"A río revuelto, ganancia de pescadores". Un dicho que conoce y aplica muy bien la banca. Tras unos meses de tregua y pasado el verano, las entidades financieras están avivando su ofensiva para 'pescar' clientes coincidiendo con un momento en el que 'el río está revuelto' por la integración de los clientes de Bankia en CaixaBank y de los de Liberbank en Unicaja, con los consecuentes cambios de condiciones de sus productos. Una iniciativa que se hizo mucho más evidente la pasada semana.
Hace tan solo unos días, Santander ponía en marcha su Cuenta online sin condiciones, una cuenta sin comisiones ni requisitos más allá de realizar toda la operativa de forma online.
Esta iniciativa se suma a otras estrategias del banco para atraer y retener clientes, como la relajación de las condiciones necesarias para utilizar la Cuenta One gratis que llevó a cabo hace un par de meses y la ampliación de las condiciones de la cuenta joven (Smart) para los ya clientes hasta los 34 años, en lugar de los 32, como era antes.
Sabadell, por su parte, ha ampliado hasta seis meses el tiempo que permite a sus clientes de la Cuenta Expansión (su "cuenta nómina") utilizarla sin comisiones aunque no cumplan ningún requisito. Hasta ahora, la oferta era solamente para tres meses y se ha extendido al doble de tiempo.
La que ha ido un poco más allá es Ibercaja al acotar su objetivo de captación a Madrid, territorio en el que estaba muy presente la antigua Bankia y, con ella, sus clientes. Con la campaña Madrileños pretende captar unos 6.000 clientes en la comunidad en el último trimestre del año gracias a promociones y regalos destinados a este colectivo, especialmente a los menores de 35 años.
Pago en efectivo
Mientras, se mantienen las habituales campañas de algunos bancos que ofrecen un pago en efectivo por ingresar la nómina y cumplir algún requisito, como hacer un cierto número de operaciones con la tarjeta y mantener la cuenta abierta (con la nómina domiciliada) durante uno o dos años.
En este grupo estaría también Santander, que tiene en marcha desde abril una campaña por la que entrega 100 euros por domiciliar la nómina, que finaliza este mes de septiembre, pero que se puede prorrogar. También ofrecen entre 150 y 300 euros Abanca (que ha trasladado su promoción asimismo a Bankoa), Cajamar y Unicaja en campañas que se han ido renovando durante los últimos meses.
Igualmente lo hace Openbank, habitual en este tipo de promociones, que inició en agosto una campaña por la que ofrece 20 euros a los nuevos clientes de su Cuenta corriente Open, iniciativa que se suma a la que comenzó en mayo para los que domicilien su nómina, que recibirán 40 euros.
Más allá de las habituales, estas campañas coinciden en el tiempo con el trasvase de los clientes de Bankia a CaixaBank, que llevará a cabo a mediados de noviembre la integración tecnológica, el último paso de la operación. También con el cambio de los de Liberbank a Unicaja, que se encuentra aún en la fase de perimetrar la reestructuración de su nueva plantilla y su nueva red de oficinas.
"Río revuelto"
Ambos bancos están priorizando la integración total de sus sistemas y la homogeneización de los productos de su clientela, un momento que los competidores aprovechan para levantar las armas y recoger a los usuarios que no estén del todo contentos con el cambio. De hecho, como reconocen varias fuentes financieras, los momentos en los que se producen fusiones incentivan las estrategias para captar clientes.
Tras la desaparición de Bankia, que ofrecía cuentas gratis con domiciliación de nómina y uso de la tarjeta dos veces al mes, CaixaBank ya ha avisado a sus clientes de las condiciones que tendrán sus nuevos productos, lo que se traduce en cumplir unos requisitos similares pero con el riesgo de que las comisiones, si no se cumplen, serán más caras que en Bankia.
Esta política, con todo, implica únicamente que tres de cada cuatro clientes no pagarán comisiones básicas a partir de noviembre, según ha informado la propia entidad.
Algo similar ocurrirá con Unicaja. La entidad, que acaba de iniciar las conversaciones con los representantes de la plantilla para acordar las condiciones de un despido colectivo, deberá informar a sus clientes de las consecuencias que pueda tener la conversión de sus antiguos productos de Liberbank a los de Unicaja. Otra brecha que los competidores podrán aprovechar para captar clientes.
Incentivados por las fusiones o no, lo cierto es que la estrategia de los bancos parece haber cambiado en las últimas semanas. Hace algunos meses, muchas entidades estaban virando hacia la táctica de vincular lo máximo posible a sus clientes para convertirse no solo en su banco principal, sino en su único banco.
Su estrategia del momento pasaba por obligar a los clientes a cumplir una larga lista de requisitos más allá de domiciliar la nómina: realizar cierto número de compras con la tarjeta, contratar seguros y/o fondos de inversión o solicitar financiación. La de ahora ha pasado a ser una ofensiva por olvidar los requisitos a cambio de captar clientes, una política que siempre da mejores resultados cuando se intenta en un 'río revuelto'.