El mensaje de cautela a la hora de liberar provisiones que el Banco de España lleva lanzando a los bancos durante los últimos meses no deja de tener vigencia con el estallido del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia. Así lo ha demostrado este martes Margarita Delgado, subgobernadora del supervisor, que ha reclamado de nuevo "prudencia" a los bancos en la gestión de las provisiones que dotaron en 2020 tras el impacto inicial de la Covid-19.

"Aún más con esta incertidumbre que ha venido provocada por la crisis energética hay que seguir muy expectantes y ver lo que va a suceder. Hay que estar vigilantes sobre la evolución de los préstamos, más aún ahora que empiezan a vencer los periodos de carencias", ha expuesto durante su intervención en la presentación del noveno informe de PwC sobre la Unión Bancaria.

La subgobernadora hace referencia así al fin de los periodos de gracia que la banca y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) han ido concediendo a las empresas más afectadas por la pandemia para que hasta este segundo trimestre de 2022 no tuvieran que empezar a devolver los préstamos (solamente pagaban los intereses).

Nuevas carencias

Sin embargo, este martes el Gobierno ha dado luz verde a su Plan nacional de respuesta a la guerra, en el que se incluye una línea de 10.000 millones para nuevos avales, así como una ampliación de las carencias y los vencimientos de los créditos ICO que ya se habían concedido durante la pandemia para evitar una sangría empresarial. Es por eso que aún es una incógnita el volumen de préstamos que dispondrán de una nueva prórroga.

En este contexto, Delgado ha pedido a la banca prudencia en la gestión de sus carteras, su morosidad y sus coberturas, al tiempo que les ha instado a analizar cómo podría impactarles indirectamente la invasión a Ucrania debido a su exposición a los sectores más afectados por los precios de la energía.

"El grado de incertidumbre actual es de tal magnitud que se precisa una dosis adicional de prudencia (...) No es que los supervisores abracemos un excesivo pesimismo, sino que consideramos que las circunstancias que vivimos nos invitan a hacer un llamamiento a la prudencia", ha señalado.

Delgado ha explicado que el crecimiento de los créditos etiquetados como en vigilancia especial (aquellos en los que los bancos consideran que el riesgo de impago se ha elevado desde el momento de su concesión) "se ha visto moderado en la última mitad del año pasado, aunque todavía crece a tasas de dos dígitos". Un crecimiento que se centra, básicamente, en la hostelería, la restauración y el transporte. 

La número dos del Banco de España ha recordado que la exposición directa de los bancos españoles a Ucrania y Rusia es "reducida", si bien ha animado a las entidades a "vigilar las consecuencias que pueda tener esta crisis en los mercados financieros y bursátiles como consecuencia de la mayor volatilidad", así como por "la exclusión de la economía rusa de los canales financieros internacionales" y el impacto sobre el consumo y la inversión por el nivel de confianza de las familias y las empresas.

Criptoactivos

Por otra parte, Delgado ha reiterado las advertencias del supervisor sobre los criptoactivos, una actividad que "ni está sujeta a supervisión ni cuenta con mecanismos de protección al cliente".

Según ha expuesto, algunas encuestan indican que en España el 12% de los adultos posee criptoactivos. "Habría que comprobar si estos inversores son plenamente conocedores de los riesgos a los que están expuestos o simplemente se han visto empujados por expectativas de altísimas revalorizaciones", ha apuntado.