Santander, BBVA, Openbank y CaixaBank facilitan a los refugiados ucranianos abrir una cuenta gratis pese a no ser residentes
El banco que preside Ana Botín aloja a 170 refugiados en su centro de formación de la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid).
22 marzo, 2022 03:26Noticias relacionadas
La banca quiere volcarse con los miles de ciudadanos que están llegando a España tras verse obligados a dejar Ucrania por la invasión de Rusia. Las entidades financieras están poniendo en marcha diferentes iniciativas, entre las que se encuentra facilitar el acceso de los refugiados a cuentas bancarias de forma gratuita, evitándoles además todo el papeleo que se exige a los no residentes en la Unión Europea.
Es el caso de Santander, que ofrece a los ciudadanos ucranianos que huyen de la guerra su Cuenta One, la principal de su catálogo de particulares, con unas condiciones especiales, principalmente con una ausencia de comisiones de mantenimiento y de permanencia sin necesidad de cumplir requisitos.
En concreto, permite a estos ciudadanos abrir la cuenta únicamente con una documentación que acredite su identidad, ahorrándoles todo el complejo proceso al que están obligados los residentes en países de fuera de la Unión Europea. Los ciudadanos españoles y comunitarios pueden abrir la cuenta únicamente con el DNI o un documento similar.
Cuenta básica
Caso parecido el de BBVA que, según ha podido saber este periódico, va a permitir a los refugiados ucranianos abrir una cuenta de pago básica presentando únicamente un documento, el Resguardo de presentación de solicitud de protección temporal para personas desplazadas. Esta cuenta, junto a su tarjeta asociada, será gratuita y los refugiados podrán realizar con ambas la operativa financiera más sencilla.
La cuenta de pago básica es un producto que la banca está obligada por ley a ofrecer a ciudadanos en situación de vulnerabilidad con el objetivo de que ninguna persona quede excluida financieramente. No obstante, según se recoge en la legislación, solamente es obligatorio ofrecerla a residentes en España o solicitantes de asilo. Con esta medida, BBVA amplía su aplicación a los refugiados ucranianos.
Precisamente esta cuenta de pago básica es la vía más sencilla a través de la cual los bancos pueden ofrecer una operativa financiera mínima a este colectivo, como demuestra el hecho de que Openbank puso en marcha hace unos días esta misma medida. La filial digital de Santander permite abrirla solamente con el documento de identidad ucraniano o el pasaporte.
Por su parte, CaixaBank ofrece su propia Cuenta social -un producto creado en 2014, antes que la obligación legal de tener una cuenta básica- que ya permite a colectivos como los refugiados ucranianos acceder a la misma sin comisiones. En enero de este año ya tenía abiertas 246.771 cuentas de este tipo.
Alojar a ciudadanos
Otra de las medidas que está poniendo en marcha la banca y, concretamente, Santander, es alojar en sus propias instalaciones a ciudadanos que han llegado a España huyendo de la guerra.
Concretamente y según ha podido saber este periódico, la entidad, que fletó con Iberia un avión que llegó procedente de Ucrania el pasado viernes, tiene ya a 170 ucranianos alojados en el centro de formación El Solaruco, ubicado en la Ciudad Financiera, los servicios centrales de la entidad, en Boadilla del Monte (Madrid).
Se trata de un alojamiento temporal en el que estos refugiados permanecerán algunas semanas antes de ser reubicados definitivamente en el país por parte de las administraciones. El banco, que ha puesto a disposición de estos ciudadanos el centro médico y la escuela infantil de la sede, corre con todos los gastos, mientras que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado acompaña de forma permanente al grupo.
Por su parte, una delegación de la Asociación de Voluntarios de CaixaBank compuesta por unas cincuenta personas (empleados, voluntarios, traductores y personal sanitario) ha viajado para traer en diez autobuses a unos 200 refugiados desde el país invadido.
Una iniciativa para la que han contado con la colaboración de Sor Lucía Caram, directora de la Fundació del Convent de Santa Clara, y el padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, ambos integrantes del primer convoy, así como de empresas privadas y proveedores de CaixaBank.
Todas estas medidas se suman a las campañas de donaciones que han puesto en marcha los bancos desde que estalló el conflicto bélico. Además de facilitar cuentas para realizar donativos, en su mayoría han retirado las comisiones para realizar trasferencias con destino Ucrania.