El clásico datáfono presente en prácticamente todos los comercios podría tener sus días contados. Han pasado casi cinco décadas desde que el primitivo datáfono, conocido popularmente como bacaladera, empezara a permitir el pago con tarjeta en los comercios y los TPV han sufrido una verdadera transformación desde entonces. Y es que el presente y, por supuesto, el futuro de esta máquina pasa ya por integrarse el móvil, como no podía ser de otra manera.
Precisamente Apple ha anunciado recientemente el lanzamiento de la funcionalidad Tap to Pay, a través de la cual los comercios van a poder utilizar sus iPhone como datáfonos. Por el momento estará disponible únicamente en Estados Unidos, pero solo es cuestión de tiempo que esta innovación termine aterrizando en Europa.
La innovación del gigante tecnológico se suma a otras que se están desarrollando en el sistema financiero, bien entre los bancos tradicionales, bien por parte de nuevos entrantes.
Es el caso del neobanco de empresas Qonto, que ofrece a sus clientes la posibilidad de utilizar el datáfono móvil SumUp, que se conecta al teléfono a través de bluetooth, o de su homólogo Divilo, que directamente permite utilizar el móvil como datáfono a través de la tecnología NFC y una aplicación llamada Diveep. Y recientemente ha aterrizado en España Square, que ofrece asimismo TPV móvil.
También los bancos más tradicionales están dando pasos en este campo. BBVA ofrece convertir el móvil o la tablet en TPV a través de SmartPay y Sabadell plantea toda una oferta, en la que se incluyen TPV físico, virtual o móvil. Santander, por su parte, ofrece asimismo un TPV inalámbrico.
Tendencia en desarrollo
"Es una tendencia con la entrada de nuevos actores, sobre todo en el lado de la adquirencia, de la aceptacion de pagos digitales muy dirigidos a pequeños comercios y pequeños cobros", explica Verónica López, consultora del área de Economía Aplicada y experta en medios de pago de Afi, a este periódico.
En opinión de esta experta, es posible que la llegada de estos nuevos entrantes suponga una "amenaza" para los bancos, a los que no visualiza llegando a acuerdos con compañías como el gigante tecnológico. "El servicio de Apple no ha llegado aún a España, pero me inclino a decir que va a ser una dura competencia" para la banca, añade.
Y es que la digitalización del sector financiero va a poder llevarse por delante incluso un elemento tan tradicional como el datáfono, que ha vivido una verdadera transformación en los últimos años.
Hace casi cincuenta años el primitivo datáfono no tenía capacidad de leer las tarjetas al no llevar estas bandas magnéticas, por lo que el sistema consistía en calcar los datos de la tarjeta en un papel aprovechando que aparecían en relieve, un detalle que se conserva en la actualidad. El ruido que hacía la máquina recordaba a los cortadores de pescado, por eso se le dio el nombre de bacaladera.
Tras utilizar este sistema, el banco no recibía la información hasta que se la transmitía el comerciante a través de una visita a la sucursal. Un sistema que, gracias a la evolución de las tecnologías, resulta ahora un proceso mucho más sencillo que puede hacerse directamente desde el móvil.
Algo muy relevante teniendo en cuenta que los pagos electrónicos en comercios físicos no paran de crecer. Como explica López, extrapolando los últimos datos disponibles en los registros del Banco de España -correspondientes al tercer trimestre de 2021-, el pasado año el número de operaciones de retirada de efectivo en cajeros no alcanzaría los niveles prepandemia, mientras que las realizadas en TPV aumentarían un 24% respecto a 2020 y un 30% en comparación con 2019.
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