A falta de diez días para que termine el plazo para apuntarse voluntariamente al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Unicaja, la plantilla ha llegado casi al límite de vacantes. Unos 1.233 empleados han pedido apuntarse al despido colectivo, según informan a este periódico fuentes sindicales.
De esta forma, está a punto de alcanzarse el número mínimo de trabajadores que debían apuntarse voluntariamente para que el ERE solamente afecte a 1.314 empleados y no a 1.513, que es la cifra máxima de afectación.
A lo largo de la negociación con los sindicatos, la dirección de Unicaja no rebajó la cifra de afectados, sino que mantuvo hasta el final la primera que puso sobre la mesa, 1.513 salidas de trabajadores.
Sin embargo, en el último encuentro entre ambas partes, el que dio lugar al acuerdo, a principios de diciembre, los sindicatos lograron arrancar a la dirección el compromiso de limitar la afectación a 1.314 empleados a cambio de que todas las salidas fueran voluntarias.
Los trabajadores aún cuentan con otros diez días antes de que termine el plazo de adhesión para poder apuntarse por iniciativa propia al ERE, puesto que finaliza el próximo 15 de enero.