familias españolas están recuperando paulatinamente en estos últimos meses sus flujos de ingresos.
Por otero lado, ha anticipado desde el inicio de la pandemia y sin coste alguno, sobre sus fechas habituales de cobro, las prestaciones de jubilación a sus clientes por 4.056 millones de euros y de desempleo por 635 millones de euros.
Gestión de activos y financiación
Los recursos de clientes se han incrementado un 7,9% durante este ejercicio, hasta los 65.411 millones de euros, impulsados principalmente por el ahorro a la vista, que han crecido un 15,8% en este periodo (+4.505 millones de euros) y los activos bajo gestión y los seguros de vida.
El comportamiento de los fondos de inversión ha destacado en 2020 y el saldo gestionado crece 1.268 millones de euros, situándose en 15.248 millones de euros, un 9,1% por encima de la cifra de 31 de diciembre de 2019.
También la actividad crediticia ha experimentado un incremento en estos doce meses con 6.424 millones de euros de nuevas formalizaciones, un 18,2% más que el año anterior, apoyado principalmente por la concesión de hipotecas por importe de 1.440 millones de euros, un 25,6% superior a 2019, y por los préstamos a empresas no inmobiliarias, que aumentan un 32% interanual.
Entorno en digitalización
También se reforzó la atención desde los canales no presenciales con el lanzamiento de Ibercaja Próxima, un servicio de gestión personalizada a distancia.
Para facilitar en los meses de confinamiento el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias, se suspendieron las comisiones por retirada de efectivo en cajeros de otras entidades financieras y las cuotas mensuales de los terminales en punto de venta de los comercios.