La banca, lista para liberar una lluvia de dividendos y estrenar el plácet del BCE
Bankinter da el pistoletazo de salida al repartir 120 millones el viernes.
25 septiembre, 2021 02:12Noticias relacionadas
La próxima semana llega por fin el día que los bancos (y sus accionistas) tienen marcado en el calendario desde hace mucho tiempo. El 1 de octubre pierde vigencia la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) a las entidades financieras de no distribuir más del 15% de su beneficio y los bancos españoles ya tienen a punto sus planes para volver a retribuir con libertad a sus accionistas.
El pistoletazo de salida lo va a dar Bankinter. La entidad que dirige María Dolores Dancausa ha anunciado que el mismo 1 de octubre repartirá a sus dueños un dividendo de 0,133 euros por título (0,107 euros netos) con cargo a los resultados de este ejercicio.
Será el banco encargado de estrenar esta tan ansiada libertad de pago con el reparto de 119,78 millones de euros a sus accionistas. La cifra es, por razones obvias, mucho más alta que la entregada el año pasado, cuando el dividendo no solo estaba limitado, sino que el BCE recomendaba directamente no abonar nada por prudencia.
En 2020, Bankinter distribuyó a sus accionistas 44,72 millones de euros, por lo que el dividendo del próximo viernes será un 168% más alto que el del año pasado.
Le seguirán los pasos el resto de competidores. No en vano, el deseo de volver a pagar dividendo ha sido el caballo de batalla de los bancos españoles durante los últimos meses, aquejados de un agravio comparativo con el resto de sectores en bolsa. Según criticaban, el veto al dividendo no hacía más que poner trabas a la revalorización de unas cotizaciones que ya habían perdido mucho por las negativas perspectivas de rentabilidad de la banca con los tipos de interés en negativo.
Todos quieren pagar
Es por eso que, pese a que en un primer momento los bancos se mostraron a favor de la limitación como medida de prudencia en un entorno de incertidumbre, no tardaron en pedir libertad para decidir individualmente si estaban en posición de pagar dividendo y el fin del "café para todos" que en la práctica suponía el veto del BCE.
El supervisor únicamente abrió la mano a finales del pasado año al dejar de recomendar que no se distribuyera dividendo y limitar el veto a un payout del 15%, momento que los grandes bancos españoles aprovecharon para repartir el máximo dividendo posible a sus acciones.
Hubo una sonada excepción. Sabadell no se acogió a esta excepción y decidió no distribuir su beneficio de 2020, que fue de apenas 2 millones de euros por el impacto de la pandemia en la economía. Ahora que ya no habrá veto, sin embargo, sí quiere repartir dividendo y ya ha anunciado que, en principio, fijará el payout en el 30%.
Y de ahí en ascenso. BBVA ya adelantó que quería distribuir entre un 35% y un 40% de su beneficio a sus accionistas en efectivo y Santander, entre un 40% y un 50%. CaixaBank, por su parte, quiere repartir el 50% de sus ganancias. Por ver está aún la propuesta de Unicaja, aunque poco después de integrar Liberbank ya pagó un dividendo dentro de los límites del BCE, como habían hecho previamente sus competidores.