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Tarjeta de Revolut. Europa Press

Banca

¿Suscribirte a un banco como a Netflix? Así aceleran las entidades que cobran cuotas en lugar de comisiones

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La banca de suscripción existe en España desde hace años y las principales entidades que la desarrollan no paran de crecer. Y lo hacen a través de un modelo de negocio que, en lugar de basarse en las típicas comisiones bancarias, lo hace en el pago de cuotas, una suerte de tarifas planas a través de las que ofrecen más servicios que el puramente bancario.

Es el caso de los neobancos Revolut, N26 o Bunq, entre otros, nacidos fuera de nuestras fronteras y que han elegido España para poner en marcha su modelo de banca de pago. Este consiste, básicamente, en ofrecer un pack completo de servicios financieros a cambio del pago de una cuota mensual o anual. Por lo general, suelen ofrecer también planes gratuitos para que el cliente elija.

Es un concepto algo diferente al de las clásicas comisiones, que se aplican por un servicio concreto, como la gestión de un producto de inversión, una transferencia inmediata -algo que va a cambiar bastante a partir de enero- o la apertura de un préstamo. Estas comisiones son una de las principales vías de ingresos de los bancos, junto con los intereses, que dependen del precio del dinero que fija el Banco Central Europeo (BCE).

Yendo a los datos, Revolut, el mayor neobanco en Europa, ha aumentado en España un 83% sus suscripciones a planes de pago en lo que va de año, un ritmo superior al del avance de captación de clientes en general (+65%), según la información que proporciona la entidad a EL ESPAÑOL-Invertia. Y gestiona más de 1.147 millones de euros en sus cuentas remuneradas, que se lanzaron a finales de agosto. 

En este caso es Ultra la suscripción que más ha crecido, un 174% en el año. Esta tiene una cuota mensual de 45 euros e incluye 3 GB de datos internacionales al mes, suscripciones a Financial Times, WeWork y UberOne (entre otros), seguros, acceso ilimitado a zonas VIP de aeropuertos y otras ventajas. Según informan desde el neobanco, el valor de la suscripción es de unos 4.500 euros anuales, frente a los 540 euros que cuesta su cuota.

En cuanto al neobanco Bunq, aunque la entidad no facilita el número de clientes que tiene en este país, sí explica que en 2024 el número de usuarios se ha triplicado y sus depósitos gestionados han crecido un 320% en lo que va de año (se han duplicado, de hecho, desde agosto, pese a la bajada de tipos). En 2023, ya había doblado su número de usuarios y los depósitos en España en relación con 2022.

El neobanco ofrece en España dos planes de banca gratuitos (Easy Card, una tarjeta virtual de recarga, y la cuenta de ahorros Easy Savings), así como varios programas bajo suscripción de pago (Easy BankEasy Bank Pro y Easy Bank Pro XL), que tienen un coste de entre 3,99 y 18,99 euros al mes. Actualmente, el 85% de sus usuarios en nuestro país utiliza un plan de pago.

El modelo de suscripción es mucho más sostenible que un modelo de comisiones

Ignacio Zunzunegui, responsable de Crecimiento para el Sur de Europa de Revolut

Otra entidad relevante en el mundo de la banca de suscripción en España es N26, que entre octubre del año pasado y el mismo mes de 2024 ha incrementado un 70% su base de clientes de la cuenta Metal, la suscripción más cara, que ofrece la cuenta remunerada con mayor rentabilidad (actualmente un 2,3% TAE). En ese periodo, su volumen de depósitos ha crecido un 100%.

En su caso, ofrece cuatro planes diferentes de suscripción, de los cuales uno es gratuito y los otros tres cuestan entre 4,9 euros y 16,9 euros al mes. En los mismos se incluyen seguros, una cuenta de ahorro con mayor remuneración que en el plan gratuito y retiradas de efectivo sin coste en cajeros de toda la zona euro.

Cuota vs. comisiones

Desde estos neobancos defienden el modelo de suscripción y observan una mayor adopción del mismo cada vez, incluso en España, donde los clientes están más acostumbrados a las "comisiones cero" que a pagar por utilizar el banco.

"Esto es como todo, pagas cuando hay un valor añadido. Si no hay ningún valor añadido, no hay ningún interés en pagar", explica Ignacio Zunzunegui, responsable de Crecimiento para el Sur de Europa de Revolut, en conversación con EL ESPAÑOL-Invertia.

El directivo defiende esta forma de gestionar los ingresos porque "es un modelo mucho más sostenible que un modelo de comisiones". "Ahora que bajan los tipos de interés, la banca va a generar ingresos cobrando comisiones. Para mí eso es que gana la banca, pero pierde el cliente final. Nosotros lo que estamos ofreciendo es que te damos más pagando un poco, esa es la diferencia", añade.

Por su parte, Ali Niknam, fundador y consejero delegado de Bunq, explicaba hace unos días en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia que, aunque parezca que estos neobancos cobran a los clientes y las grandes entidades no, "la banca no es gratis", sino que, "como cualquier otra cosa en la vida, se paga".

"La diferencia no es que los bancos tradicionales sean gratis y Bunq haya que pagarlo, la diferencia es que en Bunq somos transparentes sobre lo que nos estás pagando", apuntaba el directivo, que añadía que "los bancos no son gratis, siempre lo estás pagando. Es sólo que la mayoría de la gente no lo sabe".

Sin embargo, desde las asociaciones de consumidores advierten de que es necesario analizar bien qué se está pagando.

Para Antonio Gallardo, experto económico de Asufin, este sistema de banca por tarifa plana con servicios añadidos "no deja de ser un eufemismo de que te cobran por ello".

De hecho, en su opinión, es un modelo similar al que utiliza American Express para justificar la cuota de su tarjeta, que llega a ser de 16 euros al mes (Gold) o, incluso, 65 euros al mes (Platinum), según las tarifas recogidas en su web.

"Intentan que se asemeje al modelo de suscripción de Netflix en el sentido de que pagas una cuota fija por unos servicios que estás contratando, pero, al final, no deja de ser un cobro, con lo cual se dirige a un determinado público y no a todos y además conlleva que si quiero aprovecharlo tengo que utilizar los servicios que vengan añadidos", lamenta Gallardo.

Es por eso por lo que desde Asufin recomiendan a los usuarios realizar un "análisis exhaustivo" sobre todos los servicios de valor que incluye la suscripción para asegurarse de qué va a pagar realmente, de si va a utilizarlos y de si le compensa el pago de la tarifa plana.

Lo cierto es que, aunque en muchas ocasiones parezca que no, los clientes pagan comisiones a los bancos.

De acuerdo con el V Barómetro de las comisiones bancarias de Asufin, fechado el pasado mes de abril, las comisiones medias anuales máximas por administración aceleraron su subida un 3,43% en 2023, hasta los 150,91 euros anuales (5,09 euros más que el año anterior).

Estructuras más ligeras

Pero ¿por qué los neobancos pueden permitirse no cobrar comisiones cuando los bancos tradicionales sí lo hacen?

En parte porque cuentan con estos planes de pago, que conforman una importante fuente de ingresos, pero también porque invierten más en el producto que en la estructura de la entidad. Además, suelen contar con plantillas internacionales que trabajan en muchas ocasiones en remoto, lo que también contribuye a aligerar los costes.

"La infraestructura de costes que tienen nuestros competidores tradicionales es demasiado pesada. El hecho de que tengan las sucursales que tienen y su gestión, la gestión del legado tecnológico... Van caminando como un dinosaurio con los pasos muy pesados", explicaba hace unos años a este periódico Marta Echarri, entonces directora general de N26.