El Banco de España advierte de que "la complejidad tecnológica puede dificultar la detección de fraudes"
La llegada de las bigtech puede tener como consecuencia la pérdida del contacto con el cliente y, por ende, un menor control de los riesgos.
16 junio, 2021 12:19Noticias relacionadas
Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España, ha advertido este miércoles de que, pese a que la innovación es "lo que permite avanzar" en el sistema financiero, también es cierto que "la complejidad tecnológica puede dificultar la detección de potenciales fraudes".
La entrada de las fintech y las bigtech ha añadido al negocio "capas de complejidad operativa y tecnológica, una estructura empresarial oscura y compleja distribuida en
multitud de jurisdicciones y sin un supervisor claro".
"En consecuencia, empresas de alta tecnología que participan en actividades bancarias pueden acarrear riesgos similares a los bancarios. De hecho, la complejidad tecnológica puede dificultar la detección de potenciales fraudes, tal y como se ha podido comprobar", ha apuntado la subgobernadora durante la presentación del informe Transición digital y transformación del negocio bancario en España impulsado por la Covid-19 de KPMG.
Perder la confianza del cliente
La llegada de estos nuevos actores, unida al proceso de digitalización del sector, puede tener como consecuencia una pérdida de la relación con el cliente y, por ende, del control de los riesgos.
"Hemos pasado de una situación en la que muchos usuarios interactuaban en exclusiva con una entidad financiera a otra en la que, por ejemplo, un usuario puede tener una cuenta en una entidad, ordenar sus pagos a través del interfaz que le proporciona otro proveedor y emplear el instrumento de pago que le facilita un tercero", ha explicado la número dos del Banco de España.
Esta situación puede llevar a los bancos a "perder el contacto con la clientela, una de las principales fortalezas en su modelo de negocio, quedándose relegados a realizar tareas típicas de back-office, de escaso valor".
En consecuencia, se debilita la relación con el cliente, que pasa a ser menos estable, y se pierde visibilidad sobre el mismo, "lo que dificulta la adecuada estimación y control de los riesgos", ha advertido Delgado.
La subgobernadora ha insistido en que "a una misma actividad debe corresponder una misma regulación, en tanto que pueden conllevar unos riesgos equivalentes", un mantra repetido habitualmente desde las entidades financieras en relación con la llegada de las bigtech, como Google, que entran en el sector a través de los medios de pago, pero no llegan a coger depósitos, con lo que no están sometidas a la misma regulación que la banca tradicional.