El grupo CaixaBank obtuvo en los nueve primeros meses del año un resultado de 4.801 millones de euros "tras incorporar impactos extraordinarios asociados a la fusión con Bankia".
La cifra se alcanza "por la aportación contable de 4.300 millones del fondo negativo de comercio y el coste neto de 1.521 millones del proceso de reestructuración de empleo y otros gastos asociados a la integración", según expuso este viernes el banco en su comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad, sin embargo, subrayó que su beneficio ajustado sin los extraordinarios asociados a la fusión fueron de 2.022 millones de euros. La cantidad es muy superior a los 726 millones registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior, que estuvo afectado por las elevadas provisiones constituidas para anticiparse a los impactos futuros que se pudieran derivar de la pandemia.
Esta evolución del resultado recurrente responde "a la fuerte actividad comercial del Grupo en los primeros nueve meses del año y a las menores dotaciones". En este contexto, la rentabilidad (ROTE a 12 meses sin extraordinarios de la fusión) asciende al 9,6%.
Por lo que respecta al volumen de negocio, este superó los 963.000 millones de euros, y los recursos de clientes ascendieron a 607.331 millones, un 46,2% más tras la incorporación de Bankia y un 7,5% de variación orgánica excluyendo la integración.
"Integración rápida"
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, lo consideró un "balance muy positivo de los nueve primeros meses del año", y destacó como aspectos relevantes "la buena evolución del negocio bancario y de seguros en un entorno todavía complejo". "El proceso de integración que discurre de forma rápida, adecuada y en línea con lo previsto", celebró.
Sobre la evolución del banco, Gortázar expuso que "una vez más, consigue un buen resultado en un entorno de tipos que ejerce una gran presión sobre los márgenes". Lo atribuyó a "mantener estables los ingresos" debido a su "modelo de negocio muy diversificado, a la intensa actividad comercial y a una mayor escala".
Además, el consejero delegado de CaixaBank subrayó que "la morosidad se mantiene muy contenida, con una ratio por debajo de los grandes bancos en España y con un buen comportamiento de pago de las moratorias y de los préstamos con aval del ICO".
Sobre el proceso de fusión, Gortázar detalló que "toda la organización está muy centrada en la ejecución final de la integración tras seis meses en los que se ha avanzado decisivamente en tres áreas clave: la integración de personas, del modelo de negocio y de los sistemas".
"Compartir una cultura y unos valores comunes está facilitando una integración rápida, cuyo próximo hito clave será la integración tecnológica, el último gran paso para trabajar definitivamente como una única entidad", añadió.
Cuenta proforma
Si se toma la "cuenta proforma", que suma en ambos ejercicios el resultado generado por Bankia previo a la fusión al obtenido por CaixaBank y no se contempla los extraordinarios asociados a la misma, el beneficio del grupo se sitúa en 2.087 millones, frente a los 906 del mismo periodo de 2020.
Los ingresos core, 8.450 millones de euros hasta septiembre, se "mantienen estables" respecto al mismo periodo del ejercicio anterior por la actividad comercial, y el margen de intereses asciende a 4.864 millones, lo que supone una caída del 4% respecto al mismo periodo de 2020.
La entidad atribuye este descenso a un decrecimiento en los tipos de interés, que provoca una disminución de los ingresos de los créditos. También al cambio de estructura de la cartera crediticia por el incremento de los préstamos ICO y al sector público, y a la reducción de los ingresos procedentes del crédito al consumo, entre otros factores.
El margen bruto, pese a la estabilidad de los ingresos core y el aumento de un 49,1% de los ingresos de participadas, desciende un 1,1% en tasa interanual. Principalmente, por los menores resultados de operaciones financieras, que cayeron un 57,1% y que incorporaban extraordinarios en 2020.
Recursos
Los recursos en el balance de CaixaBank alcanzan los 441.278 millones, un 1,5% más en el trimestre y un 5,5% más en el año orgánico, en tanto que los activos bajo gestión se sitúan en 153.223 millones (un 1,2% más en el trimestre y un 12% más en el año orgánico).
El patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicav alcanza los 106.521 millones de euros, un 1,4% más en el trimestre y un 14,2% más en el año orgánico; y los planes de pensiones llegan a los 46.701 millones, lo que supone un 0,6% más en el trimestre y un 7,5% más en el año orgánico.
La entidad, además, cierra septiembre con un crédito bruto a la clientela de 355.929 millones de euros, un 45,9% en el año tras la fusión con Bankia. El dato, en cambio, representa una caída del 3,7% al excluir los saldos aportados por Bankia en la fusión. Por su parte, el crédito a particulares sube un 55,1% en el año por la incorporación de Bankia y la financiación a empresas aumenta un 35,9%.
La ratio de capital principal CET1 se sitúa en el 13% a cierre de septiembre, lo que supone por encima del objetivo del 11-11,5%, y, en comparación con el mismo periodo del año anterior, se sitúa medio punto por encima, ya que era del 12,5%. La entidad asegura que ha conseguido de enero a septiembre generar 88 puntos básicos de capital, lo que ha permitido compensar parcialmente los 107 puntos básicos que ha restado la integración de Bankia incluyendo los costes extraordinarios.
Morosidad
Por otro lado, la ratio de requerimientos regulatorios MREL sobre APRs se sitúa en el 25,6% a cierre del tercer trimestre, con lo que cumple de manera confortable con el nivel exigido para la entidad en 2024.
En cuanto a la morosidad, CaixaBank ha registrado una ratio del 3,6%, el mismo nivel que junio y, respecto a diciembre, ha subido 3 décimas por la integración, mientras que los saldos dudosos a cierre del tercer trimestre ascienden a 13.955 millones de euros, 50 menos que al cierre del trimestre anterior.
La ratio de cobertura de morosidad es del 64% y el coste del riesgo en los últimos 12 meses se sitúa en el 0,25%. De las moratorias de hipotecas y préstamos brindadas en el marco de las medidas impulsadas para mitigar el impacto de la pandemia, solo continúan vigentes a 30 de septiembre un total de 5.034 millones de euros. La práctica totalidad vence antes de acabar el año, expuso CaixaBank.
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