La reestructuración de oficinas y plantilla permite a Santander recortar sus gastos un 7% y mejorar la eficiencia

Es el caso de Santander, que en diciembre de 2020 pactó con los sindicatos las condiciones para un ERE que afectó a 3.572 empleados y fue acompañado del cierre de 1.033 sucursales. Y ahora recoge los frutos de este esfuerzo en forma de un recorte de gastos en sus últimos resultados.

Las cuentas del cierre del ejercicio 2021 reflejan que el banco redujo los gastos de explotación de su filial española un 7,4% respecto al año previo, hasta los 3.340 millones de euros.

José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, durante la presentación de resultados del banco. Santander Santander

Consecuentemente, mejoró su ratio de eficiencia en 551 puntos básicos, hasta situarla en el 47,7%. Un nivel considerablemente más bajo que el registrado en 2020 en el negocio doméstico de la entidad, que ascendió al 53,1%. Y también por debajo del correspondiente a 2019, 53,6%.

En comparación con el resto de los grandes bancos españoles, esta ratio se situó también por debajo en el caso de CaixaBank, que cerró el año con una eficiencia del 57,7% (sin tener en cuenta los gastos extraordinarios), y de Sabadell, que registró un 50,85%, mientras que Bankinter -que no puso en marcha ningún ERE- batió al resto con un 45,99%. Bien es cierto que las dos primeras empezaron sus reestructuraciones de plantilla y oficinas meses más tarde que Santander. En cuanto a BBVA y Unicaja, ambos desvelarán sus cuentas de 2021 este jueves.

Rentabilidad

En un mundo de tipos de interés negativos, lograr mejorar la eficiencia por la vía de los ingresos se antoja harto complicado, por lo que la fórmula que están utilizando los bancos españoles es poner en marcha planes de recorte de costes. El objetivo es cumplir así con las exigencias que tanto el mercado como los supervisores imponen: mejorar la rentabilidad.

En el caso de Santander España, el banco cerró el año con una rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) del 6,33%, lo que supone un nivel superior al registrado en 2020 (3,3%), pero inferior al prepandemia (10,48%).

Es por eso que la entidad deberá continuar en este camino para lograr situar su rentabilidad por encima del coste del capital, que en el caso de los bancos se sitúa entre el 8% y el 10%, como explicaban hace unos días desde S&P Global.

Y es que, para llegar a este objetivo, la banca debe continuar con la mejora de la eficiencia, pues, como apuntaban desde Alvarez & Marsal, el umbral a partir del cual los bancos pueden alcanzar la rentabilidad objetivo del 10% se sitúa más bien en el 45%.